Azcón y Vox se desentienden de los ganaderos con vacas afectadas por el mortal ‘virus del mosquito’
Los ganaderos cuyas cabañas se vieron afectadas por la EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizoótica), conocida coloquialmente como ‘el virus del mosquito’, van a quedarse sin compensaciones por las pérdidas de ingresos y de cabezas de ganado que han venido sufriendo en los últimos quince meses como consecuencia de esa patología animal.
Ángel Samper, consejero de Agricultura en el gobierno PP-Vox que preside Jorge Azcón, ha utilizado un retorcido argumento para anunciar que su consejería se desentiende de los efectos de la EHE en las explotaciones ganaderas aragonesas y en la cabaña: como no se encuentra entre las epizootias (enfermedades animales) concretas para las que el Estado contempla ayudas al sacrificio, el ejecutivo aragonés no va a habilitar una línea de apoyo.
La decisión ha sido comunicada oficialmente en la respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado de Chunta Aragonesista Joaquín Palacín, que se había interesado por saber si el Gobierno autonómico tiene previsto “conceder ayudas directas a los ganaderos y ganaderas afectados en sus explotaciones por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica”.
El parlamentario tiene pendiente de respuesta otra pregunta con la que intenta conocer “qué medidas va a tomar el Gobierno de Aragón ante la expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que afecta a rumiantes, ante la preocupación de los ganaderos aragoneses”.
No es para menos cuando Aragón concentra doce focos de EHE y hay otros tres en las fronteras con Lleida y Castellón, según el mapa oficial del Ministerio de Agricultura,
El posicionamiento de Samper coincide en el tiempo con otros movimientos que comienzan a perfilar un inquietante panorama de recortes, caso de los despidos de cientos de enfermeras que viene denunciando el sindicato Stepa o el tajo en la plantilla de auxiliares de las escuelas que puso de los nervios s las Ampas de medio país al comenzar el curso.
“Las comunidades autónomas, de oficio”, pueden adoptar medidas
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) es una enfermedad infecciosa causada por un virus para el que un mosquito actúa como vector y que “afecta a los rumiantes domésticos, especialmente al ganado bovino, y no es transmisible a la especie humana”, explica Samper, que anota que fue detectada por vez primera en Europa en octubre de 2022 y en España un mes después, aunque en realidad en septiembre ya había llegado a Aragón.
Esa enfermedad no está “incluida en planes y programas de control y erradicación”, añade el consejero, que asegura que “la normativa sólo contempla el otorgamiento de ayudas públicas en el caso de enfermedades incluidas en programas nacionales de lucha, control o erradicación de zoonosis” y, también, que el decreto 389/2011 limita esas indemnizaciones a “la tuberculosis bovina, brucelosis bovina, brucelosis ovina y caprina, lengua azul y encefalopatías espongiformes transmisibles”.
“La normativa aplicable limita, pues, los baremos de indemnización a los casos de sacrificio obligatorio de determinadas enfermedades (…), pero no lo prevé para el supuesto de otras enfermedades ganaderas como es la EHE”, dice el consejero de Agricultura, que explica en su respuesta a Palacín que el Real Decreto 389/2011 “establece los baremos de indemnización por el sacrificio de animales en el marco de los programas nacionales de lucha, control o erradicación” de la tuberculosis bovina, brucelosis bovina, brucelosis ovina y caprina, lengua azul y encefalopatías espongiformes transmisibles.
Sin embargo, el consejero omite que ese mismo decreto le ofrece, a renglón seguido en el punto b del artículo 1, la posibilidad de aplicar esos mismos baremos para el sacrificio obligatorio de animales “en ausencia de norma específica”; es decir, al margen de esas seis patologías a las que se refiere, como sería el caso de la EHE.
Ese artículo 1.b remite al 8.1.b de la Ley de Sanidad Animal, que incluye el sacrificio obligatorio de animales entre las “medidas cautelares” que “la Administración General del Estado o los órganos competentes de las comunidades autónomas, de oficio o a instancia de la primera, podrán adoptar” para “prevenir la introducción o difusión en el territorio nacional de enfermedades de los animales de declaración obligatoria” (la EHE lo es) y “para prevenir la extensión” de las mismas.
Un decreto de normativa básica ampliable por las comunidades
Por si quedaban dudas acerca del contenido del decreto, su primera disposición final deja claro que “tiene carácter básico”, es decir, que establece un marco general dentro del cual las comunidades autónomas pueden tomar sus propias decisiones.
Y la del Gobierno PP-Vox de Jorge Azcón ha consistido en no ordenar el sacrificio de animales con EHE para atajar la enfermedad y en no aplicar a los ganaderos las indemnizaciones que la ley le habilita a concederles.
Samper, por otro lado, reseña que “el Gobierno de Aragón colaboró con los ganaderos de las comarcas afectadas mediante la ayuda a la adquisición de desinsectantes para aplicar como preventivo a los animales bovinos sensibles” y que la DGA pidió en diciembre al Ministerio de Agricultura “la inclusión de la vacunación obligatoria de la EHE en los programas sanitarios del año 2024” para “favorecer la investigación y desarrollo de una vacuna por el sector farmacéutico”.
El ministerio, añade, “ha respondido (…) manifestando la voluntad de la Administración estatal de promover la investigación y desarrollo de una vacuna específica con dos laboratorios nacionales”.
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