El obispado de Jaca se ahorra 13.564 euros al año en IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) en Sabiñánigo, según indica la documentación municipal a la que ha tenido acceso eldiario.es, que muestra cómo las exenciones no se reducen únicamente a los templos dedicados al culto, sino que incluyen viviendas, almacenes y parcelas en varias localidades del municipio.
Las instituciones eclesiásticas llevan 38 años beneficiándose del contenido de los Acuerdos Jurídicos que suscribieron en 1979 el Gobierno de UCD y el Vaticano, popular y erróneamente conocidos como el concordato y que decretaban la “exención total y permanente” del pago de la contribución urbana para “los templos y capillas destinados al culto y, asimismo, sus dependencias o edificios y locales anejos destinados a la actividad pastoral”.
Una interpretación extensiva de ese precepto llevó a que, en la práctica y en la mayoría de los municipios del país, todos los inmuebles –edificios y suelos- registrados a nombre de instituciones eclesiásticas estén exentos de un tributo local que, por el contrario, sí pagan los hospitales y los centros de servicios de la administración autonómica y la estatal.
38 edificios y solares y un campo
La documentación, solicitada por el grupo municipal de confluencia Cambiar Sabiñánigo, especifica los 38 edificios y parcelas exentos de pagar IBI en ese municipio, a los que se añade una finca de la que es titular el obispado de Huesca.
Entre los inmuebles de uso no religioso que se encuentran exentos de la contribución urbana en la capital del Serrablo se encuentran una casa de tres pisos de 62 metros cuadrados en Lasieso, una parcela de 28 en Usán, un edificio de tres viviendas y dos almacenes que ocupa 359 metros en Arto, otras dos residencias con almacén que suman 408 metros en Larrede, un almacén con aparcamiento en Larrés –donde también están exentos una oficina de 87 y una vivienda de la misma superficie- o dos residencias de más de 90 en la cabecera del municipio.
La aplicación de exenciones tributarias a las entidades religiosas, un beneficio del que también disfrutan las fundaciones y los propietarios del edificios declarados monumentales, lleva tiempo provocando polémica en todo el país.
“Una financiación indirecta”
En el Pirineo, el conocimiento de estos datos coincide con hechos como la inmatriculación de la catedral de Jaca por parte del obispado, que también ha anotado a su nombre en el Registro de la Propiedad la posesión de catorce iglesias románicas y nueve góticas en el término de la capital.
El gerente de la Conferencia Episcopal, Fernando Barriocanal, admitió hace unos meses que esas exenciones suponen “una contribución, una financiación indirecta que hace el Estado” para el mantenimiento de la iglesia católica.
Al Ayuntamiento de Zaragoza, por ejemplo, le supone una merma de ingresos de 3,8 millones de euros cada año.