Elías Bendodo (1974) compatibiliza su papel de presidente de la Diputación de Málaga con la presidencia del PP en la provincia y como uno de los baluartes del líder andaluz Juan Manuel Moreno. Desde el edificio de la antigua Diputación, donde tiene lugar la entrevista, defiende la “renovación permanente” en su partido y pone la carta de “más participación” interna sobre la mesa del PP, al tiempo que repite las consignas del partido de un tiempo a esta parte como “el que gana tiene que gobernar”.
Como presidente de la Diputación Provincial de Málaga y del PP de la provincia, ¿qué opinión tiene en el debate sobre la posible supresión de las diputaciones?
Es un debate muy recurrente en una época donde todo está en cuestión, incluso las administraciones públicas. El que habla de la desaparición de las diputaciones, o no sabe a lo que se dedican o no vive en un pueblo pequeño. Si las diputaciones desaparecieran de nuestro país, desaparecería la España rural, la riqueza interior de nuestro país, los pueblos pequeños, lo que suponen y atesoran, que subsisten gracias a las diputaciones provinciales y su carácter vertebrador del territorio. Hablo de Málaga, pero me consta que en toda España es así: todas las obras que se hacen en los pequeños pueblos, apagar los incendios, la recogida de residuos y tratamiento posterior, suministro de agua potable, aplicación de la ley de dependencia y servicios sociales, la promoción turística de la Costa del Sol, en definitiva el día a día de los municipios, lo hacen gracias a la Diputación Provincial, y si desaparecieran las diputaciones habría que inventar otro organismo que cumpliera la misma función.
Usted gobierna gracias a la abstención de un grupo que se ha mostrado abiertamente por la supresión. ¿Qué implicaciones tiene esto?
Yo tengo como objetivo que Ciudadanos y los demás grupos que plantean la supresión de las diputaciones, con su implicación directa en el día a día, acaben valorando la necesidad y la importancia de su existencia.
Se ha manifestado partidario de que el presidente de las Diputaciones sea elegido por sufragio directo…
Sin duda. Yo creo que el gran problema de las diputaciones es que es una institución desconocida y lejana para los ciudadanos, porque no tienen la capacidad de elegir a sus representantes. Yo creo que las municipales habría que votar con dos urnas, una para tu alcalde y otra para tu gobierno provincial, que incluye el presidente y los diputados de gobierno. Creo que sería un paso importante, y avanzaríamos en democracia y transparencia y las diputaciones tendrían un papel mucho más importante.
¿Alguna responsabilidad de las diputaciones en no haber sabido trasladar esa idea?
Sí, tenemos una responsabilidad todos. Pero la elección directa del presidente y del equipo de gobierno avanzaría mucho en hacer ver a la ciudadanía la importancia de esta institución. Pero es cierto que ahí las diputaciones han hecho mucho trabajo estos cuatro años, pero hemos fallado en saber explicar el motivo de nuestra existencia.
Entrando en su faceta de dirigente del PP, le he escuchado muchas veces que hace falta una nueva estrategia en Andalucía y el partido necesita renovarse. ¿Qué errores ha cometido el PP para que se le resista, en general, el votante andaluz después del pico con Arenas? ¿En qué debe consistir la estrategia andaluza para reconducir al PP en la región?
Yo creo que el PSOE ha tejido una tela de araña en Andalucía, en la que la palabra clave es intervencionismo y que hace que el PSOE esté en todo: asociaciones deportivas, colectivos vecinales, peñas… Y eso es una política intervencionista que recuerda a países sudamericanos. Y eso ha dificultado mucho el avance del PP porque es una red tejida perfectamente amparada en la corrupción, porque los ERES y los cursos de formación alimentaba esta red, y eso ha dificultado la alternancia en Andalucía. Somos la única comunidad autónoma que no ha tenido alternancia política. Y eso se debe a esa red alimentada por la corrupción de los fondos de formación y los ERES.
Pero eso no es suficiente para decir que el PP no ha gobernado por esto. Tenemos que reconocer nuestros errores. Tendríamos que tener un mensaje más cercano a los ciudadanos y convertirnos en el partido de los andaluces. El PP tiene mucho que decir todavía, que los andaluces se identifiquen con el PP como el mejor partido para solucionar sus problemas. ¿Renovación? El PP tiene que ser un partido en renovación permanente, sobre todo en los tiempos actuales: de personas y de ideas.
¿Cree que en Andalucía se ha hecho bien esa renovación?
