El banco zaragozano Ibercaja ha establecido varias marcas operativas en su décimo año de operaciones tras la absorción de Caja3, formalizada el 25 de julio de 2013: una en el cobro de comisiones por la gestión de servicios financieros, que alcanzaron los 450 millones de euros, y otra en sus beneficios netos, que por primera vez superaron, aunque solo por cuatro, los 300.
Sin embargo, y pese a tratarse del primer ejercicio de esa etapa con los tipos oficiales por encima del 2,5%, los 661 millones que ha ingresado por el margen de intereses, es decir, por el rédito que genera el préstamo de dinero, se han quedado por debajo de los 669 que llegó a registrar en 2014, el primer año completo tras la absorción de la ‘fusión fría’ de las antiguas CAI, Caja Círculo y Caja de Badajoz, las tres vinculadas a la iglesia católica en sus orígenes.
Y tampoco ha superado, en este caso por un amplio margen de más de 150 millones de euros, los 1.410 de volumen de negocio que alcanzó en ese primer año de funcionamiento tras la absorción al quedarse en 1.257 pese a la ‘ayuda’ de 146 que, con un incremento interanual del 136%, le generó la contratación de pólizas de seguro.
Esta última línea de negocio aportó el año pasado el 11,6% de los ingresos comerciales de la entidad financiera, que se completaron con 52,6% del margen de intereses y el 35,8% de las comisiones.
Siete años por encima del millón diario
Estas últimas pierden peso en el conjunto del negocio, frente a la participación del 45% y el 47% de los dos años anteriores, aunque, paradójicamente, ese retroceso de entre nueve y once puntos coincide con un aumento del volumen.
En esos dos ejercicios, Ibercaja fue la entidad financiera española en la que la cuota de las comisiones dentro del conjunto del negocio comercial alcanzó mayores registros.
Los ingresos netos por comisiones de Ibercaja alcanzaron el año pasado una cadencia de 1,23 millones diarios, más de 50.000 euros por hora, para mantenerse por séptimo año consecutivo por encima del millón diario con independencia de la mejora del negocio al socaire de las subidas de los tipos de interés del BCE (Banco Central Europeo).
Ibercaja se acerca a la posibilidad de eludir la salida a bolsa
La entidad llama la atención en este ámbito sobre “el comportamiento de las comisiones no bancarias, debido al aumento del volumen de activos gestionados gracias a la fuerte captación y la recuperación de los mercados”, que se añaden a las que se cobran a los clientes por gestiones más corrientes como el mantenimiento de las cuentas o la disponibilidad de tarjetas.
En este sentido, Ibercaja alcanzó en 2023 un récord de aportaciones a fondos de inversión por parte de sus clientes con 3.485 millones de euros, lo que sitúa su cartera en 23.657 y a la entidad en la segunda del país por cuota de mercado con un 19%, al tiempo que las aportaciones a los planes de pensiones aumentaban un 10,4% y la de los seguros de ahorro un 13,5% para llegar a 6.392 y 7.705 millones.
La “estrategia de diversificación” hacia ese tipo de productos, generadores de mayor valor añadido para el banco, elevó los recursos de los clientes un 3,6%, hasta los 71.506 millones de euros, en una tendencia simultánea a la llamativa caída de casi el 10% que acumularon los depósitos y los plazos, que se quedaron en 33.752 millones por dos motivos fundamentales: el trasvase hacia los productos financieros y un mayor ritmo de extracciones por las presiones inflacionistas sobre las economías familiares.
Esos resultados han permitido a la Fundación Ibercaja, el principal accionista del banco, destinar 260 millones de euros al Fondo de Reserva, una decisión que le permitirá eludir la salida a bolsa siempre que el año que viene aporte otros 65.
¿Impuestos de casi un tercio de las ganancias o de menos del 10%?
Las cifras de Ibercaja, una de las únicas tres implicadas en el proceso de fusiones y rescates iniciado en 2008 que, junto con Banca Cívica y CajaSur ha devuelto, el dinero que costó el saneamiento de lo que hoy es (407 millones), ofrecen en esa década una imagen boyante, aunque eso no impide que presente una debilidad generalizada en el sistema financiero español.
Su patrimonio neto era al cierre del pasado mes de diciembre de 3.317 millones de euros, y eso cubre menos del 8% del llamado pasivo exigible, que es el dinero que clientes y otras empresas pueden reclamar de un día para otro.
No obstante, esa tasa del 7,9% que marca la solidez financiera de la entidad se sitúa claramente por encima del 6% escaso que arrojan como media los seis grandes bancos del Ibex35.
En cuanto a los resultados acumulados en esa década, Ibercaja acumula beneficios netos por valor de 1.301 millones de euros tras haber ingresado 3.826 en comisiones y 5.727 en intereses y haber sumado un volumen de negocio comercial de 10.738.
En esos diez años acumula el pago de 403 millones en impuestos, que revelan una presión fiscal mayor o menor en función de con qué indicador se coteja la cifra: alcanzan el 31% sobre la base imponible, que es el beneficio bruto, pero se quedan por debajo del 10% del resultado contable, que incluye 2.359 en provisiones.