Diez meses sin cobrar, o lo que es lo mismo, una sola nómina firmada en todo 2014. Lo de los trabajadores de la Escuela de Hostelería de Islantilla comienza a ser “para hacer una locura”, como explica uno de sus portavoces, pero sin llegar a aplicar el dicho de “mal de muchos consuelo de tontos”. Si lo aplicasen, los trabajadores y proveedores se consolarían con la situación del consorcio del mármol de Almería, con 11 nóminas por cobrar, todo lo del presente año.
Es cierto que lo de Islantilla es lo que más está sonando, sobre todo porque el nivel de inserción social de esta escuela roza el 100 %. Pero lo de los diez consorcios que funcionan dependientes de la Junta (antes de Empleo y ahora de Educación) penden de un hilo si no se le da una solución cuanto antes.
La Red de Consorcios Escuelas de Formación para el Empleo en Andalucía está integrada por Mármol en Fines (Almería); Hostelería en Cádiz; Joyería en Córdoba; Madera en Encinas Reales (Córdoba); Artesanía, Restauración y Rehabilitación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural en Granada; Hostelería en Islantilla (Huelva); Hostelería y Turismo en Puente del Obispo (Baeza, Jaén); Hostelería en Benalmádena (Málaga); La Cónsula (Hostelería) en Málaga, y Artesanos en Gelves (Sevilla).
Los trabajadores han denunciado que la Consejería de Educación, Cultura y Deporte les adeuda las nóminas, sin tener noticias aún, en el caso de Islantilla, de cuándo cobrarán ni de qué pasará con el plan formativo del presente curso. De todas las escuelas que forman parte del consorcio, solo La Cónsula malagueña está al día de las nóminas de los trabajadores. A los proveedores de todas ellas les adeudan casi todo 2014.
Según señalan, les han dicho solamente que desde el 1 de enero próximo pasarán a depender de la Agencia Pública Andaluza para la Educación y la Formación (Apaef), tras la desaparición del ente público andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE), “pero no sabemos en qué condiciones pasaremos, ni si nos pagarán lo que nos deben antes de empezar el nuevo periodo”.
Mediante el nuevo modelo de gestión, los consorcios como el de Islantilla ya no dependerán de la subvención anual de la Junta sino que será la propia administración la que asegure directamente con fondos propios, un nuevo formato que, según explican desde la Escuela, “hará que trabajemos con un nuevo formato, pero sin saber cuándo cobraremos los atrasos, ni si los cobraremos todos juntos o poco a poco”.
Pendientes de intervención
¿Qué está retrasando que todo se ponga al día? Aparentemente, sólo una firma. El pasado 21 de octubre, el Consejo de Gobierno aprobaba las normas para la puesta en marcha del nuevo modelo de gestión de los Consorcios Escuela de Formación Profesional para el Empleo, que se aplicará desde enero y con el que dichos entes ya no dependerán de una subvención anual, sino del presupuesto de la Junta.
Esto es que sus trabajadores no tendrán que preocuparse cada final de año por que se apruebe una subvención, sino que su dinero saldrá de la caja central cada mes. El nuevo modelo ya no cuenta con la participación de los ayuntamientos siguiendo las indicaciones de la Cámara de Cuentas y las nuevas leyes estatales del sector público y de la reforma local, que prohíben la participación de las corporaciones locales en consorcios cuya finalidad no coincida con sus competencias.
Dada la imposibilidad de mantener el sistema con el que han venido funcionando los Consorcios Escuela desde su creación, la nueva agencia podrá asumir íntegramente la gestión, infraestructuras y equipamientos de estos centros, vinculados a sectores económicos relevantes de la comunidad autónoma y promovidos desde 1991 por la Junta, las entidades locales y las empresas.
La reorganización aprobada obedece también a las limitaciones que las nuevas leyes estatales del sector público y de la reforma local que imponen a la participación de los ayuntamientos y diputaciones en los consorcios. El problema es que en estos momentos los trabajadores se encuentran en un doble limbo, como reconocen fuentes del Gobierno andaluz consultadas por eldiarioandalucia. En su día pasaron a depender de Educación, dejando su papel protagonista en Empleo, y ahora pasan a un ente propio.
Mientras tanto, “todo está pendiente de la firma de intervención” para proceder al pago de las nóminas pendientes. Antes ya ha pasado por “verificación”, una especie de ventanilla de revisión de cada euro que sale de la Junta. Lo cierto es que ninguna fuente, ni en la Junta ni en los consorcios, tiene seguridad de cuándo van a cobrar los trabajadores, y si lo que van a cobrar va a hacer que se pongan al día antes del 1 de enero.
En este sentido, desde Huelva, el Gobierno andaluz es más concreto, para señalar que “la situación de los trabajadores se normalizará y regularizará en enero con el nuevo modelo de la Escuela de Hostelería, que tendrá un presupuesto propio, al igual que el resto de centros educativos”. Fuentes que niegan el malestar de los trabajadores, para señalar que “son conocedores de esta situación y están satisfechos con el nuevo modelo”.
Consorcios disueltos
Por el momento, los ayuntamientos y mancomunidades ya han dado el primer paso de cara a que la Junta tenga campo libre, y han disuelto su participación en los consorcios que hasta ahora funcionaban. La pelota está en el tejado del Gobierno andaluz.