En el PSOE-A se resisten a respaldar abiertamente a Pedro Sánchez como candidato para las primarias con las que el partido ha prometido elegir a su cabeza de cartel para las elecciones generales. Tienen claro que cualquier decisión de este tipo dependerá de los resultados de las elecciones municipales, que son primero, y por las que nadie duda de que el secretario general del PSOE tendrá que rendir cuentas tras más de un año en el cargo. El hecho de que en Andalucía las encuestas auguren un buen resultado para el PSOE-A (les bastaría recuperar alguna gran ciudad), frente a lo previsto a nivel nacional, vuelve a colocar a su secretaria general, Susana Díaz, como una de las personas que podría estar llamada a tomar las riendas del partido, como ya ocurrió cuando se decidía la sucesión de Alfredo Pérez Rubalcaba, tras un mejor balance de las elecciones europeas que en el conjunto del país.
Estos rumores vienen generados porque desde el PSOE ya hay quien está “empujando” a Susana Díaz para que “esta vez sí” acepte la oferta, según confirman fuentes del entorno de la presidenta. Sin embargo, ella está escuchando estos halagos con el mismo talante que cuando se decidía la secretaría general: primero quiere evaluar cuándo es su momento; segundo, esa evalución tendrá que ver con las posibilidades de victoria en un hipotético enfrentamiento; aunque es más que probable que nadie conozca su decisión hasta el último momento.
Desde el PSOE-A han intentando amortiguar el impacto de este debate que entienden que se auspicia desde Ferraz, desde donde puntualmente se mira hacia esta federación -la más poderosa del partido- si no como una amenaza, sí por lo menos como dispuesta a hacer valer su peso, por lo que sus movimientos -reales o no- ponen en alerta a las demás. De momento, insisten en que están con Pedro Sánchez “con derecho a discrepar”, como manifestaba un dirigente del PSOE-A este lunes, sin dejar de ser conscientes de que una hipotética debacle en las elecciones municipales obligará a “reaccionar” para no correr riesgos de que el partido toque fondo en un escenario desconocido hasta la fecha.
En todo caso, el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, ha dicho que ese debate “no toca” y ha reiterado que la federación y Susana Díaz respaldan “cien por cien” a Pedro Sánchez como secretario general, sin querer entrar a valorar sus opciones como candidato. Ha recordado que después de los comicios de mayo de 2015 -incluidas las elecciones autonómicas salvo en Andalucía, Cataluña, País Vasco y Galicia- “está prevista la elección del candidato a través de primarias, que se convocarán y ya veremos si se presenta él o alguien más”. No es sólo ya ver cómo queda el peso del partido en el reparto de los municipios sino que podría entrar en el Gobierno de alguna otra comunidad autónoma, lo que supondría un nuevo ingrediente en este equilibrio de fuerzas.
“En estos momentos lo que tenemos que hacer todos es trabajar. Y es lo que va a hacer el PSOE-A para conseguir los mejores resultados posibles. Esperamos que en España también se produzca ese vuelco para que el PSOE siga siendo un partido de Gobierno. En función de eso, ya hablaremos”, ha aseverado en referencia a la noche de las elecciones municipales de dentro de cinco meses.
Juan Cornejo ha vinculado los últimos movimientos de Susana Díaz -como sus reuniones este miércoles con el alcalde de Toledo y el secretario general del PSOE en Castilla la Mancha Emiliano García Page- con que ella “es el máximo cargo institucional del PSOE”, y ha negado que se trate de una estrategia para ir tomando posiciones de cara a cuestionar el papel del líder del partido, que precisamente se convirtió en ello merced a la fuerza que se hizo desde Andalucía para avalarlo y votarlo en las primarias frente al oficialista Eduardo Madina. Es más, Juan Cornejo ha enfatizado en que las relaciones del Pedro Sánchez con el PSOE-A son “buenas”, y cree que “se está magnificando y construyendo una situación” que no existe. De hecho, desde el entorno de la Presidenta aseguran que Díaz se reúne con mucha gente y ve a mucha gente desde que está en el cargo.
Sin embargo, en el PSOE-A están siendo críticos con la gestión de Pedro Sánchez, en cuestiones que tienen más relevancia que cuando se habló de las diferencias por la estrategia de comunicación de éste y Susana Díaz tras su llamada al programa de televisión Sálvame. Principalmente porque ocurre que, pese a que se insista en la fluidez de las conversaciones, en el PSOE-A reconocen que falta interlocución con el líder o que cuando la hay, no da los resultados que esperan, lo que vinculan también con el interés de Pedro Sánchez por quitarse el estigma de tutelado por Susana Díaz.
Discrepancias
Entre otras cosas, le reprochan que en el Congreso de los Diputados votaran a favor de la moción de IU para derogar el artículo 135 de la Constitución Española, cuando en el PSOE-A habían sugerido que era mejor una abstención, por compartir el contenido de la propuesta pero no las formas. Igualmente, la federación más importante que tiene el partido censura que Pedro Sánchez tiene un exceso de “discurso de oposición”, que entiende como “lógico”, pero que le hace olvidar a veces que el PSOE gobierna en Andalucía. Es el caso de la propuesta para desempleados de larga duración de Pedro Sánchez en la que no ha hecho referencia alguna a los planes que la Junta de Andalucía lleva meses desarrollando.
También desde Ferraz se reciben con tibieza otros mensajes que se han lanzado desde Andalucía, como cuando Susana Díaz garantizó que exigiría la dimisión de los senadores y diputados del PSOE-A en caso de ser imputados en el caso ERE, una cuestión en la que Pedro Sánchez la ha secundado con mucho esfuerzo.
No obstante, de lo que están más convencidos en el PSOE-A es de que en las elecciones municipales el partido “se juega mucho” por lo que cualquier otro debate que distraiga de este objetivo les puede pasar factura. Por ello, no ha faltado este lunes en Andalucía cierta censura hacia esos dirigentes que han estado lanzando estos días mensajes a los medios de comunicación sobre las supuestas maniobras de Susana Díaz, que de momento no ve un escenario para romper el pacto de gobierno con IU y optar por un anticipo electoral previo a su salto a Madrid, dado que hipotecó su palabra prometiendo que primero quería ganar en Andalucía. De hecho, si las encuestas -que manejan ambos partidos- apuntarían a una reedición del pacto PSOE-A e IU tras las próximas elecciones autonómicas, ¿cómo explicar un nuevo acuerdo tras una ruptura por no haber sabido mantener la estabilidad?