De 2012 a 2015, la Diputación de Zaragoza (DPZ) dio, de manera discrecional, alrededor de 70 millones de euros. Asociaciones y ayuntamientos fueron los principales beneficiarios. Estas subvenciones, concedidas “a dedo”, como en su día denunciaron desde Izquierda Unida, formaban parte de las llamadas Ayudas de Presidencia. No existirán en 2016: el nuevo presidente, Juan Antonio Sánchez Quero (PSOE), ha decidido prescindir de ellas y, en su lugar, se crea el denominado Plan de Actuaciones de Emergencia, que contará con 2 millones de euros.
En marzo del año pasado, y después de emitirse un informe de fiscalización de las subvenciones, el entonces presidente de la DPZ, Luis María Beamonte (PP), se comprometió a la “paralización de todas las ayudas, excepto las ya concedidas”.
Lo hizo solo dos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas, y tras haber repartido una cantidad creciente cada año: 16,7 millones de euros en 2012; 17,3 en 2013, y 21,8 en 2014. En 2015, la dotación para Ayudas de Presidencia era de 10,1 millones en un principio, aunque finalmente se elevó hasta los 14,1.
Plan de Actuaciones de Emergencia
Desde la DPZ dejan claro que la nueva partida no tiene nada que ver con la anterior. Se afanan en desmarcarse de la evidente opacidad aneja al sistema previo. En primer lugar, la cantidad: de los 14,1 millones de euros de 2015 a los 2 del año actual. Pero, sobre todo, argumentan que el modo de valorar la necesidad de otorgar estas ayudas es absolutamente distinto.
Antes prácticamente no había control, incluso no se precisaba presentar facturas justificativas en las ayudas inferiores a 60.000 euros. Con el nuevo modelo, explican fuentes de la DPZ, se deberán pasar varios filtros: para empezar, serán los propios técnicos de la Diputación los que elaboren y firmen el informe. Posteriormente, la DPZ tendrá que “fiscalizar y dar su visto bueno” para comprobar que, efectivamente, “se trata de una emergencia”. Remarcan que las ayudas se concederán solo en casos de “verdadera emergencia”.
Como muestra de lo que sucedía con anterioridad, en 2014 se dieron, por ejemplo, 200.000 euros a la Confederación de Empresarios y 50.000 para un evento organizado por jóvenes vinculados a Nuevas Generaciones.