Juan Manuel Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y candidato por el Partido Popular, pretende emular la política fiscal autonómica que abandera Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. La competencia fiscal mediante la bajada o la supresión de determinados impuestos es, según Moreno, la fórmula más eficaz para competir en un mundo globalizado. “La próxima legislatura nos vamos a igualar fiscalmente a la comunidad autónoma de Madrid”, ha dicho en un encuentro-coloquio titulado “El desafío andaluz”, organizado por Diario Sur.
El candidato popular ha realizado esta promesa en un acto de precampaña al que había acudido buena parte del poder municipal del Partido Popular en Málaga, así como una nutrida representación del poder económico. Ante empresarios y políticos, “jugando en casa” (según ha bromeado), Moreno ha glosado los datos y avances que, asegura, están permitiendo que Andalucía compita a nivel internacional por captar inversores y proyectos.
Competir con Madrid
“Nos comparamos con los grandes. ¿Quién es la primera en crecimiento? Pues queremos competir con Madrid. Y para eso tenemos que estar en igualdad de condiciones. Tener la misma fiscalidad”, ha avanzado el candidato popular, que a continuación ha explicado que esta bajada impositiva tendría como finalidad principal la de facilitar inversiones: “El inversor se puede ir a Portugal, Marruecos, Madrid o Indonesia. Lo que tenemos que hacer es competir y ofrecer oportunidades: bajadas de impuestos con menos trámites administrativos. No hay otro camino. Esas son las fórmulas que funcionan”.
Antes, Moreno había defendido el inicio de esta senda de rebajas fiscales durante la legislatura que ahora termina. En estos tres años y medio, se ha eliminado el impuesto de sucesiones y donaciones, rebajado el impuesto de transmisión patrimonial y actos jurídicos documentados, y recortado tres puntos en el tramo autonómico del IRPF para rentas superiores a 120.000 euros anuales y medio punto para las rentas más bajas. La Ley de Tributos Cedidos, aprobada por PP, Ciudadanos y Vox en el último tramo de la legislatura, también incorporó una deducción en IRPF por los gastos escolares para rentas de hasta 80.000 euros, generando un notable revuelo.
El presidente Moreno contrapone este modelo fiscal a la propuesta del PSOE de recuperar al Impuesto de Sucesiones. El interés de los socialistas por recuperar la situación que dejó Susana Díaz (es decir, un mínimo exento de un millón de euros para las herencias de familiares de primer y segundo grado) está siendo utilizado por el PP para construir un marco sobre el que pivotar uno de los ejes de campaña. “Cualquier subida de impuestos es dañina, y solo oigo a los rivales políticos de subidas de impuestos”, ha dicho Moreno, que estos días dice con gusto en que “agradece la honestidad” de la oposición.
La tesis del crecimiento de los contribuyentes
El PP andaluz insiste en que la “reforma fiscal” ha atraído a 280.000 “nuevos contribuyentes”, con un incremento de casi 1.000 millones de euros de recaudación de IRPF. Es una idea que acompaña de un eslogan: “Bajada masiva de impuestos”. La tesis del Gobierno andaluz saliente es que, al eliminar sucesiones y donaciones y reducir otros impuestos, se ha generado un atractivo para que quienes antes se empadronaban en Madrid u otras comunidades ahora lo hagan en Andalucía, porque pueden y así lo han decidido: casi 300.000 personas.
No obstante, los datos muestran que el incremento de contribuyentes en Andalucía comenzó antes de la llegada del PP y Ciudadanos al poder, coincidiendo con el ciclo de crecimiento económico, y que discurre en paralelo al incremento del número de trabajadores que, como tales, están obligados a presentar su declaración de la renta. En 2018, bajo el gobierno socialista (es decir, antes de la “reforma fiscal”) hubo 138.000 contribuyentes nuevos que aportaron 405,8 millones de euros más por IRPF respecto al ejercicio anterior.
Cambio de “inercia”
Moreno ha realizado este anuncio en una presentación en Málaga, donde se ha presentado como el abanderado de un Gobierno capaz de cambiar la “inercia” derrotista de la comunidad por una actitud “moderna, pujante y ambiciosa”. “Durante la pandemia, España se hundió el PIB un 11%, en Andalucía menos, el 10%. Es un dato curioso: normalmente cuando España va mal, Andalucía va peor”.
Moreno dice que los datos le avalan y muestran también un crecimiento cuatro décimas superior a la media española en el primer trimestre de 2022, impulsado por los autónomos (el 46,8% de los nuevos autónomos de España), las empresas (10.393 más que hace un año) y los trabajadores.
En estos años se habría producido un cambio de paradigma y de mentalidad. “Siento que hay sensación de orgullo andaluz, de autoestima creciente”, que tendría reflejo también en las zonas rurales, donde muchos habrían pasado “de la economía pasiva a la activa”. “Andalucía era un gigante dormido. Es un Fórmula 1, solo necesitaba una buena escudería, un buen piloto y el hambre de ganar las carreras. Había mucho conformismo, y nosotros tenemos ambición”.