El coste de las luces que cubren calle Larios y lo que se podría hacer con ese dinero si se empleara en otra cosa es un debate que vuelve cada año a Málaga por Navidad. Pero esta vez la discusión tiene matices: se trata de si en la actual situación de pandemia y riesgo de contagio es una buena idea concentrar en unos pocos metros y unas pocas horas una actividad de gran afluencia de público. Para el equipo de gobierno municipal no hay, de momento, motivos para la alarma; la oposición y la propia Junta de Andalucía discrepan.
El ayuntamiento admite que la relajación de las restricciones a partir del sábado 12 hace previsible una mayor afluencia, lo podría obligar a establecer alguna medida de control. Fuentes municipales explican que se observará qué ocurre en los próximos días. El concejal de seguridad, Avelino Barrionuevo, ya señaló que el dispositivo vigente hasta ahora era para un riesgo de aglomeración “moderado”, teniendo en cuenta que no se podía acceder a Málaga desde otros municipios. Con la nueva movilidad intraprovincial, medidas como el control de aforo, la posibilidad de fijar calles de un solo sentido o poner vallas están sobre la mesa.
El PSOE cree que no es suficiente y pide actuar ya. Los socialistas son partidarios de realizar controles de aforo en calle Larios y las inmediaciones, así como en los centros comerciales. También piden un plan de emergencia. Una semana antes del encendido, el grupo municipal preguntó por escrito al equipo de gobierno si se había previsto un plan, si se había autorizado algún acto especial y cómo pensaba controlar el aforo. “No se ha previsto Plan de Emergencia porque no se ha previsto acto de encendido de las luces de Navidad, como se ha hecho hasta ahora”, contestó Teresa Porras, concejala de fiestas.
“El ayuntamiento lo que ha hecho es aumentar la presencia de policía local. Eso no es un plan de emergencia ni un control de aforos, no es lo que se necesita en estos momentos”, protesta Daniel Pérez, portavoz socialista: “Pedimos que actúe con responsabilidad y de manera proactiva y urgentemente. No se pueden dar las situaciones de otros años o del día de la inauguración”.
En agosto, los socialistas ya pidieron que se redujera la iluminación a la mitad para rebajar el reclamo que ejercen las luces navideñas. Sin embargo, la instalación es similar a la de otros años, con la diferencia de que se han cancelado los tres espectáculos de luces y sonido.
Las fotos de la polémica
La polémica sobre las luces de calle Larios se avivó el primer día que se encendió el gigantesco techo de luz que cubre la vía, el viernes 27 de noviembre. Varias fotos mostraron una aparente aglomeración de ciudadanos. Las imágenes se hicieron virales y compartieron espacio con las de Barcelona o Madrid.
Las fotos no gustaron a Elías Bendodo, que sugirió que el ayuntamiento que lidera su compañero de partido y antiguo mentor, Francisco de la Torre, no había estado “a la altura”. “Debemos evitar cualquier tipo de convocatoria o acto que supongan la aglomeración de personas, llámese luces de Navidad de calle Larios o un mercadillo”, declaró Bendodo en una entrevista con La Opinión de Málaga: “Si hay que vallar la calle Larios o apagar las luces para que no se produzcan aglomeraciones, que el ayuntamiento decida. Pero lo que no podemos permitir, desde el punto de vista de la salud pública, es que se produzcan aglomeraciones por una decisión que ha tomado el ayuntamiento”.
El consistorio, que había evitado comunicar la hora exacta del encendido, negó la mayor y De la Torre culpó al efecto óptico que producen las fotos tomadas con gran angular. “No hubo motivo de inquietud”, señaló el alcalde. Y para demostrarlo, la Policía Local lanzó en Youtube un vídeo de tres minutos editado a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad tomadas esa tarde, donde no se observan aglomeraciones. Otras personas que estuvieron aquella tarde aseguran que lo que vieron tampoco se corresponde con lo que sugieren las fotos.
El PSOE no se fía. Daniel Pérez, su portavoz, anunció que pedirán todas las imágenes de esa tarde. “Esas imágenes no son secuenciales, en tres minutos de vídeo editado se muestran planos cuidadosamente seleccionados y desde puntos de vista que no muestra la totalidad de la calle”.
