“Hola, soy distribuidor de medicamentos de la Hepatitis C en la India y estoy aquí para ayudarte”

“Hola, soy un distribuidor farmacéutico de la India y estoy aquí para ayudar a gente con hepatitis C”. A través de este amable saludo, compañías supuestamente afincadas en la India ofrecen vía Facebook tratamientos para la hepatitis C a pacientes españoles. Contactando con los perfiles públicos de las Plataformas de Afectados, y posteriormente por correos directos, los supuestos distribuidores y fabricantes indios ofertan sus tratamientos a un precio que oscila en torno a los 600 euros, garantizando el envío por mensajería privada y tratando de convencer a las personas afectadas de que esta práctica es legal en España, según varias de estas conversaciones facilitadas por la Plataforma de Afectados de la Hepatitis C de Sevilla. Los comerciales remiten a webs como darvoni.com, beacon-pharma.com o malikinternationalpharmaceuticals.in.

El producto que ofrecen es sofosbuvir, comercializado en todo el mundo por Gilead como Solvaldi, que se consume junto a ledispavir, en dos presentaciones de genéricos de dos compañías de Bangladesh, Hetero y NatcoPharma. Estas compañías fabrican los medicamentos respetando la legalidad en la India, que arrastra muchos conflictos legales internacionales por su política de patentes orientada a acelarar la llegada de los genéricos. El precio por internet ronda los 600 euros, un precio significativamente inferior al que tendría que pagar una persona en España si decidiera adquirir el tratamiento original de Gilead. En una farmacia el precio de Sovaldi es de 14.618 euros, según la última actualización de precios que publican los Colegios de Farmacéuticos. A las administraciones sanitarias les cuesta unos 7.800 (solo sofosbuvir) y 10.000 euros (Sofosbuvir + ledispavir); según muestran las órdenes de compra publicadas por Andalucía o el Gobierno Vasco.    

Para Carmen Martín, portavoz de dicha Plataforma, “esta práctica, que se ha convertido en frecuente, es poco conocida, ilegal y muy peligrosa”. Según cuenta, entran en los perfiles públicos de las plataformas, escriben en el muro y resuelven cualquier duda por mensaje directo. “Aparentemente ofrecen los medicamentos originales o los genéricos fabricados en la India. Habrá gente que pique y los compre, sin tener garantías de qué es exactamente lo que va a tomar”. Por eso, pide que las autoridades intervengan de alguna manera para frenar esta práctica comercial que ha empezado a traspasar fronteras. “No se conoce, ni se denuncia y habrá gente incauta que pueda acabar tomando fármacos sin garantía alguna”. 

Inicialmente, los vendedores dejan mensajes en los perfiles públicos o los grupos privados de Plataformas y organizaciones de afectados donde cuelgan mensajes presentándose como comerciales autorizados o bajo la apariencia del anuncio de la disponibilidad comercial de un fármaco:

Posteriormente inician conversaciones privadas en las aportan más detalles sobre cómo adquirir los fármacos. En los mensajes facilitados a eldiario.es/Andalucia, estos comerciales informan directamente a los pacientes sobre el precio y lo necesario para recibirlos. Con sólo la información de contacto y la dirección postal se puede solicitar el envío por mensajería urgente. Incluso ofrecen su teléfono y extensión para localizarles en horario de oficina.

Asimismo, en otra de las conversaciones, el comercial trata de convencer al posible comprador de que esta actividad es legal en España, tras las dudas mostradas por una usuaria sobre el delito en que podría incurrir. “Esa ley es sólo para España, no afecta a la importación con prescripción”, le indica.

Los riesgos de la venta de medicamentos por Internet existen desde hace tiempo y es habitual recibir tsunamis de sospechosos spam ofreciendo tratamientos ‘milagrosos’ para la caída del cabello, pérdida de peso o problemas de erección; pero es menos frecuente el marketing directo para patologías crónicas y graves. “Este fenómeno, del que no teníamos conocimiento, es nuevo y muy peligroso. Es algo especialmente grave  pues se trata de productos con los que contamos en el Sistema Nacional de Salud y de los que ya se están beneficiando muchos pacientes en España”, explica Emili Esteve, director del Departamento Técnico de Farmaindustria. El experto, subraya que “es absoultamente desaconsejable comprar medicamentos sin la debida autorización. No existen garantías de que esos productos estén fabricados por empresas autorizadas”.

En España solo es legal la venta por Internet de medicamentos no sujetos a prescripción médica, también conocidos como medicamentos sin receta, en los sitios webs de las farmacias habilitadas al efecto. Los detalles de esta modalidad de venta se incluyeron en el Real Decreto 870/2013, de 8 de noviembre, por el que se regula la venta a distancia al público, a través de sitios web, de medicamentos de uso humano no sujetos a prescripción médica, que ofrece las “máximas garantías a estas compras” a través de Internet y facilita que los ciudadanos diferencien fácilmente, a través del logotipo europeo común, los sitios web legales de aquellos ilegales.

Desde el Ministerio de Sanidad afirman que no tienen constancia de denuncias en este sentido y que sin denuncias no se pueden investigar estas prácticas. Carmen Ruiz, de la Plataforma de Afectados de Sevilla, explica que uno de los motivos por los que no se han plateado denunciar es por no tener entidad jurídica como asociación. Por tanto la denuncia tendría que hacerla a título particular. Por ello, plantea que debiera ser la Plataforma de Afectados a nivel nacional la que ahonde en el tema y lo ponga en conocimiento de las autoridades sanitarias.