10 parámetros que dibujan que somos más pobres que hace una década
Con cuatro años ya de crecimiento del PIB, la mayoría de los parámetros que miden la economía de las familias españolas sigue estando peor que hace una década. De manera global, para volver a los valores anteriores a la crisis es necesario reducir en España en casi dos millones el número de personas en riesgo de pobreza y en Andalucía, en más de medio millón.
“La crisis no sólo ha incidido en un aumento de la exclusión social, sino que ha aumentado las diferencias territoriales en España”, subraya el último informe de la plataforma Observatorio de la Desigualdad en Andalucía. Esto pone de manifiesto que no es coyuntural, “sino un estado en el que Andalucía continúa instalada de manera secular”. La estructura de su economía y su elevada tasa de paro hacen que lidere los parámetros que miden la pobreza, habiendo incluso empeorado su posición en el ránking si se compara con hace 10 años, lo que provoca una mella considerable en el bienestar de sus habitantes. Vemos a continuación 10 variables que lo demuestran.
Tasa de riesgo de pobreza
Con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de riesgo de pobreza en Andalucía era en 2008 del 27,3%, siete puntos y medio por encima de la media de España (19,8%) y sólo superada por Canarias, Ceuta y Extremadura. El pasado año se cerró con una tasa de riesgo de pobreza del 31,0% en Andalucía, casi cuatro puntos peor que en 2007 y lo que la aleja todavía más de la media nacional (21,6% actualmente). O lo que es igual: si hace 10 años las personas en riesgo de pobreza -las que viven con menos de 8.209 euros por año- en la comunidad autónoma no llegaban a los dos millones, hoy superan los dos millones y medio, según datos del Instituto de Estadística de Andalucía (IECA).
Tasa Arope
Peor es la radiografía si se usa la tasa Arope (At Risk Of Poverty and/or Exclusion), que emplea el indicador también de pobreza relativa, es decir, personas que cumplen por lo menos cuatro de nueve parámetros de carencia (no pueden permitirse ir de vacaciones una semana; una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; mantener la vivienda con una temperatura adecuada; gastos imprevistos; disponer de un automóvil; ni teléfono; ni televisor; ni lavadora; y sufren retrasos en el pago de la vivienda). La tasa Arope en el conjunto del país se ha situado en 2017 en un 26,6. Casi tres puntos peor que hace 10 años. En Andalucía, la tasa Arope se situó el último año en 37,3, 10 puntos más que la media nacional. En 2008, con el inicio de la crisis, era del 31,6. O lo que es igual, tres millones y medio de pobres con este índice como referencia.
Población en situación de carencia material severa
Sí se ha conseguido volver a las cifras previas a la crisis en el parámetro población en situación de carencia material severa, también según el INE, dado que entonces era un 5,4% y la última cifra es de 5,2%, después de haber rozado los 10 puntos en los peores momentos de la crisis.
Hogares sin empleo
En paralelo, se ha duplicado, según las mismas fuentes, la población de de 0 a 59 años que vive en hogares sin empleo o con baja intensidad del mismo (sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de su potencial durante el año de referencia). En 2008 en Andalucía suponían un 10,1% y en 2017, 21,9%, el doble. En el conjunto de España las cifra son más bajas pero también se han duplicado: 6,6% en 2008 pasando a 12,8 en 2017.
Renta media por persona
La renta media por persona en Andalucía, igualmente según el INE, era con el cierre de 2017 de 9.116 euros, por lo que apenas ha mejorado, dado que cuando se inició la crisis se calculaba en 9.007. En el conjunto de España, el parámetro ha crecido tres veces más: de 10.737 euros a 11.074. Pero la renta media por unidad de consumo es incluso peor que hace 10 años en Andalucía, 13.709 frente a 13.859, mientras que en España ha mejorado: de 16.190 a 16.390.
Renta media por hogar
No sale mejor parada si se miran los datos del INE relativos a la renta media por hogar en las comunidades autónomas. En 2008 era de 25.248 euros por año en Andalucía, cerrándose 2017 con 23.699. Más de 1.500 euros por hogar perdidos en el poder adquisitivo. En el conjunto de España, la caída de la renta media por hogar ha sido menor: de 28.787 euros en 2008, se ha pasado a 27.558 el último año.
Gasto medio por persona
Mirando el gasto medio por persona, que también calcula el INE, el panorama es de muy lenta recuperación. En 2017 en España fue de 11.726 euros, ligeramente por encima de la cifra de 2007: 11.673. En Andalucía, el gasto medio por persona en 2017 fue de 10.555 euros, sólo por delante de Canarias, Castilla La-Mancha, Extremadura, Ceuta y Melilla. Supone también un ligero incremento con respecto a 2007: 10.384 euros, y por delante de los mismos territorios.
Gasto medio por hogar
No obstante, el gasto medio por hogar al año continúa por debajo. En 2017 en España fue de 29.188,19, frente a los 31.701,36 de 2007. En Andalucía ha pasado de 29.595,55 a 27.455,86 en el periodo. O sea, cuentan con una media de 2.000 euros menos por ejercicio, también según el INE.
