Con casi 20.000 habitantes y uno de los cascos históricos monumentales más impresionantes de Andalucía, la localidad sevillana de Marchena tenía el mismo problema que la gran mayoría de pueblos: el acceso limitado para algunas personas a algunos monumentos por ir en silla de ruedas. Gracias a una iniciativa municipal, esto ha pasado a la historia.
Desde ahora, sus monumentos se pueden visitar sin barreras. Si es necesaria una ayuda añadida, es posible contar con tres bicicletas adaptadas que se gestionan desde el área de Turismo, gracias a una iniciativa impulsada en coordinación con los Servicios Sociales.
La delegada de Servicios Sociales, Mercedes Abadía, lo tiene claro: “Hay que potenciar el turismo accesible y facilitar la visita al entorno cultural y patrimonial”. Para ello, “hay bicicletas adaptadas que son imprescindibles, que se pueden gestionar incluso desde la web del área de Turismo o sus redes sociales”.
No hay más, y no hay menos, porque se trata, esencialmente, de que un monumento no tenga barreras. Y para ello se pueden visitar de forma individual o en tres rutas organizadas.
Un itinerario guiado
La primera se inicia en la Plaza de San Andrés, donde también acaba, con visitas a la calle Las Torres, San Sebastián, Iglesia de San Agustín o Arco de la Rosa. La duración estimada es de 40 minutos.
La segunda se inicia en la misma plaza, con 60 minutos de duración, para ver, por ejemplo, la Plaza de la Constitución, el monumento a Pepe Marchena o la Plaza de Melchor.
La tercera ruta llega hasta Cardenal Espínola, Ronda de la Alcazaba o Palacio Ducal. Dura 90 minutos y cuenta, como las otras, con un guía que va explicando los principales detalles del itinerario.
Abadía pone el acento en “la importancia de que una persona con movilidad reducida no tenga ningún impedimento en acceder y visitar Marchena, al quedar eliminadas las barreras arquitectónicas y facilitarle el paseo”. Incluso, recuerda, “si no se puede montar en bicicleta por tener una falta de movilidad extrema, una segunda persona puede hacer todos los movimientos por ella. Ver a la gente que en algunos casos monta en bicicleta por primera vez gracias a esta idea es indescriptible”.
Teresa Jiménez, delegada de Turismo, recuerda que el pueblo es “poseedor de un rico patrimonio artístico y cultural, que ahora se pone a la vanguardia en el sector turístico con el diseño de una serie de rutas turísticas adaptadas, con lo que se podrá disfrutar de todos los tesoros artísticos y culturales que tiene este municipio sin exclusión ninguna”.
“Se posibilita un turismo accesible en todos los sentidos y para todas las personas independientemente de cuál sea su diversidad funcional. Es un paso más para lograr lo que llamamos turismo inclusivo, que tiene que ir acompañado por hechos para que sea realidad”, apostilla la delegada.
El Palacio ducal, los cuadros de Zurbarán, el Arco de la Rosa, la Ronda de la Alcazaba, las calles del casco histórico… Se trata de que una silla de ruedas sea un transporte, no un impedimento. La idea ya ha tenido un antecedente en la vía verde accesible del pueblo y será presentada oficialmente en la próxima edición de FITUR como una de las ideas más importantes de la feria madrileña para un turismo, de verdad, sin barreras.