Sí, sí. Yo creo que Juanma Moreno ha consolidado su liderazgo en estos dos años, hace una buena labor, es el mejor candidato que hemos podido tener en nuestra historia, en el peor momento también. Estoy convencido de que el tiempo va a convertir al PP en el líder de la alternancia y que Juanma va a ser el primer presidente del PP en Andalucía.
Usted que conoce bien la realidad de los municipios, ¿cómo puede penetrar el PP en el mundo rural? Si se analizan los resultados electorales, el PP tiene mucha fuerza en los grandes núcleos urbanos y el mundo rural se le resiste.
A diferencia del PSOE, que es más exitoso en los pequeños núcleos y menos en los grandes. Triunfará el que sepa adaptar su mensaje. Nuestro objetivo tiene que ser adaptar nuestro mensaje exitoso en los grandes municipios a la Andalucía rural. Y el PSOE tendrá el objetivo contrario.
¿Ciudadanos es una oportunidad para el PP, una competencia…?
Ahora mismo es más un apéndice del PSOE en Andalucía. Si nosotros hubiéramos obtenido los resultados en las elecciones autonómicas que obtuvimos con Javier Arenas estaríamos gobernando. Los nuevos tiempos determinan que quien gane gobierna.
Usted también ha hablado de primarias en el partido, listas abiertas…
Primarias no he dicho yo.
Está en la hemeroteca.
No, porque las primarias se ha demostrado que son un fiasco. En las primarias del PSOE ganó Borrell y duró diez minutos. ¿Primarias a la búlgara? No tiene ningún sentido. Yo sí abogo por la elección directa de los presidentes del partido, de los candidatos, por una militancia más activa en la toma de decisiones…
¿Se siente extraño dentro de su partido o hay más gente en su partido que piensa como usted?
No, no. Yo creo que hay mucha gente que va entendiendo que dentro de unos meses el PP será un partido distinto al actual, pero como todos los partidos que van a hacer sus congresos, porque tendrán que adaptar sus estatutos y sus normas internas a los nuevos tiempos. Todos los partidos, o nos adaptamos o los militantes nos obligarán a adaptarnos a los nuevos tiempos.
¿Y Mariano Rajoy está preparado para adaptarse a esos nuevos tiempos?
Yo creo que sí. Creo que Mariano Rajoy es una persona abierta, perfectamente consciente de la realidad, y que sabe que la renovación del partido tiene que ser permanente. No en vano la inclusión de los 13 vicesecretarios es un claro ejemplo de renovación.
Hablando de renovaciones, me gustaría preguntarle por la sucesión del alcalde de Málaga durante cinco legislaturas consecutivas, Francisco de la Torre. ¿Cómo suceder a una persona que ya ha dicho que probablemente esta sea la última? ¿Cómo se hace eso?
Pues cuando lleguemos al final de la legislatura. Cuando lleguemos al puente cruzaremos el río. Tres años y medio en política es mucho tiempo. Y el partido tiene sus mecanismos perfectamente articulados en estatutos para la elección de candidatos.
Usted dice no compartir el planteamiento de otros partidos con las primarias, pero sí la elección directa…
Bueno, un mecanismo de elección de los candidatos por los militantes. O mejor dicho: que entre todos sepamos articular, sin ponernos un corsé, un mecanismo para abrir el partido a la participación más activa de los militantes.
¿Está usted hablando de candidatos a cualquier elección?
No me gustaría bajar a esa profundidad, porque tendríamos que abrir un debate muy amplio. La idea es que los militantes tengan una voz más activa en la toma de decisiones del partido.
Usted tiene mucha relación con el PP nacional. ¿Cree que se piensa en el mundo rural cuando se negocia, como ahora?
De lo que yo deduzco del primer acuerdo que he visto, el de PSOE y Ciudadanos, en el que uno de los puntos era la eliminación de las diputaciones… O de un acuerdo entre un parte de Ciudadanos y una parte del PSOE, ojo. Si la pregunta es si se está pensando en la España rural y los pequeños municipios, si nos ceñimos a ese acuerdo, evidentemente no.
¿Y en su partido?
Yo creo que España está perfectamente articulada y lo marca la Constitución, pero hay un segundo paso que dar: del centralismo estatal hemos pasado al centralismo autonómico. La Constitución obliga a una segunda descentralización: era primero del Estado a las comunidades autónomas y de las comunidades autónomas a los ayuntamientos y diputaciones, porque al final es donde está el poder del ciudadano, en la administración cercana. El Estado ha cumplido transfiriendo competencias en Sanidad, Educación a las comunidades autónomas, y a su vez las comunidades tienen que empezar a transferir esas competencias a los ayuntamientos y eso no se ha producido.
