La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha trasladado personalmente este martes a su vicepresidente, Diego Valderas (IU), que “no es aconsejable” el viaje que ha anunciado a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) durante un “contacto natural y razonable” previo a la reunión del Consejo de Gobierno, y después de que ya hubiera anunciado a través de los medios de comunicación que vetaba esta posibilidad. Lo ha explicado el portavoz del Gobierno de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, quien ha insistido en que la presidenta “ha ratificado” lo que ya dijo hace unos días cuando su vicepresidente dijo que iba a cumplir en el primer trimestre de 2015 su “compromiso” con una ruta que anunció en septiembre de 2014, poco después de volver Susana Díaz de Marruecos.
En todo caso, el portavoz no ha querido decir qué respondió Diego Valderas a la presidenta tras dicha conversación, y desde la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, que dirige y que estaba organizando el viaje a través de la Agencia de Cooperación Internacional (ACI), han subrayado que ha iniciado “un periodo de reflexión” en torno a esta intención. De este modo, Diego Valderas ha evitado anunciar públicamente una renuncia a viajar como vicepresidente, tal y como era su intención, (y que supondría elevar el tono de la tensión de Gobierno) pero tampoco ha confirmado si lo hará como miembro de IU, que era la única posibilidad que le dejaba la presidenta aludiendo a “razones de seguridad” para aseverar que “ningún miembro del Gobierno de Andalucía” irá Tinduf.
La presidenta entiende que este viaje supondría una interferencia en las relaciones internacionales con Marruecos “y en las que Andalucía no tiene competencias”, si bien su portavoz no ha confirmado si han recibido una comunicación en este sentido desde el Gobierno de España. Sí ha aludido a la nueva situación de “inseguridad” y al “terrorismo islámico” para reforzar que no es el momento más propicio para este tipo de expediciones, pese a que el pasado mes de diciembre el viceconsejero de la Xunta de Galicia sí realizó este mismo viaje.
El caso es que IU intenta administrar su decisión después de que haya defendido con mucho empeño esta visita, encaminada a conocer los proyectos en los que la Junta de Andalucía invierte en los campamentos de refugiados, y que se cifran en unos 18 millones de euros los últimos años. Sin embargo, a Susana Díaz no le gustó que Diego Valderas comenzara el año diciendo que mantenía su intención de viajar pese a que ella ya cuando lo anunció le dijo que no era recomendable y que, en todo caso, no podía hacer como vicepresidente.
El pulso entre los dos socios a cuenta de esta propuesta se ha mantenido en los medios de comunicación hasta que este martes la presidenta se lo ha trasladado nuevamente, en un encuentro en el que Diego Valderas esperaba que hablaran de “criterios y oportunidades”. Pero se ha saldado con una breve conversación sin nada que negociar y con la oposición de la presidenta a ser convencida, como había insinuado que ocurriría el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, quien ironizó con la idea de que Susana Díaz se podría sumar a la expedición.