Así lo ha explicado a Europa Press el director del CAHA, José María Quintana, quien ha señalado que se ha propuesto a los empleados una serie de medidas a causa del recorte presupuestario sufrido por el centro y que ha situado entre un 10 y un 15 por ciento. Entre estas medidas, según ha apuntado, se encuentra una merma salarial entre el personal del centro así como cambios en sus condiciones laborales.
No obstante, el director ha indicado que resulta “imposible” saber hasta el final de las negociaciones a cuánto ascenderá el recorte salarial de cada investigador y empleado del observatorio. “Se trata de que los trabajadores tengan un salario justo y de que la institución no desaparezca”, ha dicho Quintana.
Las negociaciones arrancaron el pasado 16 de septiembre y cuentan con un plazo de dos semanas para alcanzar un acuerdo entre la parte social y empresarial. En este sentido, el proceso se presenta un paso previo a un posible expediente de regulación de empleo, que podría alcanzarse en caso de no llegar a un acuerdo satisfactorio, si bien Quintana ha indicado que la plantilla ha manifestado su intención de ser “flexible” en las negociaciones.
“No quiero pensar ni que lo son ni que lo quieren ser. El resultado de la negociación dirá cómo son y cómo quieren ser”, ha dicho el director del CAHA sobre los empleados del Observatorio después de apuntar que las nóminas de los empleados se verán alteradas con respecto a los meses anteriores, aunque serán salarios “justos y ajustados”, según ha explicado.
Quintana, quien no ha podido precisar la propuesta efectuada por la dirección del centro a los trabajadores, sí ha especificado que la institución ha recurrido a “una empresa especializada” para plantear nuevas condiciones laborales y llevar la negociación con los trabajadores, quienes de momento estudian sus alternativas en el centro.
Con esto, el director de Calar Alto acudirá el próximo 23 de septiembre al comité ejecutivo de la entidad donde, entre otras cuestiones de carácter científico-técnico, tendrá que dar cuenta también del avance de las negociaciones con los trabajadores y de la posición del centro.
CAÍDA DE LOS PRESUPUESTOS
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Sociedad alemana Max Planck (MPG) alcanzaron en marzo de este año un acuerdo para que el Observatorio continuara abierto hasta 2018, si bien dicho acuerdo --que venía a suplir una adenda anterior-- supuso un recorte presupuestario para el centro que limita el uso de su instrumentación compuesto por tres telescopios de 3,5 metros, 2,2 metros y 1,23 metros, en diversas investigaciones astronómicas.
Así, el propio Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), como instituto de referencia para el desarrollo y la gestión científica del observatorio de Calar Alto, señaló la limitación presupuestaria en un 67 por ciento al entender que reducía la actividad científica, impide la utilización de instrumentación recientemente desarrollada y financiada para Calar Alto y contempla el cierre de la instalación en 2018.
El IAA ya apuntaba al respecto que, según el convenio original, el CAHA tenía presupuestados 4,78 millones de euros para 2013, pero la cantidad se ha reducido a 2,1 millones, que a partir de 2014 pasarían a 1,6 millones.