Al PP se le ha criticado la reforma local que quería aplicar porque eliminaba competencias de los ayuntamientos y las traspasaba a la Diputación.
No, lo que planteaba la reforma de la administración local era mejorar la prestación de servicios y ser más eficientes. Hablaba de mancomunar servicios y que la Diputación pudiera liderar esto para ser más eficientes y baratos.
¿Se puede hacer esta descentralización sin reformar la financiación de las entidades locales?
No, imposible. Tiene que llevar necesariamente una reforma de la financiación autonómica, no local. Porque al final la administración local está asumiendo algunas competencias de la administración autonómica. Por ejemplo, las políticas sociales que aplican todos los ayuntamientos y diputaciones, según la nueva ley, son competencias autonómicas, que sólo podrán prestar las corporaciones locales si hay transferencia de competencias y financiación de la comunidad autónoma. Nosotros nos gastamos en política social 29 millones de euros; la nueva ley dice que no lo podemos hacer, que es competencia autonómica. Y que sólo podremos hacerlo si cerramos un convenio con la administración autonómica y nos dan los 29 millones de euros. Por eso hace falta una reforma de la financiación autonómica. ¿Cómo nos hacen la transferencia?
Hemos escuchado a muchos dirigentes del PP indignados con el tema de la corrupción. Le entiendo alineado con esta postura: ¿cómo se puede combatir? ¿Se está haciendo bien? ¿Se podría hacer mejor?
A mí me avergüenza la corrupción en nuestro país. Pero no sólo en el PP, sino PSOE, Podemos… No sólo en la política, en la empresa, en los sindicatos, en el fútbol, en las federaciones deportivas… Lo más importante es la forma en que se reacciona contra ella. El PP, en el Gobierno, a lo mejor lo hemos explicado de forma insuficiente y mal, pero este partido no tapa la corrupción, se combate caiga quien caiga, y lamentablemente hemos descubierto que llega a todas las capas de la sociedad, y este partido ha tomado medidas como no se habían tomado. Pero hay que ir más lejos.
¿Es más exigente con las sospechas de corrupción de otros que con la suya propia?
No. Yo creo que ningún partido está libre de corrupción y eso es triste. En Andalucía tenemos los mayores casos de corrupción, que son los ERE y los cursos de formación.
Valencia y Madrid no se quedan cortos…
Vamos a hacer cuentas. Por millones de euros, los cursos de formación son 4.000 millones de euros. Una barbaridad. Pero no puede justificarse con un “y tú más”. Lo más importante es la forma en que se combate. Por eso es tan importante esta legislatura que haya un Gobierno PP-PSOE-Ciudadanos. Yo prefiero eso que una mayoría absoluta del PP.
¿Más que PP-PSOE?
Sí, la madurez democrática que tenemos ya requiere modificaciones de calado, en la Constitución incluída, y eso requiere acuerdos de los grandes partidos.
Así que usted propone lo mismo que Albert Rivera (incorporar al PP al acuerdo PSOE-Ciudadanos), pero gobernando Rajoy.
Lógicamente, quien gana las elecciones tiene que gobernar. Pero insisto: si hubiera nuevas elecciones, aunque el PP tuviera mayoría absoluta, seguiría pensando que lo mejor sería un gobierno de los tres.
¿Existiría la posibilidad de hacer un frente común o un pacto de Estado anticorrupción que tuviera efectividad?
Ojalá. Yo creo que situaciones como la corrupción, la política antiterrorista, la educación (que no puede ser que cada ocho años cambiemos la estrategia, que es vergonzoso, y ahí está que somos el país con la mayor tasa de fracaso escolar de Europa, motivado por los vaivenes que tenemos en política educativa). Nuestro país requiere reformas electorales, muchas constitucionales… Que no las puede hacer un partido solo, aunque saque mayoría absoluta. Por eso es tan importante, no forzados por las necesidades de los nuevos tiempos que obligan a acuerdos, que gobiernen los tres.
¿Cree que habrá elecciones?
Yo creo que el señor Sánchez lo que ha planteado es “o César o nada”. O es presidente del Gobierno o desde Andalucía le están cada cinco minutos moviendo el sillón. Ha lanzado unos acuerdos imposibles.
