Tener en cuenta la España más despoblada. Eso ha solicitado del presidente de Aragón, Javier Lambán, al presidente del Gobierno de España durante la octava videoconferencia de presidentes autonómicos. Lambán argumenta que la incidencia del coronavirus en muchos municipios “ha sido ínfima”, por lo que considera que la vuelta a la calle y a la actividad económica podría “reanudarse de manera inmediata”.
Según Lambán, la provincia como unidad de acción “no es muy conveniente” para algunas comunidades como Aragón, cuyo 76% de los municipios ocupan el 73% del territorio y apenas agrupa al 12% por ciento de la población, con una tasa de 4,37 habitantes por kilómetro cuadrado. Gran parte del territorio reúne características que en Europa se denominan “desiertos demográficos” y, por ello, el presidente aragonés considera que “sería injusto que las zonas más deprimidas demográficamente deban esperar a Zaragoza pudiendo reactivar su vuelta a la normalidad antes”.
Por ello, asegura que la normalización de la actividad puede producirse sin ningún riesgo ya a día de hoy en casi todo el territorio, si bien ha planteado una alternativa a la unidad provincial: las zonas básicas de salud. Antes ha explicado que existe una dualidad entre Zaragoza capital (700.000 habitantes en un solo municipio) y el resto del territorio, 730 municipios, que reúne una población total de 600.000 habitantes. Además, en cada provincia hay realidades económicas diferentes y también hay que tener en cuenta las zonas limítrofes (incluso con otras CCAA), donde hay unidades de prestación de servicios y económicas, “claramente delimitadas”.
Desescalada por zonas básicas de salud
“Planteamos el inicio de la normalidad en municipios de menos de 5.000 habitantes y vemos bien que este criterio se haya aplicado para establecer las franjas horarias en este tipo de municipios”, pero al no ser aceptado por el Gobierno central como unidad para la desescalada, el presidente de Aragón ha expuesto que existen otras fórmulas como articularlas a través de las zonas básicas de salud. A su juicio, son válidas analizando en cada una la incidencia de los últimos 14 días y, avanzar en las siguientes fases de manera singularizada teniendo en cuenta varios criterios, de modo que empiecen la vuelta normalidad directamente desde la fase 2.
Las 123 unidades se identificarán como sectores/áreas sanitarias o como agrupaciones de zonas básicas de salud (comarcas), que deberán tener una ausencia o muy baja transmisión comunitaria durante los últimos catorce días, y una ausencia de brotes comunitarios detectados en el mismo periodo. Además, deberán permitir la monitorización de posibles cambios en la situación epidemiológica usando para ello la información de las fuentes del sistema de salud, disponer de servicios públicos comunes que faciliten la gestión compartida y la toma de decisiones en caso de ser necesario (comarcas) y constituir espacios de productividad y economía diferenciada.
Estas comarcas, según el criterio aragonés, se beneficiarían de una fase de desescalada ajustada a su situación, favoreciendo una más rápida reactivación económica en zonas rurales. De esta manera el territorio de Aragón en su conjunto iría pasando a las diferentes fases si cumple los criterios de evaluación fijados y las comarcas singularizadas por los criterios anteriormente fijados podrían situarse en una fase más avanzada.