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Tierra tibetana en La Alpujarra

Nacho S. Corbacho

Un pequeño reducto de calma y tranquilidad. Un lugar donde el protagonista es silencio, bien necesario para el retiro y el autoconocimiento. Y donde todo se detiene gracias a paisajes irrepetibles en pleno corazón de Sierra Nevada. Se trata de O Sel Ling, un centro de retiros budista ubicado en Soportújar, en La Alpujarra granadina, a 1.600 metros de altura y rodeado de una quietud absoluta. Un sitio diferente y atractivo no sólo para desconectar durante unos días de todo lo que nos rodea, sino también para que cualquier persona pueda conocer un poco más sobre el budismo.

El centro de retiro nació en 1980 de la mano de Lama Yeshe y Lama Zopa Rimpoché, dos lamas tibetanos. Y sólo dos años más tarde fue visitado por el Dalai Lama, quien bautizó al nombre como O Sel Ling, que significa Lugar de luz clara. Hace más de dos décadas, este lugar fue conocido a nivel internacional porque en uno de sus pueblos cercanos, Bubión, se supo que el niño Osel Hita Torres era –para el budismo- la reencarnación del lama Yeshe. Hoy aquello parece una anécdota, pero desde entonces, personas de todo el mundo han pasado por sus instalaciones para formarse o realizar estancias de meditación en O Sel Ling. “Y son personas que llegan aquí independientemente de su religión: aquí son bienvenidas todas las personas”, explica Anne Weenas, responsable de este centro de retiro, al que se llega tras un largo camino de tierra que se puede realizar en coche y tras un pequeño sendero que, esta vez, toca hacer a pie.

El lugar está dividido en diversos espacios. Uno de ellos alberga una docena de pequeñas cabañas construidas en piedra y madera al estilo tradicional alpujarreño y, por tanto, perfectamente mimetizadas en el entorno. En ellas se pueden realizar retiros, ya sea de un fin de semana, de una o dos semanas o de más tiempo, según las necesidades de cada persona. De hecho, hay un programa formativo a lo largo de todo el año y el espacio está bien habilitado para retiros de la larga duración, incluso por encima de los seis meses. Los precios son asequibles y bastan unos días en estas cabañas para acercarse a la filosofía del centro, conocer Sierra Nevada y empezar el camino hacia el encuentro con uno mismo.

Estos alojamientos, sencillos, austeros y cómodos, permiten a O Sel Ling cumplir uno de sus principales objetivos: ofrecer un lugar y espacio donde poder mirar hacia dentro y descubrir el funcionamiento de la mente y su naturaleza. “Aunque a primera vista puedan parecer desventajas el no disponer de las comodidades a las que estamos acostumbrados, al experimentarlas, uno puede encontrar otros aspectos atrayentes al vivir en condiciones sencillas, aspectos que simplifican la vida y pueden ayudar a la interiorización y recogimiento”, explican desde este centro. Nada mejor que hacerlo alejado de las distracciones y en una atmósfera inspiradora, algo que esta zona de las Alpujarras tienen de sobra. A partir de ahí, depende de cada uno.

Quien prefiera un acercamiento a este centro más rápido, tiene la oportunidad de realizar un pequeño recorrido por las instalaciones de O sel Ling. Un paseo que permite hacerse una idea de un sitio que sorprende ya desde el primer paso gracias a su magnífica rueda de las oraciones. Se trata de una enorme caja metálica con grabados que, al girar, dice el budismo, tiene el mismo efecto que orar. Frente a ella se encuentra un centro de recepción para turistas y visitantes, inaugurado hace poco más de dos años.

A partir de ahí, un pequeño sendero va uniendo diferentes espacios, como el rincón donde se encuentra la estatua de Om mani padme hum, buda de la medicina o la estupa budista construida a finales de los años 80 y el cortijo principal, donde se realizan encuentros y formaciones.También el que, más arriba, alberga la estatua de Tara, la madre de la sabiduría, puesta allí a petición del Lama Zopa Rimpoché. La imagen descansa en una magnífica explanada de hierba desde donde se ve imponente el barranco del Poqueira y, en los días claros, se alcanza a ver al sur el mar Mediterráneo. “Invitamos a cualquier persona a acercarse y conocer el espacio. Pero también a visitar la biblioteca, entender mejor el budismo y preguntar todas las dudas que tengan”, concluye Anne Weenas.

O Sel Ling es, sin duda, el mejor y más cercano espacio en Andalucía para conocer el budismo y, también, para desconectar y aprender. Eso sí, no es el único centro budista de Andalucía. De hecho, muy cerca de Sierra Nevada, existen dos templos de importancia. La primera, la Estupa de Kalachakra, en Vélez-Málaga; y, la segunda, la Estupa de la Iluminación, en Benalmádena.

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