Eso le viene bien al PP, ¿no?
No. Al PP lo que le viene bien es una estabilidad en España para que siga consolidándose el empleo y la creación de riqueza. Y creo que estamos en una situación complicada y que evidentemente un proceso electoral es una de las opciones, y posiblemente estemos abocados a ella.
¿Por qué prefiere un pacto a tres, que a dos, cuando la convivencia con uno se supone más fácil?
Depende de para qué... Depende de para qué [sonríe]
Eso es lo que quiero que me explique.
Yo creo que llegan los tiempos de rememorar la segunda transición y de los grandes acuerdos. Y cuantos más seamos en torno a la mesa, mucho mejor. En estos próximos meses se va a reformar la Constitución, el papel de la Corona, la ley electoral, la política de educación, el déficit público… Unas cuestiones que van a durar muchísimos años que habría que blindar, y cuanto más consenso haya mucho mejor.Por eso creo que lo que necesita España es un gran acuerdo vinculado a las reformas necesarias que tienen que hacerse de calado. Y una ley, como en todos los países: en Alemania gobiernan derecha e izquierda, Finlandia, Eslovenia…
¿Pero con pactos con más partidos de los suficientes para sumar?
Ahí gobiernan los que ganan las elecciones. Una ley electoral con un único artículo: el que gana al Gobierno y los otros, a la oposición.
Pero esto es un sistema parlamentario.
Estamos torciendo la voluntad ciudadana.
También el PP hace pactos…
Yo hago una reflexión general: el que gana tiene que gobernar. La reforma electoral debe ir por ahí. En Europa van en esa línea: en Grecia, el que gana gobierna, se le dan automáticamente cincuenta diputados.
Con respecto a la corrupción, se ha hablado de la limitación de mandatos, por ejemplo… ¿propone usted alguna medida concreta?
Aparte de la limitación de mandatos, que no tiene por qué estar vinculado a la corrupción, yo creo que la suspensión de militancia y de cargo, suspensión, cuando se abra juicio oral sería razonable.
Una de nuestras columnistas proponía que sean los propios partidos los que lleven al juzgado a sus manzanas podridas…
Es que eso lo dice la ley. Si tú ves que estoy cometiendo un delito tienes que denunciarme.
Eso no se ha dado. El partido siempre dice ser el último en enterarse…
El partido y cualquier español. Si tú ves a tu vecino cometer un delito no lo denuncias, pero la ley dice eso. Sería aplicar estrictamente la ley: si ves que el vecino de enfrente ha alquilado la casa y no lo declara a Hacienda tienes que denunciarlo. Pero no lo haces, no te vas a pelear con tu vecino. Esa es la verdad, esa es nuestra cultura.
Se nos acusa a los medios de que nos echamos encima de la persona investigada en un caso de corrupción. ¿No son un poco culpables los partidos por bajar el listón a medida que aparecen nuevas imputaciones?
Yo creo que hay que marcar una estrategia de corrupción común todos los partidos. No me parece justo: una imputación es una investigación, una garantía procesal para que puedas acudir al juzgado a explicarte y por eso no puedes estar condenado.
¿Veremos el caso de un partido que denuncie a un cargo o militante porque tenga pruebas de su corrupción?
No lo sé; yo sólo espero que todo este tema mejore.
“En la Diputación los portavoces de los partidos no ponemos líneas rojas”
Le iba a preguntar por la cuestión de La Térmica, que es de la Diputación pero realiza su labor en Málaga ciudad...
Y en la provincia. Sí, sí, en provincia también. La Térmica está en la capital porque la sede física es un edificio propiedad de Diputación, pero las actividades culturales que proyecta se hacen en el edificio y salen a la provincia. Hay un programa de La Térmica en la provincia con infinidad de actividades en los pueblos.
¿Es comparable el nivel de actividades que se realizan en la provincia con el de la capital?
Sí, yo creo que va en ese camino. Estamos avanzando mucho en exportar el modelo de La Térmica a la provincia. Tenga en cuenta que La Térmica como tal, el edificio, está en la ciudad. No podemos hacer otra cosa.
Usted poco después de las elecciones municipales de 2015 dijo que no descartaba acuerdos con nadie. Pero la tónica general han sido acuerdos en los municipios con otros partidos que no han incluido al PP. ¿Por qué?
