El territorio español ha sido, hasta la década de los ochenta del siglo pasado, un territorio emigrante. En la actualidad es un país receptor. Según el Informe del Observatorio Permanente de la Inmigración (2012), el número de personas extranjeras residentes en España ascendía a 5.333.805. Casi el 49% del total son mujeres. La procedencia de éstas son: Paraguay, Brasil y República Dominicana.
La inmigración unida a los medios no ha sido objeto prioritario de estudio en nuestro país hasta hace relativamente poco tiempo. Es en la primera década del siglo XXI cuando la comunidad científica manifiesta un acertado interés, especialmente a través del análisis de informativos (audiovisuales y escritos), de series de ficción televisadas y cine.
Nos hacemos muchas preguntas relacionadas con estos datos que van más allá de si se está feminizada la emigración. En el estado español, las mujeres que se encuentran en el tramo de edad de 20 a 29 años son ya mayoría frente a los hombres. Las preguntas a las que nos gustaría responder están vinculadas con estas dos: ¿qué mirada mantiene el cine? ¿la realidad y la ficción coinciden en sus maneras de plantear cuestiones relacionadas con el tema?
Hemos acotado la búsqueda de película utilizando cuatro parámetros consecutivos: a) con protagonismo de una inmigrante, b) en el cine europeo e iberoamericano, c) largometrajes: documental y ficción exhibidos en salas comerciales, d) estrenado entre 2005 y 2012.
Encontramos las siguientes películas, a las que hemos aplicado una ficha para el análisis de su contenido:
Princesas (España, 2005. Fernando León de Aranoa)
Agua con sal (España/Puerto Rico, 2005. Pedro Pérez-Rosado)
Ghosts (Gran Bretaña, 2006. Nick Broomfield)
Mi vida dentro (México, 2007. Lucía Gajá)
En la vida (Francia, 2007. Philippe Faucon)
Voces (España, 2007. Mabel Lozano)
Un novio para Yasmina (España, 2008. Irene Cardona)
Retorno a Hansala (España, 2008. Chus Gutiérrez)
Rita y Li (Argentina, 2010. Francisco D’Intino)
Las chicas de la 6ª planta (Francia, 2012. Philippe le Guay)
Evelyn (España, 2012. Isabel de Ocampo)
El análisis de contenido nos ha permitido valorar la nacionalidad de las inmigrantes, encontrando que cuatro de las once películas hacen referencia a latinoamericanas (de Perú con Elevyn; de Cuba con Agua con sal y de República dominicana con Princesas; de México con Mi vida dentro). En Rita y Li, Rita es paraguaya). Tres están centradas en la historia de mujeres norteafricana (Retorno a Hansala; Un novio para Yasmina y En la vida). Dos se centran en inmigrantes chinas (Ghosts y Rita y Li). Una en inmigrantes españolas (Las chicas de la 6ª planta). El documental de Mabel Lozano da la voz a rumanas.
Partiendo del presupuesto de que las mujeres se adaptan mejor a situaciones desfavorables, consideramos que estas películas pueden mantener una mirada relativamente optimista. Si reconocemos la capacidad de adaptación que tenemos las mujeres para salvar situaciones desfavorecedoras, la ficción plantea a mujeres que logran salir “airosas” de situaciones laborales o personales absolutamente nefasta. A pesar de las circunstancias adversas, en Las chicas de la 6ª planta se trasluce complicidad, alianzas… que las fortalece porque les permite cambiar su realidad. Va más allá que la pura solidaridad. En los otros títulos se percibe un sabor agridulce pero no dejan de envolver con un talante semi-vencedor a las protagonistas. Aunque queremos explicar/matizar esta última afirmación porque, a veces, ese “talante vencedor” es venenoso, como en el caso de Princesas. En este caso, pues, aunque las mujeres puedan salir relativamente airosas, no deja de resultar un mensaje perverso envuelto de progresismo barato muy cercano al que mantienen esos neomachistas escurridizos, usando palabras de la escritora Laura Freixas.
Por eso consideramos que, en paralelo, se refuerza el prejuicio sobre las inmigrantes al subrayar una situación laboral donde la cualificación brilla por su ausencia; donde el territorio al que “naturalmente” pueden acceder es obsceno. Esto tiene el peligro real de asentar prejuicios sociales de género con consecuencias pedagógicas tremendas. Puede verse que todos son trabajos no cualificados. En el caso de Agua con sal, se explicita que la protagonista tiene estudios pero que no le sirven de mucho porque se pierde en una ciudad devoradora y cruel. También queda explicitado el nivel académico en Un novio para Yasmina. A la vez, subrayar esa permanente unión entre el cuidado de otras personas y las mujeres sigue resultando “agotador” además de prejuicioso y, por tanto, tremendamente injusto.
Nos parece fundamental destacar que el tema de la prostitución está presente cuando se une inmigración y género. Al estudiar inmigración e informativos de televisión, las conclusiones a las llegamos no han dejado lugar a la duda: ilegalidad, delincuencia y/o exotismo. Aunque cuando los informativos hablan de inmigración y mujeres, la prostitución entra en escena. En el cine hemos encontramos tres películas con posturas abiertamente diferentes (la de León de Aranoa y las de Isabel de Ocampo y Mabel Lozano). Evelyn o Voces no promueven la fácil y horrible conclusión de que las inmigrantes optan por la prostitución porque es un territorio cómodo para escapar de la pobreza. Justo lo contrario, yendo más allá de la denuncia.
Trinidad Núñez Domínguez es psicóloga e investigadora española, especializada en psicología social. Profesora titular de la Universidad de Sevilla