Pedro Sánchez y Susana Díaz exhiben una templada sintonía en Sevilla

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha eludido este sábado pronunciarse sobre la propuesta de Susana Díaz -pese a que han compartido escenario en un mitin en Sevilla- para que los aforados de la federación dejen su escaño si son imputados. Sí ha afeado a Mariano Rajoy que su intención de comparecer en el Congreso de los Diputados para hablar de medidas contra la corrupción “llegue tarde y mal”, igual que le ha apuntado que “lo que tendría que hacer es exigir la dimisión de José Antonio Monago”, presidente de Extremadura, tras conocerse que el también senador del PP pagó con dinero público múltiples viajes a Canarias para visitar a una amiga. Después de mostrarse “orgulloso” de estar “en la cuna de los referentes del PSOE”, en alusión a personalidades como Alfonso Guerra -nombrado por todos los protagonistas del mitin- o Felipe González, Pedro Sánchez ha destacado el papel de Andalucía en la “defensa de los valores” del partido.

Susana Díaz, por su parte, sí ha intentado calmar los ánimos de los suyos respondiendo a las expectativas de los que esperaban con morbo este primer encuentro entre los dos después de que ella expresara públicamente sus “diferencias” con Pedro Sánchez en cuanto a la estrategia que siguen cada uno. De este modo, ha comenzado su intervención espetándole: “Lo voy a decir alto y claro porque algunos son duros de oído. Tienes el respaldo de todo el PSOE-A y mi cariño y afecto”. Lo ha dicho ante un auditorio de unos 2.000 militantes convocados para la presentación de la candidatura a la capital hispalense de Juan Espadas, que ha contado con el líder del PSOE porque así se lo había “prometido”. Ha sorprendido, en esta ocasión, la frialdad con la que Pedro Sánchez ha acogido estas muestras de entusiamo después de las reprimendas que se ha llevado de la líder del PSOE-A, pese a que en su día fue clave en su elección como secretario general dado que el voto de la federación más importante del partido fue decisivo. De hecho, no ha hecho ninguna referencia a la acogida brindada por el PSOE-A.

Paralelamente, Susana Díaz ha intentado aliviar las tensiones por su propuesta para que no haya imputados del PSOE-A en ningún parlamento. Tras haber molestado a los expresidentes de Andalucía y ahora aforados en Madrid, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por estas palabras, dado que ambos esperan el pronunciamiento del Tribunal Supremo sobre su implicación o no en el caso ERE, la secretaria general del PSOE-A ha dicho, “desde el corazón” y desde “lo más íntimo”, que confía en su “honestidad” y que los dos son “ejemplares”. Esto se verá, ha dicho, “cuanto todo se esclarezca”, por lo que ha argumentado que con este compromiso de higiene política sólo ha demostrado que no tiene “miedo” ni le “tiembla el pulso” porque “no hay nada que ocultar”.

Sobre Cataluña

Por otro lado, los dos líderes han hecho referencia a la consulta de Cataluña de este 9 de noviembre. En palabras de Pedro Sánchez, “el inmovilismo de Mariano Rajoy es gasolina para el independentismo”. Igualmente, ha incidido en que él propone “tres síes para Cataluña: sí a la reforma constitucional, sí a un nuevo estatuto y sí a la unidad en la diversidad de España”. Susana Díaz por su parte, ha recordado que este domingo se cumple precisamente el aniversario de la caída del muro de Berlín, por lo que ha criticado que ahora se intenten levantar otros “confrontando a los españoles”.

En un mitin en el que Susana Díaz ha sido interrumpida repetidas veces por los aplausos de un auditorio entregado con ella mucho más que con el resto de los protagonistas del día, ha defendido el proyecto del PSOE para las elecciones municipales, que por algo el motivo de la convocatoria era la presentación de la candidatura de Juan Espadas, pero también ha aprovechado para hacer campaña de cara a las autonómicas y a las generales. En este sentido, se ha referido, aunque sin mencionarlo expresamente, a la sombra de Podemos, fuerza a la que las encuestas dan cada vez mejores resultados en intención de votos. “Yo no voy a prometer el paraíso ni que voy a asaltar nada (…). Ni me voy a ir a las televisiones por la noche a vender sueños”, ha remarcado en alusión a la carrera en la pequeña pantalla del líder de Podemos Pablo Iglesias.

“El PP tiene el agua al cuello y se le está hundiendo el barco (…)”, ha continuado la secretaria general del PSOE-A, quien ha recordado que ella fue hace un año, cuando tomó posesión como presidenta de Andalucía, a tenderle la mano a Mariano Rajoy para pedirle que trabajaran juntos por la regeneración democrática. “Y no me contestó. Y ahora que le llega el agua al cuello (…) nos habla de pactos a nosotros (…). Hay que dejarse de prometer y pactar y hacer”, ha aseverado al grito de “pacto no pacto no” en la sala. Reiteraba de esta manera su rechazo a la propuesta del presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, de que las dos fuerzas mayoritarias suscriban un pacto contra la corrupción, algo que a la líder del PSOE-A ya le parece poco oportuno cuando los políticos tienen “muy poca credibilidad”. Por ello, ella insiste en mostrar su compromiso contra la corrupción con hechos, como el veto a los imputados en los parlamentos, en lugar de con fotografías de buenas intenciones.

La alternativa para el alcalde 'multador'

La modificación de las ordenanzas del Ayuntamiento de Sevilla para incrementar las multas de los que buscan en la basura -que no es una norma nueva pero el PP había decidido endurecerla- ha servido para presentar a un alcalde de la capital hispalense, Juan Ignacio Zoido, “insensible” y ha sido una constante en los discursos de todos, independientemente de que el gobierno local haya finalmente reculado tras la polémica. En este sentido, Juan Espadas ha contrapuesto el gobierno “rancio” del actual regidor y su afán por “multar y multar” con la ampliación de la zona azul, el incremento de las sanciones por rebuscar en la basura o por el ruido, frente a un empeño del PSOE por “rescatar Sevilla”.

La privatización de las instalaciones deportivas o la lejanía de Juan Ignacio Zoido de los barrios -“es como el pequeño Nicolás que va de foto en foto”, lo ha ridiculizado Susana Díaz- han sido recurrentes en los discursos. Juan Espadas ha pedido el voto de los barrios lamentando que cuando los visita la gente le diga que allí “nadie” le votó. “Pero sacó un cacho de mayoría absoluta. Para mí la quisiera”, ha reconocido con el peso de la abrumadora derrota que sufrió en los últimos comicios frente al candidato del PP.

En esta línea, ha a abogado por empoderar a los distritos con una nueva organización de la administración local. “Nos vamos a someter a un duro control ético que acabe con cualquier forma de corrupción (…). Ni un caso más”, ha continuado en la que ha sido la primera exhibición de fuerza del PSOE de cara a las elecciones municipales, y para la que no ha sido casual la elección de Sevilla, la provincia que todavía se ha resistido como una mancha roja a la subida que los conservadores han ido experimentado los últimos años. De este modo, discursos aparte, el PSOE ha dejado claro que la precampaña ha empezado y ellos van a usar sus mejores armas, donde sin duda el mayor referente que tiene el partido actualmente, Susana Díaz, va a tener mucho trabajo.