De paraje idílico junto al mar a terreno de especulación inmobiliaria. Y de joya urbanística a activo tóxico a precio de saldo. La mitad de la parcela hotelera de la playa de El Palmar (Vejer, Cádiz), en la que está autorizada la construcción de un complejo turístico, está incluida entre los activos que Bankia ha traspasado a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria), el conocido popularmente como banco malo, y está ahora en condiciones de volver al mercado a un precio muy ventajoso, tal y como han confirmado fuentes de la Sareb.
Estas fuentes oficiales explicaron que aún no se ha estudiado cuál será el valor de traspaso de estos suelos en la costa gaditana pero sí señalaron que el precio de los terrenos urbanizables que han llegado al banco malo procedentes de entidades bancarias es alrededor de un 50% inferior al que estaban tasados en sus entidades de origen. Ese porcentaje marcará la devaluación de los activos cuando retornen al mercado. “La sociedad está abierta a escuchar ofertas por estos terrenos”, anunciaron las mismas fuentes.
El Palmar Gran Resort
En El Palmar se contempla la construcción de un hotel de unas 270 habitaciones hoteleras a 400 metros de la playa, en una primera fase, con una inversión estimada de más de 50 millones de euros. El proyecto se denomina El Palmar Gran Resort. Se presentó en 2001 y cuenta con la aprobación de la Junta de Andalucía desde 2007, pero desde entonces está bloqueado como consecuencia de la crisis inmobiliaria y crediticia. La plataforma Salvar El Palmar, con más de 62.000 adhesiones en redes sociales, se opone a la construcción de un hotel en este paraje simbólico de la Costa de la Luz.
La propiedad de las 30 hectáreas reclasificadas como urbanizables junto al arroyo de Malcucaña, en el extremo de El Palmar que linda con el término municipal de Conil, ha sufrido un verdadero periplo entre promotoras y entidades bancarias en el último decenio. Tras la retirada del promotor original, Esteban Riera Marsá, en 2009, la parcela quedó dividida entre dos de sus acreedores: la promotora andaluza Grupo Tarje y CajaMadrid. A principios de 2011, CajaMadrid y otras seis cajas en dificultades se integraron en Bankia. A esta entidad única también llegó gran parte de sus activos inmobiliarios, entre ellos, el suelo de El Palmar.
A principios de este año, la propiedad de estos terrenos aún dio un nuevo giro, cuando Bankia la depositó en el llamado banco malo, el cajón en el que han acabado los activos tóxicos de los bancos y las cajas que han recibido ayudas públicas con el objetivo de sanear sus balances. La Sareb, que hoy es la mayor inmobiliaria del país con alrededor de 100.000 activos en cartera, tiene un plazo de 15 años para aliviar estas propiedades inmobiliarias devaluados.
Los suelos hoteleros de El Palmar, uno de los enclaves privilegiados de la Costa de la Luz y en los que Riera Marsá preveía una inversión original de hasta 88 millones de euros, volverán de esta forma al mercado pero a precio de saldo, en el montón de propiedades en liquidación que están en manos de la Sareb.
El alcalde de Vejer, José Ortiz (PP), informó de que Grupo Tarje, que ya tiene la mitad de la propiedad de la parcela de Malcucaña, es la empresa mejor posicionada para comprar el resto de estos suelos a la Sareb a precio de saldo. Al estar ya constituida la junta de compensación para la urbanización de los suelos, la promotora tiene derecho de tanteo sobre la parcela, según explicó el regidor. “El proyecto está muy vivo y hay empresas interesadas en invertir”, subrayó Ortiz, a pesar de que los avances del proyecto en los últimos años han sido poco significativos.
El promotor sevillano Juan Muñoz Tamara, propietario de Tarje, ha preferido no atender a la petición de información de este medio sobre el futuro del proyecto hotelero de El Palmar. Muñoz Tamara también lidera la urbanización de la playa de Valdevaqueros, en Tarifa.
