El Camino de Santiago no tiene quien le recorra. Las restricciones por la COVID-19 están vaciando las rutas jacobeas; además, en Año Santo debido a que la festividad del 25 de julio es en domingo. La que debería haber sido una celebración multitudinaria se halla a expensas de la evolución de la pandemia y los datos de lo que se lleva de 2021 son muy pobres. Si el pasado 2020 no se alcanzaron los 54.000 peregrinos en Santiago de Compostela frente a los 348.000 del año anterior, en estos primeros meses las cifras son flojas: 60 llegadas registradas en el mes de enero y 14 en febrero a la espera de las estadísticas oficiales de marzo.
El cierre perimetral de las comunidades autónomas imposibilita la realización completa del Camino. Queda la alternativa de sus tramos parciales dentro de los territorios en los que está permitida la movilidad entre municipios. Es el caso aragonés, cuyo Camino también se conoce como Francés y discurre entre Somport y Puente La Reina, ya en suelo navarro. La progresiva reapertura de albergues y el impulso institucional contribuyen a paliar un panorama en el que la presencia de peregrinos, aragoneses todos y en el caso de ser franceses con una PCR negativa acreditada, es casi nula.
Algunas de las localidades por las que discurre el aragonés son Canfranc o Jaca, cuyo albergue reabrió sus puertas el pasado 5 de marzo después de permanecer cerrado desde el puente de la Inmaculada, en diciembre. Más allá de la situación general, se trata de los plazos habituales con el añadido de las medidas de seguridad vigentes, aforo reducido y zonas individualizadas en todo el recinto. La llegada del buen tiempo y las vacaciones de Semana Santa han jugado a favor de un leve repunte de la actividad durante los pasados días, con un perfil de visitantes “familiar” para realizar alguno de los pequeños tramos del Camino aragonés.
El albergue depende del Ayuntamiento de Jaca, que realiza un llamamiento “a conocer esta parte del Camino en un Año Santo Jacobeo” con el fin de reactivar la actividad de forma conjunta con el resto de albergues que volverán a estar disponibles de manera paulatina. El año pasado pernoctaron en este albergue 227 peregrinos frente a los 1.939 de 2019. La Asociación de Municipios del Camino de Santiago (AMCS) se reunió en Pamplona a comienzos de marzo para sentar las bases sobre la vuelta del peregrinaje a Santiago y tomar decisiones sobre el rumbo de los municipios en torno al fenómeno jacobeo en el marco del Año Santo y en clave de pandemia.
Alcaldes y alcaldesas de los municipios del Camino -entre ellos los de Artieda, Luis Solana, Jaca, Juan Manuel Ramón, y el segundo vicepresidente de la AMCS y alcalde de Castiello de Jaca, José Álvaro Salesa- aprobaron la puesta en marcha del proyecto Albergues Seguros con sus protocolos sanitarios, activados durante el año pasado y suspendidos ante la ausencia casi total de peregrinos.
Asimismo, han decidido convocar al Comité Científico, integrado por expertos de las Universidades de las cinco comunidades autónomas del Camino de Santiago para celebrar una jornada donde planteen en el marco teórico de qué forma se debe repensar el Camino y las peregrinaciones, aprovechando la pausa impuesta por la pandemia. Los alcaldes de la ruta jacobea coinciden en tener que desarrollar más políticas ecosostenibles con respecto a las peregrinaciones, si bien remarcaron que el Camino, por sus características, es un recorrido de bajo impacto.
En este sentido, la Diputación Provincial de Huesca (DPH) trabaja en un proyecto para la revalorización del tramo del Camino de Santiago, que conecta Tamarite de Litera con San Juan de la Peña. “El senderismo se está consolidando como un gran polo de atracción turística en nuestra provincia”, explica el presidente de la Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de la DPH, Roque Vicente, quien añade que, además de la creación de puestos de trabajo que conlleva, la recuperación de estos caminos “es también una labor de recuperación de tradiciones y de conservación del entorno”.
Esta iniciativa realza el ramal del camino jacobeo de Montserrat a San Juan de la Peña y comunica en Santa Cilia de Jaca con el Camino Francés, que entra en España por el Somport “y que ha sido históricamente uno de los más recorridos en el peregrinaje hacia la capital gallega. El nuevo tramo que la Diputación Provincial de Huesca está estudiando recuperar cuenta con el respaldo histórico de mapas explicativos que datan del siglo XVII”. Además de actuaciones sobre parte del firme por el que transcurre el recorrido, se hacen necesarios también trabajos de señalización y panelería, incluyendo, como parte del Camino de Santiago oficial, el distintivo característico de la concha y el color azul oscuro en la señalización direccional.