Cada municipio es una realidad distinta (pausa). Pero nosotros cuando dijimos que no descartábamos acuerdos con nadie, y que el PP tiene que tener capacidad con todos, significa que tiene que tener capacidad de sentarse a hablar con todos, ser un partido con el que te sientas agusto a negociar. En la Diputación de Málaga nuestro principal socio, aunque no votó a favor de la investidura, es Ciudadanos, pero hemos acordado muchas cuestiones con otros partidos: hemos acordado políticas de vivienda con la marca de Podemos, políticas sociales con IU, y muchos temas con el PSOE.
En Diputación están las cinco fuerzas políticas, ¿cree que podría dar algún ejemplo a los políticos nacionales?
Creo que al final la ventaja que tenemos en la Diputación de Málaga es que ninguno de los portavoces con los que negociamos pone líneas rojas. Hemos sabido todos adaptarnos a los nuevos tiempos. En España no ha pasado así. Hay un señor, el señor Sánchez, que, pese a su juventud, sigue en la trinchera de la izquierda y la derecha, y eso hace muchos años que se superó con la Transición. Tiene cierta nostalgia pero es un error brutal para España.
¿Por qué en Diputación sí ha conseguido este diálogo con otros grupos, pero en una mayoría de los grandes municipios…?
Póngame usted un ejemplo concreto.
Benalmádena.
Bueno, en Benalmádena ha habido un acuerdo donde la clave ha sido Ciudadanos... Al final en los municipios más pequeños o medianos influye mucho más la relación personal entre los concejales que la ideología política. Y en el caso de Benalmádena, el portavoz de Ciudadanos era un exmilitante del PP que no tenía afinidad con la candidata del PP. Y eso hizo que fuera imposible un acuerdo. Un tema personal. Como en Nerja. O como en Marbella. Exactamente igual. No es un tema político. No sucede en la Diputación o en ayuntamientos como Málaga. Pero en municipios más pequeños sí.
Entiendo que cada caso es único, pero parece que hay una tónica general…
No. Cada caso fue lo mismo… Distanciamiento personal entre distintos concejales.
Le quería preguntar por algunos asuntos polémicos concretos en Diputación. Recientemente se ha presentado la segunda fase del Caminito del Rey, que no se va a poder visitar hasta el 22 de abril. ¿Por qué hay este lapso de tiempo?
Es absolutamente necesario y lógico. Después de un año, hacen falta tareas de mantenimiento que no se han podido hacer, después de 304.000 personas que han pasado por allí, al tiempo que adaptamos la plataforma de reservas de Diputación a la empresa concesionaria. El nuevo funcionamiento de gestión del Caminito que se hace de forma indirecta requiere esas tres semanas de ajuste. Algo lógico y razonable. Se ha elegido un modelo de gestión, que ya existe en la Alhambra de Granada, que es parecido porque son monumentos con cupos, tienes que hacer reservas previas. Este año hemos superado incluso al Camino de Santiago, que tenía 274.000 visitantes. Ese es el motivo. Nada que no sea un tema de ajuste.
¿No era posible haber realizado el ajuste con más previsión?
Es que para hacer tareas de mantenimiento hay que cerrar. No pueden estar los visitantes recorriendo el Caminito y los obreros reparando madera, o alguna verja, o alguna red. Eso no es compatible.
Creía que las tareas de mantenimiento se realizaban en paralelo.
No. Yo creo que legalmente no se puede hacer obras de reforma teniendo una actuación abierta.
¿Por qué se volvió a convocar y se modificaron los pliegos?
Fue un simple error de fechas, creo. Un error administrativo. No por otra cosa. No fue nada más. O el año, algo de eso. Un simple error administrativo, no hubo ningún tema de fondo [luego el equipo de prensa aclara por teléfono los motivos de la corrección: “Fue un error de transcripción en el documento que se envió para su publicación en el BOP. Un fallo referido al criterio del canon, sobre la puntuación”.]
En el caso del museo taurino, ¿se cometió algún error en la concesión?
El único problema que hubo allí es que durante las negociaciones y construcción de los documentos y el contrato, el titular del edificio pasó de ser el Patronato de Turismo a una empresa pública. Y hubo problemas administrativos a la hora de ajustar un contrato firmado con el patronato para adaptarlo a una empresa pública. ¿El único problema? Pues que al concesionario se le conminó a que los servicios anexos que se hacían al museo, como la restauración o el merchandasing, tienen que ser prestados por él y no subcontratados, y eso se recondujo.
¿El canon es adecuado? Se publicó que existía un informe del servicio de contratación del que podía desprenderse que podía ser superior…
El canon es el que nos han marcado los servicios de diputación. Por tanto nos hemos adaptado a la norma al cien por cien.