La opacidad de la promotora se explica por la relevante oposición social que los hoteles de Malcucaña han generado en el país. La plataforma Salvar El Palmar, que nació a finales de 2009 y recogió apoyos de todas las regiones gracias a la fama de esta playa gaditana, no está dispuesta a que se urbanice la zona. Hoy suma más de 62.000 adhesiones en la red social Facebook y tiene capacidad de movilización, una cuestión que espanta a inversores y firmas hoteleras en un momento en el que ningún promotor está dispuesto a poner ladrillo sobre ladrillo en el país.
La opción de “comprar” El Palmar
El portavoz de la plataforma Salvar El Palmar, Antonio Nabu, ha apuntado el interés de este colectivo en los terrenos que han acabado en manos de la Sareb y no descarta la opción de tantear su adquisición a través de una recaudación entre las miles de personas que quieren proteger esta playa gaditana. “Nos reuniremos y lo estudiaremos”, ha declarado Nabu.
La parcela, desde el punto de vista de la tramitación urbanística, está preparada para construir, tal y como admite la portavoz de Ecologistas en Acción-Andalucía, Lola Yllescas. Como última opción contra la urbanización, el colectivo ha presentado un recurso ante la Junta de Andalucía al entender que la Agencia Andaluza del Agua declaró en 2010 Malcucaña zona inundable y que esa decisión no es compatible con ninguna construcción. “Para nosotros, es un hecho sobrevenido. La propia Junta dice que las zonas inundables no son urbanizables. Durante este invierno la zona ha sido intransitable, no puede caminar ni una vaca del barro que hay”, defendió Yllescas en una entrevista publicada por eldiario.es/andalucia hace una semana. Ahora, esta puntualización normativa y la crisis económica son los únicos obstáculos para el proyecto hotelero de la playa.
2001: El origen del proyecto
El Ayuntamiento de Vejer, con el socialista Antonio Verdú como alcalde, y el promotor mallorquín Esteban Riera Marsá presentan un plan para construir un macrocomplejo hotelero en Malcucaña, en la playa de El Palmar. Se proyectan 1.300 plazas junto al mar con una inversión de 88 millones de euros.
2002 a 2007: Cinco años de burocracia
La previsión era solventar la gestión administrativa del plan en dos años pero ese plazo es pronto una utopía. Ambos chocan con una complejísima tramitación en la Junta de Andalucía. El documento urbanístico sufre modificaciones y retrasos burocráticos.
2007: La Junta aprueba el plan
El 1 de junio de 2007, la Junta de Andalucía aprueba el proyecto hotelero. La crisis del ladrillo está a punto de estallar y el promotor mallorquín encuentra enormes dificultades para acceder a financiación bancaria.
Mayo de 2009: Riera Marsá abandona
El promotor Esteban Riera Marsá anuncia que abandona el plan para construir hoteles en El Palmar. La sociedad que lidera el proyecto, Pinar Costa Atlántica, formada por un grupo de empresarios mallorquines con Riera Marsá al frente, se declara en concurso de acreedores al no poder hacer frente a sus deudas.
2009: Nuevos promotores
A través de este concurso de acreedores, la promotora Chival Promociones Inmobiliarias, perteneciente al andaluz Grupo Tarje (filial de GTM) y liderada por el empresario Juan Leocadio Muñoz, y Caja Madrid, se hacen con el proyecto a finales de 2009. Tarje era una de las empresas asociadas a Riera Marsá.
2009-2011: Búsqueda de socios
Tarje busca una cadena hotelera que se encargue de la explotación del negocio. El proyecto sufre ahora una notable oposición social a través de la plataforma Salvar El Palmar, que capta adhesiones a través de las redes sociales y organiza varias manifestaciones.
2011: Nuevo alcalde
José Ortiz (PP), se hace con la Alcaldía y hereda el proyecto para seguir trabajando en su desarrollo, aunque la crisis mantiene la inversión paralizada. El alcalde asegura que hay empresas interesadas en el tramo costero pero no se formaliza ninguna adhesión.