Rubén Manso, nuevo coordinador del programa económico de Vox y candidato número dos al Congreso en la lista por Málaga, es un economista autodenominado “ortodoxo” y “liberal” que lleva años participando en conferencias, entrevistas o programas de televisión. Son públicas sus intervenciones en el programa de Canal Sur Pido la palabra, donde analiza el papel del Banco de España en la crisis bancaria española, o una charla con Antonio García-Trevijano para Libertad Constituyente TV, donde se declara contrario a la progresividad en el IRPF.
La tesis contraria al principio de la progresividad fiscal del nuevo responsable de Vox está desarrollada en un texto titulado Modelo productivo, déficit público y sistema de protección social y publicado en Dendramédica, una revista de Humanidades ya extinta. La progresividad implica que a mayores ingresos se pague un porcentaje mayor en el Impuesto sobre la Renta. “El reparto de las cargas públicas tiene que abandonar el absurdo de la progresividad”, defiende Manso, que ofrece dos motivos para ello. De un lado, porque desincentivaría el esfuerzo. De otro, porque castigaría el ahorro.
La progresividad como criterio general está consagrada en el artículo 31 de la Constitución, que señala que el sostenimiento del gasto público se realiza de acuerdo con la capacidad económica “mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad”.
“No puede seguir afirmándose que el esfuerzo tiene que ser igual para todos los individuos en términos marginales”, escribe el economista, que añade: “Discriminar a los individuos en función de sus ingresos, en lo impositivo y en muchas otras cosas más (…) conduce a que desiguales niveles de esfuerzo y mérito, que generan desiguales niveles de ingresos, produzcan iguales niveles de consumo y ahorro”. La tesis de Manso es que el esfuerzo tiene una correlación perfecta con los ingresos.
En ese texto, Manso desarrolla las ideas que expuso en la charla de la que eldiario.es informó este jueves, en la que afirmó: “El Estado no tiene que ser ni el provisor de la Educación, probablemente, ni el provisor de la Sanidad. Punto. Y se quita todo el gasto de golpe”. Para el economista, el papel del Estado es auxiliar a los ciudadanos pagando estos servicios al sector privado. “Pero esto no supone que deba pagarlo todo”, advierte, “sino sólo el importe hasta donde no alcancen los recursos del ciudadano auxiliado”.
La pensión pública, un freno
Manso explica que como premisa, habría que redefinir el concepto de “necesario”, partiendo de una “concepción austera del concepto ”necesidad“”. Y pone dos ejemplos: “Se entiende muy bien que los servicios médicos necesarios incluyen una operación de apendicitis, pero no una corrección del desalineamiento dental. O, qué decir del cambio de sexo”.
Para el economista y teniente en la reserva, los ciudadanos deben procurarse la Educación, la Sanidad y la jubilación como parte de su responsabilidad individual. “Deben ser los individuos los que se procuren estos bienes en el mercado con su esfuerzo, con sus propios recursos y, cuando ello no fuera posible, con la ayuda pública”, señala, antes de advertir que la pensión es un freno al movimiento libre de las personas, “que se encuentran prisioneras del Estado que parece asegurársela”.
Por último, Manso compara el Estado autonómico con “esos adolescentes de más de treinta años que se apalancan en casa de sus padres”, y aboga por que “mientras mantengamos comunidades autónomas (o entes regionales similares) con soberanía en las decisiones de gasto”, estas establezcan los impuestos que quieran, pero sin “gozar ni del aval, explícito o implícito, de la Administración Central, ni del privilegio de inembargabilidad de sus ingresos y activos”.
Según El País, este texto firmado por Manso fue pronunciado en un foro público en presencia de los principales dirigentes de Vox. Este medio ha pedido al economista comentar el contenido del texto, de momento sin respuesta.
“Lo que defiendo es una vuelta a las tradiciones de Occidente”
Rubén Manso desarrolló algunas de estas ideas en una charla celebrada organizada por la Asociación Española de Metales Preciosos en noviembre de 2012, en la que se centró en la conveniencia, a su juicio, de regresar al patrón oro. En esa intervención, Manso expuso su hipótesis sobre las últimas crisis económicas, que se habrían generado por los “déficits continuos” derivados del abandono del patrón oro. Esto habría favorecido la aparición de “burbujas controladas” en sectores como el de la vivienda.
“Yo soy de la opinión de que la fuerte pérdida de poder adquisitivo de los salarios en los últimos 30, 35 o 40 años es una de las cosas que ha favorecido la expansión crediticia”, señaló en esa charla. Poco antes, sin embargo, duda que esa pérdida del poder adquisitivo haya ocurrido en los últimos tiempos: “No tengo la sensación de que 1.000 euros durante los últimos cinco o seis años haya ido perdiendo poder adquisitivo a razón del 2%”.
Manso se define como liberal en lo económico, pero no en lo político. “Yo soy un tradicionalista. Yo lo que defiendo es una vuelta a las tradiciones de Occidente, que es básicamente la responsabilidad individual”. Para el economista de Vox, el exministro Luis de Guindos es “liberal pero poco”: “Es liberal, pero con timidez”.
Vox anunció este jueves que Rubén Manso, inspector del Banco de España en excedencia y analista financiero, será el coordinador de su programa económico, que el partido aún no ha desvelado. El documento Modelo productivo, déficit público y sistema de protección social termina con tres claves “esenciales” de su pensamiento económico: “Una menor intervención pública a la par que una mayor responsabilidad individual”; unos impuestos limitados, para que los ciudadanos “puedan tomar más decisiones sobre su vida”; y un Estado limitado en su actividad y en sus ingresos.