A la una de la tarde de este jueves, quedaban por delante 35 horas para que expire el plazo límite para registrar una coalición electoral ante la Junta Electoral Andaluza con la que poder concurrir a las elecciones del 19 de junio: las 00.00 horas de este sábado. Los seis partidos de izquierdas que negocian desde hace cuatro meses una candidatura única para presentarse juntos seguían sin acuerdo.
A esa hora, la mesa de negociación estaba partida por la mitad: Izquierda Unida, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz dentro de la coalición; Podemos y Alianza Verde, fuera. Los primeros tenían previsto registrar este mismo jueves una coalición a cuatro, con el nombre 'Por Andalucía', y presentarla el viernes en un acto público en Córdoba, ciudad simbólica del histórico referente de la izquierda andaluza Julio Anguita. Las otras dos formaciones podían apurar el plazo legal y sumarse a posteriori: la Junta Electoral lo permite, siempre que se retire la coalición a cuatro y se registre dentro del plazo una coalición de los seis partidos. En el último momento, esta opción se ha desactivado, “como gesto de buena voluntad” y con esperanza de cerrar el pacto en el último minuto.
Los dirigentes de los seis partidos de izquierdas vienen reuniéndose a escondidas o de forma telemática desde hace semanas, pero este jueves han aparecido todos juntos a plena luz del día, bajo un sol aplastante, al pie de la portada de la Feria de Sevilla. Los seis por separado, en pequeños grupos, esperaban a que apareciera la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha cruzado la portada, vestida de rojo de pies a cabeza, minutos antes que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, y minutos después que la candidata de Vox, Macarena Olona.
De repente, en torno a Yolanda Díaz se han reagrupado los dirigentes de los seis partidos de la izquierda andaluza, dibujando una imagen calculada de unidad que busca salvar la confluencia en el último minuto. “No me compete a mí señalar las negociaciones que se están desarrollando en Andalucía, pero sí les digo una cosa: el verbo que me gusta conjugar es sumar. Sumar y sumar, sumar diversidades, sumar proyectos diferentes para seguir ensanchando nuestro país”. Y ha añadido: “Desde luego, lo que me gustaría es que Andalucía no se coloque de espaldas al signo de los tiempos, mire hacia adelante y hacia la suma”.
Es un mensaje medido con bisturí, pero es un paso de gigante respecto al que ofreció a principios de marzo, en su primera visita oficial a Andalucía, en la que marcó distancias del proceso de confluencia andaluza sin atreverse a ligar su “frente amplio” a las expectativas de los partidos de izquierdas en esta, la comunidad más poblada del país.
En la arena de la Feria
Yolanda Díaz ha llegado a la Feria acompañada del ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón. La foto de grupo estaba milimétricamente estudiada, como el resto de imágenes que ha ido dejando en su paseo por el Real. A su izquierda, en todo momento, la dirigente de IU y portavoz del grupo parlamentario Unidas Podemos por Andalucía, Inmaculada Nieto. En torno a Nieto hay un consenso, no unánime, para que encabece la lista unitaria como candidata a presidenta de la Junta. Si es así, la vicepresidenta del Gobierno ha bendecido su nombre con más de un gesto, agarrada de su brazo por la Feria y abrazada a ella en más de una ocasión.
Esta foto de ellas dos juntas ha sido difundida en redes por IU, pero Podemos ha buscado otra imagen: la de Díaz con su propio candidato, el diputado por Cádiz en el Congreso, Juan Antonio Delgado, que acaba de ganar unas primarias sin contrincante para ser el cartel electoral de Podemos Andalucía y, de paso, de la confluencia con el resto de izquierdas. La líder de Más País, Esperanza Gómez, también ha sacado a relucir sus fotos con Díaz, aunque su pelea en la negociación no ha sido por el cartel electoral, sino por otros puestos de nivel, dicen en su entorno. Gómez encabezará previsiblemente la lista por Sevilla, un puesto seguro de salida, mientras que Nieto volvería a hacerlo por Cádiz, su provincia de origen.
