Tiene 32 años, es bombero del Ayuntamiento de Sevilla y se ha pasado los últimos casi dos años y medio entre su rutina laboral y un juicio por poner sus conocimientos de salvamento al servicio de personas que huyen de la guerra. Enrique Rodríguez, Quique, atiende telefónicamente a eldiario.es Andalucía aún desde Mitilene, donde un tribunal griego le ha absuelto, junto a otros compañeros de “batalla”, de un supuesto intento de tráfico ilegal de personas.
Es uno de los miembros de la ONG de rescate española Proem-aid, que auxilia a los refugiados que cruzan el Egeo para evitar más muertes en el mar. Una asociación sin ánimo de lucro que nació como respuesta a una catástrofe humanitaria en el Mediterráneo, donde miles de refugiados e inmigrantes se juegan la vida en el mar para llegar a Europa.
¿Siguen celebrando la absolución?
Bueno, ahora mismo estamos hablando con los medios todo el rato. Es una forma de devolver el favor, porque nuestro caso se ha hecho muy público gracias también a los medios, con lo cual ahora toca también atender a la prensa.
¿Qué sensación tienen apenas unas horas después de declararse su inocencia?
La primera sensación es de tranquilidad, de habernos quitado ese peso de encima que llevaba acompañándonos casi dos años y medio. La alegría es brutal, ya no solo por nosotros sino por la familia y los amigos que lo estaban pasando mal. A mi madre, la pobre, le habré echado unos cuantos años encima. Y por todo eso estamos mucho más tranquilos.
¿Qué será lo primero que hagan a la vuelta?
Bueno, llegamos el jueves y el lunes estoy de guardia. Todo este tiempo he seguido trabajando y habrá que continuar, claro.
¿Y hay más fuerza para seguir ahora con el trabajo con Proemaid?
El problema no ha acabado. Lo que nos hizo movernos hasta aquí no ha cambiado y hay refugiados que se siguen cruzando el mar. Hace un par de noches se asistieron a embarcaciones con más de 200 personas, lo que nos hace indicar que el drama continúa. Por lo tanto, tenemos ganas de volver a ayudar.
¿A la misma zona?
En Lesbos ha habido un receso y el flujo migratorio se ha trasladado al Mediterráneo central. Las embarcaciones siguen llegando a Lesbos pero no con tanta asiduidad como cuando nosotros estábamos aquí. Llegamos a ver en aquellos momentos hasta 36 embarcaciones en un solo día. La distancia entre Libia y la costa italiana es mucho más grande, por lo que se necesitan baecos más grandes y más recursos. Y ahí estamos, en la búsqueda de recursos para poder volver.
¿Existe entre los voluntarios la sensación de que se hace el trabajo que no hacen los responsables políticos?
En la ayuda humanitaria lo que hacemos es ponernos en contacto con las autoridades, con los guardacostas griegos en nuestro caso, porque sabemos que es una situación en la que están desbordados, y ayudamos donde ellos no llegan. Eso quiere decir que hay sitios donde no se llega, entonces quizás se debería reforzar. No debería haber organizaciones u ONG en estos sitios. No sé quién lo tendría que hacer, pero no tendrían que llegar las ONG. Con lo cual, se está haciendo un trabajo que no corresponde a las ONG.
Meses atrás se llevó la causa hasta el conocimiento de las más altas instancias europeas. ¿Qué opinaban de todo ello?
Siempre recurría a un dicho que señala que 'hasta que tú no lo veas, no lo vas a creer'. Y esa es la sensación que quería trasladar en esos encuentros. Lo puedo contar, lo puedo ver en imágenes incluso pero, hasta que no vienes, no ves la realidad. Sin duda, teniendo un poquito de corazón, no deben permitir que esto siga ocurriendo.
¿Hay posibilidad de que esta situación cambie?
El problema continúa y no veo solución a corto plazo. Todo esto viene por una guerra y mientras haya guerra, que es el motor de la salida de los refugiados, esto seguirá. Ojalá me equivoque.
¿Cuando van a volver?
¿A la batalla? Al final depende de personas como tú o como yo, de aportar lo poquito que se pueda con algo de dinero, porque al final se depende de esa ayuda. Si no entra ese dinero, no podemos seguir ayudando. Es posible que en breve podamos volver al Mediterráneo. Yo estaré disponible cien por cien siempre. Espero volver pronto.