¿Qué novedades hay en la convocatoria para la Escuela de Arte Taurino, que se acaba de convocar?
Yo a esa profundidad no entro, porque no lo sé. Pero cada cierto tiempo se convoca un concurso para gestionar la escuela taurina y siempre la gestiona una empresa. Ahora me consta que se ha convocado y que se han presentado dos empresas.
Antes hablábamos del papel de la Diputación, y usted ha hecho declaraciones sobre esa necesidad. Pero a veces se dice que se ha desviado la función de la Diputación, que es dar servicios a los pueblos. ¿Mantener una escuela taurina y darle un presupuesto entra en esas competencias necesarias?
Yo se lo explico: nosotros no hemos elegido gestionar la Plaza de Toros. Tenemos una plaza de toros que lleva anexa una escuela taurina, pero desde hace ciento y pico años. No seré yo el que cambie esa tradición ni el que venda el edificio. Si tenemos una plaza de toros tenemos que hacerlo lo mejor posible y si existe la escuela taurina que lo haga de la forma más digna posible. La Plaza de la Malagueta es propiedad de Diputación, de ahí el motivo…Esa es la realidad. Igual que tenemos un edificio que es el Centro Cívico, ahora La Térmica, que se puede dejar vacío o convertirlo en un contenedor cultural. Pues yo prefiero convertirlo en un contenedor cultural. ¿Hay que criticar porque está en la ciudad? Critíquese pues. Pero yo prefiero un contenedor cultural con capacidad para exportar los programas a la provincia que tenerlo cerrado. Las competencias muchas veces vienen dadas.
Yo lo que le preguntaba antes es si se hace un esfuerzo paralelo…
Pues mire, es que la Diputación no es propietaria de ningún edificio como tal en ningún municipio de la provincia. La central está aquí, igual que este edificio y la sede de la Diputación. Esa es la historia que no la podemos cambiar. Nos toca irradiar el mayor número de políticas y estrategias a la provincia.
Con la adjudicación de los puestos gastronómicos, le vuelvo a hacer la misma pregunta…
Pues es la misma respuesta.
¿Hubo algún error?
El error fue del empresario. Se le conminó a que se adaptara a la norma. Igual que en el Museo Taurino: lo que le permite la norma es prestar un servicio de restauración vinculado a la oferta cultural de la Plaza de Toros, pero tiene que prestarlo él, no lo puede subarrendar.
Hay un informe de enero de 2015 en el que se exponían ciertos motivos que luego fueron utilizados por la Diputación. ¿Por qué se tardó tanto?
Porque hubo informes contradictorios entre miembros de la casa. Hubo informes que dijeron que sí se podía subarrendar y otros que dijeron que no. Al final optamos por la Secretaría general, que nos dijo que no. Y lo que hicimos automáticamente, porque es el máximo órgano jurídico, es instar que se adaptara a la norma que nos marcó la Secretaría general. En estos temas la oposición ha buscado conflicto, y yo no lo veo.
Ya, pero durante un tiempo se hizo caso a un informe y luego se cambió de criterio. ¿Por qué?
Porque los dos informes eran contradictorios. Y le he dicho que el informe superior es el que me valía. Hemos hecho muchas cosas buenas también, ¿eh?
Seguro que sí, pero yo voy a insistirle con estos temas.
Y yo encantado de responder.
¿Qué se está haciendo por parte de la Diputación para reducir los cargos de confianza?
Los cargos directivos son necesarios en cualquier administración y que sean de confianza es absolutamente lógico. En cualquier caso, nosotros dentro de nuestro acuerdo de investidura hemos reducido una barbaridad, pero los cargos actualmente son catorce, creo. Uno por área. Algo razonable. En una provincia con dos millones de personas. La ley nos permite veintitantos. Se ha reducido mucho.
¿Cómo encaja esto con la prórroga de una comisión de servicios de una persona que es conductor, un caso que la oposición acaba de denunciar?
Los funcionarios tienen derecho a las comisiones de servicio y a la movilidad funcional y geográfica. Lo marca la ley. Yo no soy nadie para limitar a un funcionario su capacidad y sus derechos. Igual que un funcionario puede ser adscrito al Ayuntamiento, a la Diputación… También hay comisiones de servicio de otras administraciones. Es un derecho de todos los funcionarios y no somos nadie para quitar derechos a los funcionarios.