Como es sabido, Hispania estaba dividida en tres provincias: Tarraconense, Lusitania y Bética. Los emperadores Trajano y Adriano nacieron en lo que hoy es Andalucía y también el filósofo Séneca. Entre los siglos III a.c. y el V d.c. se produjo una influencia bidireccional. Los romanos aportaron la infraestructura que merecía una tierra fértil que les proporcionaba cereales, aceite y minerales. Se ganó a pulso gozar de una calzada, Vía Augusta, que comunicaba la provincia con la capital.
Ahora se puede imaginar la grandeza de entonces visitando algunos de los puntos básicos que dibujaron en la tierra andaluza.
Sevilla: Itálica (Santiponce)
La ciudad romana de Itálica, ubicada en el Bajo Guadalquivir, a medio camino entre Sevilla (Hispalis) y Alcalá del Río (Ilipa) y muy próxima a las rutas que conectaban con la zona de explotación minera de la Sierra Norte de Sevilla y Huelva, desempeñó un importante papel estratégico tanto en lo político-militar, como en lo económico, durante el Alto Imperio romano. Prueba de ello es que llegó a ocupar una superficie aproximada de 52 hectáreas.
Actualmente, el Conjunto Arqueológico de Itálica muestra al visitante un espléndido anfiteatro romano y da la posibilidad de pasear por el trazado de lo que fueron sus calles, así como de conocer las casas, edificios públicos, objetos de arte y utensilios de la vida cotidiana utilizados por sus habitantes.
Sevilla: Carmona
Situada en plena campiña, en ella se conservan numerosas y ricas muestras de todas las civilizaciones que por aquí han pasado a través del tiempo. Las murallas, de origen romano, impresionan desde lejos; y dentro de ellas, monumentos tan interesantes como Los Alcázares, la Iglesia de San Felipe, la Iglesia de Santa María, la Puerta de Sevilla, la Puerta de Córdoba y otros muchos edificios civiles y religiosos. Fuera del recinto amurallado podemos admirar la necrópolis romana. En conjunto constituye una ciudad monumental y uno de los núcleos de interés turístico-cultural más importante de Andalucía.
Cádiz: Baelo Claudia (Tarifa)
El Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia fue declarado Monumento Histórico Nacional. Esta ciudad-factoría romana sorprende por su estado de conservación. Fue importante en la época por sus conservas y salazones, origen de la salsa garum exportada al imperio.
Con el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, la provincia de Cádiz conserva una de las mejores muestras del urbanismo romano que se conocen. Algunos edificios son de la época de Augusto, si bien la mayor parte fue construida bajo el mandato de Claudio. Parece ser que el centro monumental, donde se sitúa el foro y todos los edificios necesarios para la organización administrativa, fue construido de una sola vez, siguiendo un eje perpendicular a la orilla del mar.
Málaga: Acinipo (Ronda)
Ha sido conocida desde antiguo como 'Ronda la Vieja', al considerarse como antiguo asentamiento de esta ciudad; la realidad es que ambas ciudades, Acinipo y Ronda, con el nombre de 'Arunda', coexistieron en el tiempo. La ciudad está construida en una pronunciada pendiente que obligó a construir de forma escalonada todos los edificios de la ciudad. El teatro es el elemento mejor conservado del yacimiento; esta construcción aprovecha la propia pendiente para el graderío, excavado directamente sobre la roca madre.
Málaga: Teatro Romano
Se encuentra situado en la ladera oeste del cerro de la Alcazaba. Fue construido en la época de Augusto y fue utilizado hasta el S.III; después fue utilizado como cantera de materiales por los árabes para la reestructuración de la Alcazaba. Tras permanecer oculto durante siglos, el Teatro Romano de Málaga fue descubierto en 1951. Consta de tres partes: cavea o graderío, orchestra o espacio semicircular entre graderío y escenario y proscenium o escenario.
Huelva: Ríotinto
La zona minera de Riotinto en Huelva cuenta también con su propia necrópolis romana. En este lugar se encuentran restos arquitectónicos monumentales como un mausoleo o torre funeraria de planta casi cuadrada que conserva parte de la obra de cimentación y tumbas excavadas en roca que responden a los ritos de cremación.
Almería: Parque arqueológico de Villavieja (Berja)
En un pequeño valle al sur del pueblo, cerca del Barrio de Benejí se encuentran los últimos restos de la historia de Berja. Hay un anfiteatro que nunca llegó a ser de gran tamaño. En el cerro que se alza junto a éste, los restos de la muralla de una antigua alcazaba de principios del primer milenio. Detrás del cerro se encontraron restos de enterramientos (necrópolis musulmana), que ya fueron trasladados hace varios años.
Jáen: Cástulo (Linares)
Fue un importante nudo de comunicación con un acceso privilegiado a los recursos mineros de Sierra Morena, pasando de ser el núcleo de población más importante de la Oretania ibérica, a municipio romano con capacidad de acuñar moneda y a sede episcopal en la época bajo imperial. Además de la ciudad amurallada de Cástulo, en la zona arqueológica se encuentran necrópolis, factorías, infraestructuras públicas y otras instalaciones suburbanas relacionadas con la ciudad ibero-romana.
Córdoba: Puente Romano
Compuesto por dieciséis arcos, ha sufrido muchas reformas y ha sido víctima de guerras y revueltas. Se cree que lo construyó el emperador Augusto. En la mitad del puente se eleva una escultura al custodio de la ciudad, San Rafael, fechada en 1651. Siempre está llena de flores y velas, con motivo de las peticiones de los cordobeses devotos desde que en 1648 se le atribuyera haber salvado a la ciudad de la gran epidemia de peste que la asoló.
Granada: Teatro Romano de Acci (Guadix)
Los restos arqueológicos del teatro, del siglo I, fueron encontrados en 2008 y están situados en el centro histórico de la localidad junto a las murallas árabes y la Catedral del siglo XVI. Aún se están haciendo excavaciones y es considerado como un descubrimiento muy valioso.