El PP ha ganado las elecciones andaluzas y lo hace con mayoría absoluta, según los datos del recuento que está ya cercano al 100% de los votos. Juan Manuel Moreno Bonilla consigue superar la barrera de los 55 escaños y con estos resultados no necesitará a Vox para repetir al frente de la Junta de Andalucía. El PSOE cosecha su peor resultado, las candidaturas a su izquierda se hunden y Ciudadanos desaparece.
El PP, que perdió los anteriores comicios pero logró gobernar gracias a un pacto con Ciudadanos, aspiraba con estas elecciones anticipadas a gobernar en solitario, ante la amenaza de que el ascenso de Vox le condicionara la próxima legislatura.
El recuento arroja que el PP ha logrado su objetivo con creces. Obtiene 58 escaños frente a los 26 que tenía hasta ahora, lo que implica una subida de 32 diputados. En votos, la candidatura de Moreno Bonilla pasa del 20,75% de los votos al 43% en cuatro años, que en papeletas totales supone haber sumado más de 800.000 respecto a 2018 y lograr en total más de 1,5 millones de votos. “Con esta contundente victoria, seamos serenos y humildes, porque esa es nuestra forma de entender la política y la vida”, ha celebrado Moreno Bonilla.
Esa subida supone la absorción total de Ciudadanos, su socio hasta ahora: la candidatura de Juan Marín queda fuera del parlamento de Andalucía. El partido no logra retener ninguno de sus 21 diputados y se deja por el camino medio millón de votos. Marín ya ha anunciado que deja todos sus cargos después de dejar al partido con solo 120.000 papeletas.
Las elecciones suponen una caída para el PSOE, que ganó los comicios en 2018 y ahora queda en segundo lugar: mantendrá un grupo parlamentario de 30 escaños, tres menos que hace cuatro años. En sus primeros comicios al frente del PSOE, Juan Espadas pasa del 28% de los votos al 24%. El partido aspiraba al menos a mantenerse cerca de los resultados de hace cuatro años, y aunque ha perdido, se mantiene por encima de los peores pronósticos. Eso sí, cosecha su peor resultado histórico –baja del millón de votos–, aunque Espadas le ha restado importancia y lo ha achacado a la baja participación y al poco tiempo con el que preparó la candidatura.
Por su parte, Vox ha logrado mejorar sus resultados pero se ha quedado por debajo de las expectativas y lejos de su gran objetivo: condicionar el nuevo gobierno andaluz y optar a un puesto en el Ejecutivo. El viaje de Macarena Olona desde el Congreso de los Diputados a la campaña andaluz deja a la extrema derecha con 14 escaños, frente a los 12 de 2018. La subida es del 10,96% de votos al 13,4%, que se traduce en dos asientos más en el Parlamento que no servirán para influir en el nuevo Ejecutivo.
En votos, la candidatura de Olona, envuelta en polémica por su apresurado empadronamiento para poder presentarse, suma algo más de 96.000 votos respecto a 2018. En porcentaje, es una subida de 2,5 puntos. Los datos son especialmente malos si se comparan con las elecciones generales de 2019: ha perdido 400.000 votos y siete puntos.
Las candidaturas a la izquierda del PSOE se hunden
La noche electoral deja también malos datos para las candidaturas que se sitúan a la izquierda del PSOE, que vivieron un complicado proceso de escisiones durante la última etapa de la legislatura y que han afrontado unas negociaciones complicadas que dieron lugar dos listas: Por Andalucía –que agrupa a Unidas Podemos, Izquierda Unidas y Más País, entre otros– y Adelante Andalucía –donde se integra Anticapitalistas–. La suma de ambas arroja un resultado mucho peor que el que consiguió la candidatura conjunta en 2018.
Con los datos escrutados hasta ahora, Por Andalucía tendría 5 asientos en el parlamento andaluz con 281.000 votos. La candidatura que lidera Inma Nieto se hace con el 7,7% de los votos. Por su parte, Adelante Andalucía se queda en 2 escaños, el 4,6% de los votos y 167.000 papeletas. En conjunto, las candidaturas pasan de los 17 diputados que alcanzó la coalición en 2018 a los 7 de ahora.
Teresa Rodríguez ha comparecido para hacer un llamamiento para luchar contra esa división. “A partir de ahora se puede reabrir un nuevo periodo en el que entendernos con el resto de las izquierdas desde nuestro propio espacio”, ha dicho. Inma Nieto, por su parte, ha admitido que sus resultados han sido males y están “muy lejos del objetivo”.
Las elecciones dejan un mapa claro de dominio de la derecha en Andalucía, con una suma de 72 escaños para los partidos de la derecha y sólo 38 para las candidaturas de izquierdas.