El VII informe sobre exclusión y desarrollo social en Andalucía de la Fundación FOESSA (vinculada a Cáritas España) deja datos preocupantes y titulares a partes iguales. La evolución de la exclusión severa, tanto por la intensidad y acumulación de problemas “con mucha intensidad” que implica, como por el aumento cuantitativo que representa entre la poblacion, requiere de “una atención de urgencia”. Alcanza actualmente a un millón de residentes en la comunidad autónoma (334.000 hogares), un 13,1% de la población total. Para todas esas personas, los estándares mínimos de vida tales como nutrición, salud y vivienda no pueden ser alcanzados.
En Andalucía, más de 2,1 millones de personas se ven afectadas por procesos de exclusión social, es decir, el 25,2% del total de la población de la región (más de 697.000 hogares). Dentro del espacio de la exclusión en Andalucía destaca ese millón de personas (el 52% del total de la exclusión) que se encuentran en la exclusión más severa. Por contra, el núcleo central de la sociedad andaluza considerada en integración plena es ya “una estricta minoría”.
Ahondando en las cifras y en las dimensiones de exclusión que diferencian la casuística andaluza, la región destaca por encima de la media nacional en cuanto a problemas relacionados con la educación, el empleo o la salud. El hecho de que la tasa de baja intensidad en el empleo sea del 21%, que dos de cada diez hogares tengan problemas serios para seguir los tratamientos médicos, que una de cada tres personas esté afectada por factores de exclusión residencial o que el 21% de hogares tenga dificultades para llevar una dieta adecuada son algunos de los datos que se desprenden del informe presentado este martes en Sevilla.
El riesgo de pobreza o exclusión social afecta a casi cuatro de cada diez personas en Andalucía, donde la desigualdad ha crecido un 9,1% entre 2008 y 2012. La tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (tasa AROPE) en España ha sufrido un aumento continuado desde 2009, un incremento similar al experimentado en Andalucía, que entre 2009 y 2013 aumentó en 5 puntos porcentuales. La pequeña disminución en el año 2012 no ha significado un cambio de esta tendencia al alza. Andalucía ha aumentado su distancia con la media estatal, que en 2009 fue de 8,6 puntos y ha crecido hasta los 11 puntos en 2013.
Una de las cuestiones que ha querido destacar en este sentido el técnico de Cáritas Guillermo Fernández es que Andalucía tiene una de las rentas más bajas y registra una tasa de pobreza y exclusión del 38,3%, la segunda más alta de España, aun cuando otras comunidades autónomas tienen niveles de renta inferiores o similares.