Corría el 5 de septiembre de 2013. Toda su familia, y muchos compañeros, la arroparon. Se convertía en la primera presidenta de Andalucía en tomar posesión del cargo, tras la renuncia de José Antonio Griñán. Este domingo renovará votos con los andaluces, que por primera vez la han respaldado en las urnas y que le permitirán gobernar. Lo suyo le ha costado a Susana Díaz tras aquel 22 de marzo. Han pasado 84 días desde entonces y unas duras negociaciones hasta que, finalmente, una nuevo partido, Ciudadanos, apoyó el pasado jueves su investidura para dar paso a la X legislatura.
La foto que encabeza esta información se tomó aquel día. A Díaz la acompañaban entonces los cuatro expresidentes andaluces que le antecedieron, entre ellos, a derecha y a izquierda, los más recientes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, precisamente dos nombres que han cobrado protagonismo durante las semanas previas a la investidura por su presencia ante el Supremo por el caso de los ERE fraudulentos. Salvada esa distancia y con la investidura en la mano, muchas cosas han pasado desde entonces.
Pero Susana Díaz asegura que quiere mirar al futuro, un futuro al que le ha costado poner la primera piedra de la Andalucía que pretende construir y que arranca para dar “el salto que necesita”, un latiguillo que viene repitiendo desde la ya aparentemente lejana campaña electoral andaluza. Lo hará “cuanto antes”, como también ha insistido, y el martes presidirá su primer consejo de gobierno (sería lógico que con sus nuevos consejeros) donde se tomará una primera medida relativa a becar a los universitarios andaluces la certificación en B1 de una segunda lengua, entre otras medidas, porque como asegura su entorno “no quiere que sea un Consejo sólo de nombramientos”.
Eso será a partir del martes, pero antes, superados los trámites de BOE y BOJA, tiene que tomar posesión del cargo y nombrar a sus nuevos consejeros y consejeras con los que trabajará directamente el gobierno de la comunidad autónoma. Nuevos nombres no han trascendido, y ella tan sólo ha avanzado que será paritario, sin definir si es parecido o no al que ha tenido hasta ahora. En el acto protocolario del domingo, de momento, repetirá el ministro Cristobal Montoro como representación del Gobierno de la nación y debutará el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que compartió acto con Díaz justo antes de los comicios municipales. Ambos serán sin duda foco de miradas y atención ante los vaivenes y desencuentros de su relación en el partido. En septiembre de 2013 fue el entonces líder socialista, Pérez Rubalcaba, quien la arropó, junto al expresidente Rodríguez Zapatero, en el salón de Usos Múltiples del Parlamento, lugar habitual para este tipo de actos.
También asistirá el secretario de Organización del partido, Cesar Luena, según informan a Europa Press fuentes socialistas, así como el exministro socialista José Bono. La presencia no confirmada es la de Felipe González. Y no estarán solos. Se calcula que unas 400 personas asistirán al acto.