Municipios con menos renta por habitante
Otro indicador para fijarse: el Urban Audit recientemente publicados por el INE, que evalúa los municipios de más de 20.000 habitantes. Nueve de las 10 ciudades con menor renta por habitante del país están en Andalucía, encabezando el ranking negativo Níjar, Los Palacios y Villafranca, Alhaurín el Grande, Vícar y Barbate. Como también lo son, según el mismo estudio, ocho de las 10 ciudades con mayor tasa de paro en 2017: Linares, Córdoba, Sanlúcar de Barrameda, La Línea de la Concepción y Jerez de la frontera, a la cabeza. También en el estudio que hace el INE de núcleos urbanos, Andalucía sale la peor parada: tiene 11 de los 15 barrios más pobres de España, siete de ellos, en Sevilla.
Desahucios
En todo este tiempo, un drama, los desahucios, la imagen de la crisis. Los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) relativos a ejecuciones hipotecarias cifran las de 2017 en un total de 51.999 en España de las que 13.644 fueron en Andalucía, seguida de Comunidad Valenciana, con 10.212. Fueron 4.595 las ejecuciones hipotecarias en Andalucía en 2007, también según el CGPJ, lo que da idea del empuje de este problema. Entre 2007 y 2013 se produjeron un total de 121.279 en la comunidad autónoma, y no fue hasta 2014 cuando comenzó a bajar el número, si bien todavía está muy por encima de la situación previa a la crisis. Para ver la evolución por años, hay que recurrir a las antiguas estadísticas del CGPJ donde recoge sólo ejecuciones hipotecarias iniciadas y que se cifran de la siguiente manera en España: 25.943 en 2007, 58.686 en 2008, 93,319 en 2009, 93,622 en 2010, 77.854 en 2011, 91.622 en 2012, 82.680 en 2013, 80.749 en 2014, 68.165 en 2015, 48.410 en 2016 y 60.754 en 2017.
La capacidad de respuesta
En este contexto, la respuesta de las principales organizaciones que trabajan para hacer frente ha tenido que multiplicar sus esfuerzos. Basta con fijarse en las cifras de tres de las principales.
En el caso de Cruz Roja Española en Andalucía (CREA), atendió en 2017 a 371.584 personas necesitadas de intervención social, una cifra que supone el triple que 10 años antes (108.079). Igualmente, atendió a 144.275 de ellas en situación de extrema vulnerabilidad, cuando en 2008 fueron 21.968, según la memoria presentada por la presidenta de CREA, María del Mar Pageo.
Mientras, la evolución de las personas atendidas por Cáritas en Andalucía, así como la inversión de esta organización para ello, también muestra una tendencia claramente ascendente en la última década, con casi un 50% más de beneficiarios, pasándose de 228.825 personas en 2008 a 342.893 en el último balance. La inversión en la comunidad autónoma, a su vez, ha pasado de 22,5 millones de euros a 39,4, según datos facilitados por la organización, mientras que han crecido casi un 50% sus voluntarios en el mismo periodo: de 8.875 a 13.252.
“Estamos ante una pobreza que además cada vez se hace más estructural en Andalucía. Hay tres millones y medio de andaluces que viven en situación de exclusión social”, lamenta Mariano Pérez de Ayala, director de Cáritas en Sevilla. Incide, pues, en que “la incipiente recuperación económica no corre en paralelo con la superación de la crisis social ya que los colectivos más necesitados siguen sin poder beneficiarse”, a la vez que el empleo “ya no sirve de garantía para dejar de ser pobre”.
De su lado, la Federación de Alimentos de Bancos de Andalucía, Ceuta y Melilla, atendió en 2017 a 409.320 personas. En el conjunto de España, el número de personas que dependen de los bancos de alimentos se sitúa por encima del millón y medio, el doble que hace una década. Y hay menos para tantos. En 2007: 105 kilos de media repartidos por persona. En 2017: 85.
El presidente de la federación, Pedro Mariscal, explica que ya se tocó fondo con la crisis, pero el recuperación ha llegado de momento “sólo a las clases más altas o medias altas, por lo que el nuevo perfil de pobre que se generó con la recesión continúa siendo una realidad”. Por eso insisten en que queda mucho para volver a las cifras de antes de la crisis: “La necesidad no ha desaparecido y la mejora económica está llegando más tarde a la población que nosotros atendemos”.
Mientras, desde la Junta de Andalucía destaca el incremento en las partidas destinadas a la renta mínima de inserción en sus diferentes denominaciones. En 2008, el número de solicitudes presentadas fue de 29.134, según datos de la Junta de Andalucía, mientras que en 2017 se elevó a 45.889. En cuanto a las concedidas, fueron 18.392 en 2008, mientras que una década después han sido 10.000 más, 29.337, de acuerdo con el último balance presentador por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales. Esto ha obligado a multiplicar el presupuestos para programas de solidaridad de la Junta de Andalucía: de 38,9 millones de euros en 2008 a 90 en 2017, último ejercicio cerrado.