Si alguien dudaba de que la X Legislatura, con cinco grupos políticos y sin mayorías absolutas, iba a ser muy dura y complicada, después de la sesión de constitución del Parlamento lo verá claro como el agua. Tradicionalmente, esta jornada siempre ha sido un mero trámite y un día amable en el que los 109 diputados, muchos de ellos acompañados por sus familias, juran o prometen el escaño. Nada que ver con lo ocurrido este jueves. Ha habido muchísima expectación en las votaciones porque, tras semanas de negociaciones, los partidos no han sido capaces de alcanzar un acuerdo para formar la Mesa del Parlamento, el órgano de gobierno de la institución. Hasta última hora han circulado los rumores sobre posibles alianzas entre los grupos de la oposición para darle la presidencia de la Cámara a la formación minoritaria (IU), pero finalmente este cargo, el segundo más relevante de Andalucía tras la presidencia de la Junta, ha recaído en el PSOE.
El socialista Juan Pablo Durán, secretario general del partido en Córdoba, es ya el nuevo presidente del Parlamento. Ha sido elegido en segunda vuelta con los 47 votos del PSOE y su nombramiento ha sorprendido a muchos, ya que no cuenta con experiencia institucional ni es el perfil que esperaba la oposición. Tan solo el PP (con 33 diputados) ha presentado otro candidato a la presidencia: al exalcalde de Lepe Manuel Andrés González. Ni Podemos ni Ciudadanos o IU han propuesto nombres. En una legislatura tan compleja como la que este jueves ha arrancado, el PSOE ha aupado a la Mesa a tres personas de partido, a tres secretarios provinciales. Además de Durán estarán Teresa Jiménez (líder en Granada) como vicepresidenta primera y Verónica Pérez, dirigente en Sevilla y de la máxima confianza de Susana Díaz, como secretaria.
La diputada popular Esperanza Oña, exportavoz parlamentaria de Javier Arenas, se queda con la segunda vicepresidencia; la tercera recae en Juan Manuel Moreno Yagüe, abogado sevillano, de Podemos, y como secretarios entran Julio Muñoz (Ciudadanos) y José Antonio Castro (IU). Precisamente cuando tocaba tomar posesión a los secretarios, casi al final de la constitución de la Mesa, es cuando se ha armado un encontronazo que nadie dudaría en calificar de bronca. El hasta ahora portavoz del PP Carlos Rojas ha alzado la voz para interrumpir al socialista Luis Pizarro, que presidía la Mesa de Edad, y ha acusado al PSOE de cometer un acto “ilícito perseguible penalmente” y de “robo” porque, a su juicio, carece de competencias para interpretar el reparto de sillones en la Mesa. Están “desalojando al PP de esta mesa de representación”, ha argumentado Rojas mientras a Pizarro se le ha podido ver contrariado con la intervención e interrupción.
El Reglamento de la Cámara asegura presencia en la Mesa a todos los grupos parlamentarios. De hecho, como ha recordado Luis Pizarro, es el único parlamento autonómico que así lo contempla. Si cada uno se vota a sí mismo, como ha ocurrido, el PSOE se queda con tres miembros y el resto de grupos con uno cada uno. Los populares han peleado durante la negociación previa por ocupar dos puestos en la Mesa porque defienden que eso es lo que les corresponde según el resultado de las autonómicas. En un principio se barajó la posibilidad de ampliar a un vocal (con voz pero sin voto), pero Podemos vetó de plano esta opción. La única manera de que el PP tuviera dos miembros es que el PSOE le cediera uno. Como alternativa, los socialistas ofrecieron la vicepresidencia primera, pero no subieron la apuesta “a cambio de nada”. Fuentes populares aseguran que el PSOE se ha “equivocado” al mezclar durante las conversaciones entre partidos la constitución del Parlamento y la futura investidura. Desde el PSOE afirman que los populares no tenían previsto pactar y han ido a montar “lío”.
El resultado del descontento del PP ha desembocado en bronca. A los gritos de Rojas se han sumado los de Patricia del Pozo, el segundo nombre propuesto para la Mesa y de máxima confianza de Arenas, que ha exclamado: “Soy la principal afectada”. El líder del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha explicado minutos después que su partido recurrirá ante el Tribunal Constitucional el reparto de puestos en la Mesa del Parlamento y ha lamentado que Díaz sea “incapaz de dialogar”.
Algunos socialistas han lamentado que el PP “traía el numerito preparado de antemano”. Susana Dïaz, por su parte, ha respaldado la postura de Luis Pizarro como presidente de la Mesa de Edad porque ha hecho es “defender que IU tuviera un puesto en la mesa como defiende el reglamento que hemos votado todos”, asegura la presidenta en funciones.
Teresa Rodríguez, recién estrenada como parlamentaria, ha asegurado que “los 15 diputados de Podemos veníamos con muchas ganas a esta sesión y aún siendo la primera no nos hemos podido librar de una escena de cierta violencia dialéctica, lo que supone un signo claro de un bipartidismo decadente que se echa encima de un sillón como si fuera un trozo de carne”.
El diputado por Sevilla y candidato a la Junta de Andalucía por Ciudadanos, Juan Marín, por contra, ha querido restar importancia al incidente protagonizado en la constitución de la Mesa del Parlamento, aunque ha lamentado que no se haya llegado antes a un acuerdo por la “falta de diálogo”. Juan Marín ha dicho de la sesión que no ha visto especialmente movida, salvo en las discrepancias expresadas por el PP,
El espectáculo que se ha vivido en la Cámara, ante decenas de invitados (sindicatos, empresarios, etc), no es más que un anticipo de una legislatura que se presenta hostil. Una vez constituida la Cámara hay un máximo 15 días para que se celebre la primera sesión del debate de investidura en la que todos los partidos han dejado claro que votarán en contra de la elección de la socialista Susana Díaz. En segunda vuelta (48 horas después) Díaz necesita cosechar más síes que noes. El PSOE tendrá que intensificar el diálogo con el resto de grupos para asegurarse los apoyos suficientes pero ya se ha visto que no va a ser nada fácil. A ningún partido le interesa repetir las elecciones (si a los dos meses de la primera votación sigue enquistada la elección), pero la oposición no parece dispuesta a mover ficha antes de las municipales del 24 de mayo.