El gerente del Servicio Andaluz de Salud será cesado tras las protestas de los profesionales sanitarios

Miguel Moreno Verdugo fue nombrado gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en febrero de este año y, tras nueve meses, será cesado esta semana tras las protestas que, desde principio de curso, se están sucediendo en el ámbito sanitario andaluz por falta de personal y recursos, como ha adelantado la Cadena Ser.

Su nombramiento llegó con polémica desde el principio ya que se le identificaba, por parte de sindicatos como CCOO, como artífice, en calidad de director general de los Recursos Humanos en el servicio público sanitario,“del período más nefasto para la sanidad pública de Castilla-La Mancha, con más de 3.000 despidos”. La oposición también se mostró crítica con la elección de gerente. En su etapa andaluza ha tenido que encajar numerosas protestas y movilizaciones por parte de los diferentes colectivos sanitarios. La última ha sido este mismo domingo ante el palacio presidencial de San Telmo convocada por el Sindicato Médico de Andalucía. 

El recorrido de Moreno Verdugo

El gerente del SAS nació en Málaga en 1964 y es licenciado en Económicas y Empresariales. Como técnico de la función administrativa, ha ejercido en los hospitales públicos andaluces Regional y Virgen de la Victoria de Málaga y en varios distritos sanitarios, donde fue administrador. En el Hospital Regional Universitario de Málaga ocupó el puesto de Director Económico Administrativo entre 1996 y 2004 y en el Virgen de la Victoria fue Subdirector Económico Administrativo entre 1995 y 1996.

Entre 2013 y 2015, Moreno Verdugo fue director general del Sescam (el servicio andaluz de Castilla La Mancha) con Cospedal, y ejerció como adjunto a la Gerencia entre 2012 y 2013. La Consejería de Salud fue acusada entonces de tratar de privatizar el sistema sanitario castellano-manchego y ya entonces hizo frente a numerosas movilizaciones de los profesionales sanitarios.

En esta ocasión, parece que las numerosas protestas han sido la gota que ha colmado el vaso, que han venido a sumarse a las fuertes críticas recibidas tras la gestión en verano de la crisis de la listerioris desatada en agosto de este año.