El consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, ha adelantado que no está de acuerdo con la propuesta de 'autobajas' de tres días para personas con enfermedad leve planteada este lunes por el Ministerio de Sanidad, al que ha acusado de “improvisación”. Ha anunciado que las mascarillas serán obligatorias también para los pacientes que se encuentren en las salas de espera de los centros sanitarios desde este mismo lunes, 8 de enero.
En una rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), el consejero aragonés ha rechazado las 'autobajas' porque, por un lado, una baja es un “acto médico” y tiene que ser supervisado por un profesional médico y, por otro, porque implica a otro ministerio --al de Seguridad Social--.
En todo caso, ha remarcado que siguen pidiendo a los pacientes que no acudan a su centro de salud a no ser que tengan síntomas graves, lo que no impide que se pongan en contacto con su médico de cabecera porque los síntomas para conceder una baja deben ser “supervisados” por un profesional sanitario.
Mascarillas en las salas de espera
En cuanto a las mascarillas, seguirán siendo obligatorias para trabajadores sociosanitarios y en las salas de espera para “proteger a las personas vulnerables” hasta el momento en el que la incidencia permita una desescalada. En la actualidad, la incidencia de las infecciones respiratorias asciende a 1.330 casos por cada 100.00 habitantes --la semana pasada estaba en 1.184-- y la de la gripe, en 303,53 --la anterior era de 167,5--.
Sin embargo, ha expuesto que la población aragonesa ya está siendo “muy respetuosa” y se están atendiendo las recomendaciones de utilizar mascarillas en los centros sanitarios.
Por otro lado, el consejero ha reconocido que no están “contentos” con los datos de vacunación en Aragón, que sólo llegan al 56% de la población diana, cuando el objetivo era el 75%. Hay “buenos resultados” entre las personas de más edad, como los mayores de 80 años, que están el 79,1% inmunizados, pero en otros “no son tan buenos”, como el tramo de edad superior a 60, con porcentajes por debajo del 60%, o la población infantil, con un 41%.
En este punto, ha anunciado que la intención del Departamento de Sanidad es abrir la vacunación a toda la población durante la próxima semana, aunque están todavía hablando con los centros de salud, puesto que no todos tienen los mismos recursos para llevar a cabo la campaña.
Sobre las plantillas, ha garantizado que están “ajustadas” y ha expresado su preocupación por la época veraniega, en la que en muchos lugares se duplica o se triplica la población atendida en algunos consultorios, mientras los trabajadores disfrutan de sus vacaciones. “Nos preocupa que cuando llegue el verano no tengamos los suficientes profesionales”, ha agregado.
Por último, el consejero ha señalado que esta obligatoriedad de las mascarillas no se va a extender a las residencias ni a otros centros sociosanitarios, donde seguirá siendo “altamente recomendable” para pacientes y visitas. En todo caso, todos los familiares entienden que sus seres queridos son “vulnerables”.