Cuando los habitantes de Pozoblanco (Córdoba) votaron en las últimas elecciones municipales en 2011, los resultados otorgaron una mayoría simple al PP, partido que ocupó la Alcaldía con Baldomero García al frente. Pero sólo durante dos meses. Hoy, cumplido el ecuador del mandato, los pozoalbenses han tenido estos dos años un alcalde del PSOE (Pablo Carrillo) gracias a una moción de censura con la que se hizo con el bastón de mando gracias a un pacto con un grupo escindido de los propios socialistas, el CDeI (Ciudadanos Demócratas e Independientes), al que le toca ocupar la Alcaldía los próximos dos años.
Pero las cosas han estado tan revueltas en este tiempo en el Ayuntamiento de este municipio del Valle de los Pedroches, que ahora mismo Pozoblanco no sabe qué alcalde tendrá de aquí en adelante.
El pacto que sustentó la moción de censura en julio de 2011 hizo pasar a la oposición a los cinco concejales del PP, mientras se formaba un nuevo gobierno municipal por mayoría absoluta entre los cuatro concejales del PSOE y los cinco del CDeI. Otros dos ediles del PA y una concejala más de IU completaban entonces el abanico de partidos representados en el Ayuntamiento de Pozoblanco.
Desde entonces hasta hoy, las sumas de concejales se han dado la vuelta. En septiembre de 2012, la edil del CDeI Josefa Márquez dejó de pertenecer a este grupo político aunque siguió conservando su acta como concejala no adscrita a ningún partido. Así, la mayoría absoluta del pacto se esfumó y ahora, cuando toca realizar el relevo de alcalde según el acuerdo, no hay un número suficiente de concejales que lo sustente.
Las quinielas están abiertas en varios sentidos. Es el grupo del CDeI quien tiene la presión de buscar un voto aliado que permita acceder a la Alcaldía a su líder, Benito García. Porque, de no ser así, el actual alcalde socialista podrá seguir en el cargo. La moción que ambos grupos pactaron para desalojar del sillón de alcalde al PP hace imposible que la misma corporación vote una nueva moción de censura. Así que el único camino para el cambio de alcalde es que el actual dimita para ceder el puesto al CDeI según lo pactado, pero siempre que se aseguren los votos necesarios.
Y de momento, nada hay seguro. De hecho, en su última asamblea local, Izquierda Unida ha decidido rechazar la oferta del CDeI para entrar a formar Gobierno a cambio de su voto en la investidura. Desde IU sostienen que, con sólo una concejala en el Ayuntamiento, no tienen la confianza del pueblo para gobernar. Y añaden que este embrollo en el que se ha convertido el pacto entre PSOE y CDeI es algo que ellos solos deben solucionar porque, dice la concejala Manuela Calero, “sea uno u otro el alcalde, las políticas que aplican son las mismas”.
Por su parte, el PA aún no se ha pronunciado al respecto de su posición ante la situación que se avecina y, desde luego, desde el CDeI se da por hecho que no se cuenta con el voto de la edil no adscrita, que dejó el grupo por fuertes desavenencias con su líder hasta el punto de presentar una querella contra él por un presunto delito contra la integridad moral, por trato humillante o vejatorio.
Incertidumbre absoluta
Así las cosas, o Benito García encuentra un voto que haga posible su acceso a la Alcaldía o esto se antoja imposible. Y si, ahora, el actual alcalde del PSOE decidiera dimitir cumpliendo su parte del pacto, el PP podría volver a ocupar el sillón de alcalde al mantener la mayoría simple que le dan sus cinco concejales y el número mayor de votos.
El pueblo vive así una situación de total incertidumbre a pocos días de que llegue la fecha prevista para el relevo municipal. El CDeI trata ahora de buscar una solución y ha iniciado conversaciones con sus socios de Gobierno al igual que con otros grupos municipales. En cualquier caso, tiene previsto celebrar la próxima semana una asamblea para tomar una decisión definitiva.
A partir de lo que se acuerde ahí y de lo que suceda en su Ayuntamiento en estas semanas, Pozoblanco conocerá quién será su próximo alcalde hasta las elecciones municipales de 2015.