Todos quieren el aval de la vicepresidenta, pero no todos han celebrado igual la imagen de grupo con ella en el centro. Los dirigentes de IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz parecían haber llegado al final de un largo camino, esta vez sí, con Yolanda Díaz amadrinando su alianza como una avanzadilla andaluza del “frente amplio” que se dispone a crear en toda España. El rostro torcido de los dirigentes de Podemos –el andaluz y el estatal, que andaban no por casualidad en Sevilla– no decía lo mismo. La formación morada ha impulsado en paralelo unas primarias a una velocidad mayor de la que dictan sus estatutos, presionando desde fuera para que Delgado se imponga a Nieto como cabeza de cartel. Es lo que dicen cuatro de los seis partidos, pero ellos lo niegan.
Bronca en el Real
Detrás de las fotos de unidad, el color, el baile y las risas, se agota el tiempo para registrar la coalición electoral con el nombre más aséptico posible que han encontrado: 'Por Andalucía'. Se cae del cartel la fórmula 'Unidos por Andalucía', que proponía Podemos para mantener una pátina viva de su propia coalición estatal. Dicen sus socios, desesperados, que el partido de Pablo Iglesias, ahora liderado por la ministra Ione Belarra y miembro del Gobierno de coalición con el PSOE, “no ha metabolizado” su desgaste, el de su discurso y el de sus referentes políticos, y pelea en la arena andaluza para hacer valer su peso de cara a una futura negociación para tener un papel esencial en el frente amplio de Yolanda Díaz.
Después de las fotos, a pleno sol, el coordinador regional de IU, Toni Valero, y el líder del PCA, Ernesto Alba, mantenían una acalorada discusión en mitad de la Feria con algunos dirigentes de Podemos: Martina Velarde, secretaria regional del partido; Alejandra Durán, secretaria de Acción Institucional de Podemos Andalucía; y Lilith Verstringe, secretaria de Organización de Podemos estatal. Verstringe está en Sevilla, negociando en primera línea, en el tiempo de descuento para cerrar la confluencia. Hace una semana fue la propia Belarra quien viajó a la capital andaluza para promocionar a su candidato. De la discusión acalorada que mantuvieron los dirigentes de IU con los de Podemos se extrae una conclusión palpable: si la confluencia andaluza fracasa puede partir en dos la coalición Unidas Podemos y terminar afectando al propio Gobierno de España. No es poco lo que se está jugando en la Feria de Sevilla.
Seguir la pista de lo que está ocurriendo de puertas para adentro es difícil, porque el diálogo es zigzagueante y en las curvas hay luchas de poder, de partido y de personas. Están construyendo un instrumento político para reunificar a las izquierdas y tener más opciones de enfrentarse al PP de Moreno y al Vox de Olona, pero, mientras apelan a la “ilusión” y el “compromiso”, ofrecen una imagen de rivalidad interna, antes incluso de haber creado su alianza.
A pocas horas de que expire el plazo para registrar la coalición, la negociación está encallada, según IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz, en el nombre del candidato de la coalición a la Presidencia de la Junta de Andalucía; según Podemos y Alianza Verde, en la falta de “un acuerdo político” que deje por escrito las reglas de juego del futuro grupo parlamentario para evitar, dicen, que la alianza termine implosionando como le ocurrió a Adelante Andalucía con la expulsión de Teresa Rodríguez y otros diez diputados. “Quiero garantías de que esto no va a ser solo un trampolín para algunos que, en cuanto lleguen las generales, mirarán hacia Madrid”, dice Velarde.
La dirección andaluza de IU rechaza este planteamiento. Aseguran que en la mesa de partidos ya han firmado, en presencia de sus representantes legales, “un reglamento” que establece el funcionamiento coordinado del grupo y el reparto de tareas de sus integrantes “para que sea un todo, sobre un programa político, y no un reino de taifas”.