El nuevo Parlamento andaluz ha quedado constituido en un ambiente tenso marcado por las quejas de Adelante Andalucía tras quedarse excluida de la Mesa de la Cámara a raíz del pacto entre PP, Ciudadanos y Vox, que sí ha logrado un representante en el órgano de dirección del Parlamento a pesar de tener menos votos.
El momento en el que cada diputado ha prometido o jurado su cargo ha desatado la primera bronca de la undécima legislatura. La tensión se ha disparado tras la decisión de la nueva presidenta de la Cámara, Marta Bosquet (Ciudadanos), de modificar el sistema por el que cada diputado juraba su cargo cuando algunos ya lo habían hecho.
La toma de posesión comenzó con los primeros parlamentarios dirigiéndose a la tribuna de oradores para jurar o prometer el cargo. Sin embargo, para agilizar el procedimiento, Bosquet decidió cambiar el modus operandi y que cada parlamentario hablara desde su escaño, sin necesidad de levantarse ni leer el discurso protocolario sobre la Constitución y el Estatuto andaluz, lo que provocó la protesta enérgica e inmediata de Antonio Maíllo, coordinador andaluz de Izquierda Unida, una de las formaciones de Adelante Andalucía.
Maíllo pidió mantener el sistema tradicional: “En este Parlamento hay un grupo parlamentario que dice que quiere derogar la autonomía andaluza (Vox) y nosotros queremos escuchar que acatan el Estatuto de Autonomía y la Constitución”, sentenció. Una petición a la que no accedió la nueva presidenta del Parlamento, que amenazó con quitarle la palabra y le recordó que en mandatos anteriores ya se había optado por una lectura más ágil.
La mayoría de los 109 diputados lo hicieron de la forma tradicional, José Antonio Nieto (PP) juró por “Andalucía, España y la Constitución”, los 12 de Vox lo hicieron “por España” y los 17 de Adelante Andalucía incluyeron mensajes dirigidos a Vox y reivindicaciones en sus juras de cargo.
José Luis Cano Palomino, diputado por Jaén de Adelante Andalucía, desobedeció a la presidenta y habló desde la tribuna. Posteriormente, otros diputados usaron diversas fórmulas para tomar posesión, aunque ya desde sus bancos, como Jesús Fernández, que recordó a Manuel José García Caparrós, muerto por disparos durante una manifestación por la autonomía andaluza en 1977 en Málaga.
Teresa Rodríguez, coordinadora andaluza de Podemos, dijo, mirando a la bancada de los diputados de Vox, que prometía “defender a las personas más débiles de esta tierra de la cobardía, del racismo, de la xenofobia, de la transfobia, de la homofobia y del machismo”.
María García prometió trabajar “por el uso social de la tierra”; Nacho Molina prometió el cargo “por imperativo legal” y Maribel Mora para defender a todas las personas “vengan de donde vengan”, tras lo cual dijo que aceptaba la Constitución “para modificarla”.