El Ministerio de Sanidad ha autorizado el pase a la fase 1 de la desescalada de Málaga y Granada, las únicas dos provincias que se quedaron descolgadas hace una semana, cuando el resto de Andalucía logró más flexibilidad en las normas de confinamiento creadas por el Gobierno. Málaga y Granada son las provincias con la tasa más alta de contagio de la comunidad, de hecho, los datos acumulados de infección esta semana son peores en estas dos zonas, y han frenado la moderación de la curva de contagios en la región.
El Gobierno andaluz había vuelto a solicitar la entrada en la fase 1 de Málaga y Granada, después de una semana acusando al Ejecutivo central de haber usado “criterios políticos e ideológicos, y no estrictamente sanitarios” para frenar la desescalada de estas dos provincias. La propuesta de la Junta es que, a partir del lunes, todo el territorio andaluz avance al unísono hasta la fase 2 de la desescalada, prevista para el lunes 25 de mayo. El próximo viernes, en la próxima comisión interterritorial que reúne al ministro de Sanidad, Salvador Illa, con los consejeros del ramo, se revisarán otra vez las condiciones sanitarias de cada provincia para valorar el siguiente paso de fase.
Hace una semana, la Junta elevó a Sanidad un plan de desescalada proponiendo el pase de todas las provincias a la fase 1, con tres excepciones: el distrito sanitario de Málaga capital, y los distritos de Granada capital y su área metropolitana. Se trata de las áreas con más contagio y donde más presión asistencial hay en los hospitales. El Gobierno cuestionó la “propuesta mixta” de Andalucía -provincias más distritos sanitarios- y optó por aparcar el avance de ambas provincias, alegando que la densidad de movilidad entre las capitales y las zonas costeras podía propagar más el virus. Este viernes, en cambio, Granada y Málaga han pasado de fase enteras, sin excluir a los distritos que hace una semana incumplían la tasa de contagios por cada 100.000 habitantes.
La Junta ya ha planteado que algunas medidas previstas en la última etapa de la desescalada -como la reapertura de playas al baño o la movilidad interprovincial- se adelanten a la fase 2, esto es, el 25 de mayo, en vez del 8 de junio. Sin embargo, estas propuestas han creado controversia, porque las ha planteado el vicepresidente y consejero de Turismo, Juan Marín, pero no han sido defendidas por el consejero de Salud, Jesús Aguirre, en su reunión con el ministro. Aguirre ha alertado esta semana en el Parlamento del “alto riesgo de un rebrote” de contagios, y un elevado peligro de “colapso sanitario si se baja la guardia”.