El Tribunal Supremo ha decidido compartir información con la jueza Alaya del caso de los ERE. A ello se había opuesto la defensa del expresidente de la Junta José Antonio Griñán y del resto de aforados porque entienden que está fuera de su competencia y que el alto tribunal debe ser el único encargado ya de manejar la documentación que les pueda afectar. Pero el magistrado instructor Alberto Jorge Barreiro ha remitido a Alaya testimonio de la pericial de parte presentada por Griñán y avala que acceda a su contenido porque “no es descartable que pretenda preguntar” sobre el mismo a los peritos de la Intervención de la Administración General del Estado (IGAE), citados precisamente este jueves para ratificar su propio informe, presentado en diciembre de 2013.
La decisión de remitir a la jueza de Sevilla el informe de parte, a lo que se oponía la defensa de Griñán en su escrito porque creen que la jueza está tratando de boicotear su defensa, se adopta por “razones obvias de auxilio judicial”, según una providencia dictada por el instructor de la causa y de la que informa Europa Press, de igual modo que la Sala de admisión del Supremo ya dijera en su día que Alaya debía remitirle lo que fuera haciendo que tuviera relación con los aforados.
En su escrito, Griñán pedía expresamente al magistrado Jorge Barreiro que ordenase a Alaya abstenerse de realizar la ratificación de los informes del IGAE, puesto que de hacerlo en el juzgado de Sevilla, donde él no es parte, se le causaría indefensión. El abogado del expresidente de la Junta, José María Mohedano, defendía que dicha ratificación se debía hacer en todo caso en el Supremo y cuando lo decidiera el magistrado instructor del alto tribunal.
La providencia dictada este lunes por el Supremo especifica que es a Alaya a la que corresponde decidir “con autonomía” la fecha, extensión y condiciones procesales “en las que practicar esta diligencias”, sin perjuicio de que las partes puedan interponer recursos ante el órgano competente que es la Audiencia de Sevilla. Insiste el magistrado del Supremo que tanto Alaya como él han de realizar con competencia autónoma las instrucciones que les han sido atribuidas.