En los últimos años la ciudad de Ceuta ha sido protagonista de importantes sucesos migratorios y la llegada y posterior estancia de menores sin la compañía de un referente adulto, la mayoría marroquíes, ha acaparado gran parte de la atención de la sociedad y de los medios de comunicación. El estigma social y los prejuicios acompañan a estos niños y niñas durante buena parte de su estancia en nuestra ciudad y, muchas veces, se intensifica cuando se hacen adolescentes, lo que dificulta aún más su proceso de inclusión.
Cuando estos jóvenes cumplen los 18 años quedan automáticamente fuera del sistema de protección de la infancia y pasan a ser jóvenes extutelados, debiendo hacer frente en ese momento a una emancipación demasiado temprana rodeada de incertidumbres y dificultades. Si ya de por sí la juventud se enfrenta a grandes obstáculos para poder independizarse, los y las jóvenes extutelados se ven obligados a hacerlo a los 18 años sin contar con redes de apoyo sólidas que los acompañen en ese proceso.
Problemas que dificultan su emancipación y su inclusión social
Por un lado, para los y las jóvenes que se encuentran en situación administrativa regular, a pesar de que la reciente modificación del Reglamento de Extranjería ha supuesto una mejora importante para la juventud ex tutelada, ésta deja sin resolver algunas cuestiones que desde la Delegación de Ceuta de Andalucía Acoge se acompañan ofreciendo asesoramiento jurídico y también, actuando a través de las distintas vías jurídicas y de incidencia para intentar que la Administración no se aparte bajo ningún concepto de los criterios estrictamente legales y reglamentarios a la hora de acompañar administrativamente a estos jóvenes.
La escasez de recursos para la emancipación impide su inclusión interrumpiendo el acompañamiento que se les brindaba cuando estaban bajo el sistema de protección de la infancia
La situación empeora para aquéllos y aquéllas que al cumplir los 18 años, devienen en situación administrativa irregular al no haber podido acceder o renovar su permiso de residencia. Para estas personas el margen de movimiento es bastante escaso, ya que en Ceuta existen muy pocos recursos para la emancipación que les permitan solucionar su situación. Las alternativas que se les abren entonces se reducen por un lado, a las pocas posibilidades que tengan de llegar a la península, por otro, de regresar a su país de origen y por último, muchos de ellos no tienen otra opción que realizar este viaje a la península de manera clandestina.
Compromisos y garantías para una exitosa emancipación
Desde la delegación en Ceuta de Andalucía Acoge se tiene claro que esta escasez de recursos para la emancipación impide su inclusión interrumpiendo el acompañamiento que se les brindaba cuando estaban bajo el sistema de protección de la infancia. Por tanto, es de vital importancia que las instituciones públicas muestren un firme compromiso para garantizarles un exitoso proceso de emancipación.
A finales del año pasado se acogieron otros 221 menores en la misma situación y en 2024 ya son más de 100 las personas menores que han llegado a Ceuta rebasando la capacidad del sistema existente
Y para ello es fundamental promover y fomentar medidas que sirvan para mejorar su salida del sistema de protección, flexibilizando la edad de su salida, potenciar los recursos de formación y de inclusión laboral, siendo adaptados a la situación actual del mercado laboral. Sin olvidar, también, la importancia de fomentar y garantizar la atención individual de estos y estas jóvenes durante su proceso de emancipación, con la elaboración de planes de intervención individualizados y, por supuesto, ofrecer mayores recursos habitacionales, ampliando las plazas de los pisos de emancipación, para que ningún o ninguna joven lleguen a estar sin un hogar.
La situación de los menores en Ceuta
Por último, merece la pena detenerse en realizar un breve recorrido sobre algunos datos estratégicos acerca de la llegada de menores y adolescentes sin referentes familiares a Ceuta. En este sentido, especialmente dura y complicada fue la crisis vivida en Ceuta en mayo de 2021 cuando, según los datos ofrecidos por la Delegación de Gobierno de Ceuta, entraron más de un millar de menores de edad sin la compañía de un referente adulto. A finales del año pasado se acogieron otros 221 menores en la misma situación y en 2024 ya son más de 100 las personas menores que han llegado a Ceuta rebasando la capacidad del sistema existente. Es clave que la administración se aplique en ofrecer una garantía en la protección de sus derechos, así como una adecuada gestión y reparto de recursos y desde aquí insistimos en la importancia de hacerlo.
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