La presidenta Susana Díaz ha instado este miércoles a los populares a que acudan a los tribunales si creen que hay un fraude en los fondos de formación de la Junta de Andalucía, en lugar de librar la batalla en los medios de comunicación. Estas declaraciones se han producido durante el pleno en el Parlamento de Andalucía, donde el PP-A le preguntaba por la estabilidad de su gobierno tras la reciente crisis entre el PSOE-A e IU a cuenta de los realojos de la Corrala Utopía gestionados por la Consejería de Fomento y Vivienda, en manos de la federación. Sin embargo, la cuestión ha derivado pronto hacia el terreno al que con gusto se han abonado los diputados, el de la corrupción con el “y tú mas”. Debate de lugares comunes que incluso ha brindado algún lapsus para regocijo de la oposición, cuando Susana Díaz hablaba de la puesta en marcha de su plan para la construcción sostenible, pero los populares han oído “corrupción sostenible”.
“Si estaban convencidos de que había un fraude, vayan a un juez, que es adonde corresponde”, ha insistido la presidenta en relación a la conocida como operación Edu, por la que Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) investiga a 17 empresas de Málaga que recibieron fondos de formación y no habrían justificado debidamente su destino. De hecho, la propia Junta de Andalucía lleva meses con una revisión masiva de 8.505 expedientes de estas subvenciones desde 2007 para comprobar que todo se justifica. Sin embargo, los populares han creído encontrar en este asunto un filón como el del caso ERE para atacar al Gobierno de Andalucía y hablar de práctica generalizada con la técnica de la parte por el todo. Por eso dejan entrever que se trata de un fraude de más de 2.000 millones de euros -todo lo destinado a fondos de formación desde 2007- cuando la investigación de la Policía Nacional se circunscribe por ahora a algunas partidas.
En este contexto, el portavoz parlamentario del PP-A, Carlos Rojas, que saca el colmillo que no exhibía su predecesor Juan Ignacio Zoido, ha acusado a Susana Díaz de haber retrocedido en la gestión de la crisis del Gobierno de Andalucía por las presiones de IU, que “ha ganado el pulso” en el conflicto por la Corrala Utopía, donde la presidenta le retiró durante 24 horas las competencias de adjudicación de vivienda pública a la Consejería de Fomento y Vivienda por cómo había empezado a realojar a los desalojados de este inmueble de la capital hispalense. “Tenemos una presidenta que no cumple la legalidad y no es capaz de tomar decisiones y cuando lo hace cambia en 24 horas para ponerse al lado de la ilegalidad (…). Ha declinado investigar lo que es ilegal (…). No ha sido capaz de dar la cara en el asunto de los fondos de formación ni en la Corrala Utopía”, ha insistido Carlos Rojas, en referencia que eran los dos consejeros del ramo los que este martes comparecían para dar explicaciones sobre los realojos (Elena Cortés) y los fondos de formación (Luciano Alonso). Sin embargo, en opinión de Carlos Rojas, no se va a apoyar la comisión de investigación que piden en cada uno de estos casos porque así lo han acordado los dos socios. “No va a investigar la Corrala Utopía porque si no, IU investigará los fondos de formación. Hoy por ti, mañana por mí”, ha enfatizado, no sin antes recordar que el marido de Susana Díaz, José María Moriche, también ha trabajado para cursos subvencionados con estas partidas. “¿Quién recomendó a su marido?”, le ha espetado.
Susana Díaz ha vuelto a recurrir a la estrategia del “cálmese” para sacar de quicio a sus rivales. “Le noto exaltado”, ha comenzado a responder al líder de la oposición. “Si prefiere seguir en el camino del barro no me va a encontrar, ni siquiera para preguntarle cuántos en su bancada pueden decir con la misma contundencia que la vicepresidenta del Gobierno de España que no han cobrado sobresueldos” [en alusión a Soraya Sáenz de Santamaría y su “no he cobrado un sobre en mi puta vida” de este martes]. Y es que también es experta en otra estrategia que indigna a los populares: la de decir lo que no va a decir.
En todo caso, ha respondido a la pregunta inicialmente planteado con la seguridad de que “la estabilidad” en su gobierno “está garantizada y hasta el final de la legislatura”. Hay que recordar que no descartó el adelanto electoral durante el enfrentamiento de las dos fuerzas. Pero esta vez incluso incluso ha presumido de la gestión de la ruptura. “Me reprocha que he tenido algún problema con mis socios (…). Si los problemas se resuelven en un día, mejor. Son 700 veces menos de lo que ustedes están tardando en digerir su victoria electoral. Me recuerdan tanto que son el partido más votado en Andalucía porque algo me dice que pronto van a dejar de serlo”.
Previamente, el portavoz parlamentario del PSOE-A había sido nuevamente el encargado de saltar a la trinchera, sin que a él le preocupara mancharse por el barro. Especialmente cuando ha hablado de la filtración de la operación Edu. Ha asegurado que esta estrategia se gestó en Málaga, cuando coincidieron el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, y el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en la imposición de una medalla a la Virgen del Amor. “El que le pone la medalla a los santos mientras le lleva la pasión y muerte a los inmigrantes en las vallas”, ha dicho sobre el secretario de Estado de Seguridad, para insistir luego en que “la cúpula del Ministerio del Interior tendrá que dar explicaciones”. Lo manifestaba con estas palabras: “Van a tener que comparecer en el Congreso de los Diputados (…) Porque han sido parte activa en este infundio”.
Trapos sucios y un anuncio
Por sacar trapos sucios no ha quedado. El caso ERE, por supuesto. E incluso ha vuelto a salir el asunto de Rafael Velasco, diputado del PSOE-A que dimitió en 2010 tras conocerse las subvenciones que recibía de la Junta de Andalucía una empresa de formación de su mujer. De hecho, Mario Jiménez ha acusado a los populares de “rasgarse las vestiduras” porque el consejero Luciano Alonso mencionara la participación de la diputada del PP-A Antonia Ruiz en empresas de formación que están dentro de los expedientes que se están revisando, “tras haber destripado a Rafael Velasco”.
En definitiva, salidas de tono, de sobra, en una sesión en plena precampaña de las elecciones europeas. Hasta el presidente del Parlamento de Andalucía, Manuel Gracia, ha tenido que pedir perdón al popular Antonio Sanz cuando le ha mandado a callar con un “usted viene poco, pero cuando llega, se hace notar”. Rápidamente rectificaba, lo que no ha evitado que el aludido le recriminara el comentario y le pidiera “respeto” recordando que compagina la tarea de parlamentario con la de senador y de ahí sus ausencias.
Para concluir el debate dejando sensación de utilidad, la presidenta ha hecho su “anuncio” y ha avanzado que el Gobierno de Andalucía esta preparando una estrategia en colaboración con las grandes superficies comerciales y organizaciones agrarias para potenciar el consumo del sector “que tanto está contribuyendo a dinamizar la economía”. Esto ha pasado bastante desapercibido, entre otras cosas porque no se puede ofrecer más información sobre este programa todavía en negociación, tal y como han indicado desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.