“La muestra de cine más pequeña del mundo”: películas en una aldea del Pirineo para rellenar la España vaciada

El próximo martes 27 de agosto, comenzará la octava edición de la Muestra de Cine de Ascaso. Un pequeño festival de cine organizado por el voluntariado en una aldea semiabandonada de los Pirineos. Ascaso -muy cerca del Ainielle que retrató Julio Llamazares en su Lluvia amarilla- tiene hoy, en invierno, cuatro habitantes censados. En los años 50 llegó a rondar las seis decenas, incluyendo párroco y maestra.

A mediados del siglo pasado, la falta de posibilidades de comunicación condenó a los habitantes a partir o a vivir en una situación terriblemente incómoda, de aislamiento, y de gran diferencia con quienes emigraban a la ciudad. Hasta los años 90 no llegó la esperanza de poder recuperar la aldea cuando se acometió, por fin, el acceso mediante una pista forestal sin asfaltar. Por la pista llegaron los coches y, con ellos, nuevos pobladores dispuestos a recuperar un lugar de bellísimas vistas sobre el valle del Ara y a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

Constituyeron una asociación de vecinos y amigos del lugar al inicio de 2000 para tratar con las administraciones y, sobre todo, para buscar fórmulas de hacer más llevadera la vida social en la aldea. Su idea estrella, desde hace ocho años, fue montar un festival de cine al aire libre que dio la campanada en Aragón bajo el sobrenombre de “la muestra de cine más pequeña del mundo”.

Voluntarios de todas las edades suben hasta este pueblo de Sobrarbe a montar lo que se está convirtiendo en un referente del cine de autor en Aragón y a recuperar caminos, sendas, fachadas, eras y bordas. Una manera muy cinematográfica de “dar la lata” para recordar que, “aunque pagan los mismos impuestos que cualquier otra zona del municipio de Boltaña, a Ascaso no llega la luz eléctrica normalizada, no hay saneamiento, no se potabiliza el agua, no pasa el camión de la basura y, para colmo, la pista se degrada día tras día”, apuntan los organizadores.

Ascaso es una aldea aislada (aunque solo a 6 kilómetros de Boltaña) pero no es un caso aislado de despoblación: durante la segunda etapa del franquismo -explican- “hubo una clara decisión política de vaciamiento del medio rural. Otros 380 lugares similares de la provincia de Huesca son testigos silenciosos de lo que fue aquella política de expulsar a la población rural. A veces mediante la negación de servicios básicos, y otras con la expropiación de pueblos para pantanos que, en algunos casos (Jánovas) no se llegaron a construir”.

No hace falta alfombra roja

La Muestra de Cine de Ascaso pretende revertir esa situación de abandono y de aceptación del abandono. Cada noche del festival, entre 200 y 250 personas suben hasta la aldea a ver cine y codearse con sus directores. No hace falta alfombra roja, el cielo estrellado del Pirineo es uno de los grandes atractivos de subir hasta Ascaso. Poco a poco, con el festival de cine, han ido recuperando algunos espacios del pueblo, como la borda (establo) y la era donde se celebran las proyecciones que, en 2012, estaban completamente en ruinas.

Poco a poco, apuntan, “las administraciones se fueron dando cuenta de la importancia que podría llegar a tener este peculiar festival. Así que en la inauguración de cada edición se puede ver a políticos de diferentes categorías: alcaldes, presidentes de comarca, miembros de la Diputación, representantes del Gobierno de Aragón e, incluso, algún delegado del Gobierno Central. Frente a ellos, el espejo de las casas abandonadas, los caminos de barro y la falta de servicios”.

Políticas para rellenar la España vaciada

Desde Ascaso piden que no se hable tanto de la España vaciada sino, sobre todo, de las políticas que la pueden rellenar. “Si no hubo pista cuando debería haberla en los años 50, hay que recuperar el tiempo perdido e invertir lo que no se ha invertido durante todos estos años. Si se retiró la luz de los años 60, hay que hacer las inversiones que marca la propia ley del Sector Eléctrico de 2013 que, en su preámbulo, establece que 'el suministro de energía eléctrica constituye un servicio de interés económico general, pues la actividad económica y humana no puede entenderse hoy en día sin su existencia'. Pero parece que las administraciones se creen poco sus propios discursos y, más allá, son incapaces de coordinarse para hacer frente a la situación: en 2009 la dirección provincial de Correos y Telégrafos decidió suprimir el servicio de cartería a Ascaso afirmando, por medio de un escrito, que subir la pista forestal era peligroso para sus trabajadores”.

De entre los nuevos pobladores, el presidente de la pequeña asociación vecinal, Miguel Cordero, señala que “los pueblos pequeños están a la cola porque hace muchos años se decidió ponerlos a la cola. Ahora es necesario y urgente revertir esa situación. Desde la ciudadanía podemos organizar actividades como este festival y otras actividades y servicios que se nos van ocurriendo, pero es responsabilidad de las administraciones herederas de las que vaciaron la España profunda dotar a los pueblos vaciados de los servicios que se dieron en su momento. No se trata tanto de hablar de la España vaciada sino de poner manos a la obra para volverla a llenar.”

El festival, con un presupuesto superior a los 15.000 euros, tiene una repercusión muy importante para la comarca. El año pasado se valoró entre 90.000 y 100.000 euros los ingresos que puede generar en todo Sobrarbe. Todos reconocen que la muestra es una mera anécdota si no hay políticas serias de “relleno”. “La Muestra es solo un ejemplo de lo que pueden hacer los ciudadanos antes de que les llegue el momento de partir o bien del pueblo o bien de esta vida. Y puede tener los días contados si no hay un apoyo institucional más serio”.

Los organizadores de Ascaso ven con tristeza y con miedo cómo han caído iniciativas similares en los últimos años: la Muestra de Cine realizado por Mujeres de Boltaña o el conocido festival O'Buxo de Javierrelatre. Para ellos, no solo hay que aumentar las subvenciones (en estos momentos, solo tienen confirmados 3.000 euros de la Diputación Provincial): “Hay que hacer las convocatorias de subvenciones con mayor seriedad. El Gobierno de Aragón, a estas alturas de agosto, ni tan siquiera ha sacado la convocatoria de subvenciones a asociaciones culturales para el año 2019”.

Pero al margen de cuitas y reivindicaciones, el martes que viene, Ascaso encenderá su motor generador y tirará al máximo de su vieja central fotovoltaica para vestir de luces la era, la borda y su calle única. Y, sobre todo, para volver a llenarlas de sonrisas y de gente; para dar la bienvenida a quienes lleguen hasta allí arriba cada noche. Luces que serán otro grito más de los muchos que en el país piden que se hagan políticas serias para rellenar la España vaciada. Pueblos olvidados por las administraciones, no por la gente.

“La muestra de cine más pequeña del mundo” se celebra en Ascaso entre los días 27 y 31 de agosto.