827.000 euros en las luces del Centro
El ayuntamiento de Málaga lleva años presumiendo de la iluminación navideña, hasta el punto de que la concejala de fiestas Teresa Porras ha alimentado una pugna algo berlanguiana con Vigo en cuestión de quién tiene mejores luces. El montaje, que suele incluir una fastuosa bóveda de luces LED y un espectáculo de luces y música sincronizada, llega algo disminuido este año, pero sigue sin ser modesto. Incluye un nuevo diseño (“el bosque de la Navidad”) que recorre la principal arteria de la ciudad.
La instalación de Larios, contratada en alquiler hasta el Carnaval, consume casi todo el presupuesto para iluminación navideña. El ayuntamiento adjudicó por tres años (2018, 2019 y 2020) la iluminación de las “zonas emblemáticas”, inicialmente a cambio de 2.019.635,62 euros (673.000 euros anuales). De los 2,5 millones de euros destinados a la iluminación navideña en toda la ciudad, más de dos millones van a parar al lote de las “zonas emblemáticas”. En 2019, el coste del lote se amplió en otros 265.999 euros. Y este año se ha modificado el contrato para pagar 21.786 euros más a cambio de iluminar las vías despejadas de la obra del metro (Alameda Principal, Plaza Albert Camus y Glorieta Manuel Alcántara).
El pliego establecía unas condiciones muy específicas, con un mínimo de 720.000 puntos de luz de destello de 0,07 watios cada uno en calle Larios. La adjudicataria y única empresa que concursó fue Iluminaciones Ximénez, una empresa originaria de Puente Genil (Córdoba) que decora la Navidad en Nueva York, Sidney, Denver o Chicago.
El consistorio defiende que es una inversión y que sale barato. “El precio total del contrato [en 2009] fue de un millón de euros y el de 2019 en lo que se refiere al contrato del centro histórico y zonas emblemáticas de la ciudad representa 806.211,86 euros, siendo una iluminación de referencia internacional”, explica. El año pasado elaboró un informe (a través de la empresa pública Turismo y Planificación Costa del Sol) que estimaba que las luces de Larios tuvieron un impacto económico de 202,1 millones de euros.
Según sus cálculos, una media diaria de 83.000 personas visitó el espectáculo del año pasado. Esto supone 3,7 millones de visitantes en 45 días, concentrados en una calle de 350 metros de largo y apenas 16 metros de ancho, especialmente abarrotada en los tres pases del espectáculo. Eso este año no ocurrirá. Pero aunque la pandemia haya obligado a cancelar los espectáculos, el coste se ha mantenido.
“Esto está muy malamente”
Hay expectación por comprobar lo que sucede en los próximos días. Hasta ahora, las restricciones a comercios y restaurantes, el toque de queda y el cierre perimetral por municipios han reducido las posibilidades de masificación. La afluencia a la calle Larios el pasado puente nada tenía que ver con la estampa de años anteriores, cuando cada tarde llegaban decenas de autobuses de otros municipios para contemplar el deslumbrante y atronador espectáculo lumínico-musical. Este año, un mensaje en tono burocrático se intercala entre los villancicos. “Lávense las manos, lleven mascarilla, mantengan la distancia, descarguen radar COVID”.
“Está esto muy malamente. Es insólito”, lamenta Mariví Mora, que vende almendras. A tres euros la bolsita y cinco euros dos bolsitas, lleva 15 euros a las ocho de la tarde. Ni comparación con los 70 u 80 que podía llevar a estas horas el año pasado. Así que anticipa que no volverá a hasta que reabran tiendas y restaurantes. “Es perder el tiempo y pasar frío. Se aburre una”.
En Casa Mira, la histórica heladería y turronería de calle Larios, Eva Durán apunta que se vende un 60% menos y recuerda que otros años a estas horas costaba cruzar al otro lado de la calle. “Mira ahora”, dice, señalando una pareja que deambula por el centro de la vía. Lo que siempre vuelve por Navidad es la polémica por las luces de calle Larios.