El carácter estructural del paro continúa agravándose en Aragón, cuando la comunidad atraviesa su séptimo año de crisis: 45.600 desempleados llevan dos años o más buscando empleo. Todos han agotado, miles de ellos hace meses, el derecho a cobrar la prestación por la que cotizaron.
El dato, que figura en la última “submuestra de variables” de la Encuesta de Población Activa (EPA), ha sufrido un repunte en el primer trimestre de este año. La cifra de parados de larga duración en Aragón supera a la que se dio en los considerados como los años de mayor dureza de la crisis, ya que duplica los 20.600 del cierre de 2010. De hecho, solo resultan de mayor gravedad tres registros trimestrales de la serie histórica, los de septiembre de 2013 a junio de 2014.
La cifra de 45.600 parados de larga duración supone que dos de cada cinco desempleados se encuentran en esa situación. Una cantidad que supera en 2.300 al número total de personas sin empleo registradas cuando, en septiembre de 2008, la clausura de la Expo disipó los últimos efectos ilusorios sobre la gravedad real de la situación económica. A partir de entonces, el mercado laboral aragonés entró en una espiral de destrucción de empleo en la que sigue inmerso.
Los hogares sin ingresos crecen un 32%
Un reciente informe elaborado por el PSOE destaca que en menos de cuatro años, entre junio de 2011 y marzo de 2015, la cifra de hogares aragoneses en los que ningún integrante dispone de ingresos ha aumentado un 32%, para situarse en 16.698. En ese mismo periodo de tiempo, el incremento de las familias con todos sus miembros en paro ha sido del 22,63%, 37.084 en total. Todo eso, en una comunidad con 539.479 unidades de convivencia censadas.
Otro estudio, en este caso realizado por CCOO, destaca que en esos siete años la estructura socioeconómica aragonesa ha sufrido grandes cambios que se han manifestado en una “gran destrucción de empleo y el empeoramiento de las condiciones de los trabajadores y trabajadoras y, como consecuencia, en el empobrecimiento de la sociedad”.
El estudio de la central sindical recoge que más de la mitad de las 76.200 personas que a final de 2014 trabajaban con una jornada parcial, lo hacían porque no les quedaba otro remedio, que otras 20.000 aceptaban esos contratos porque su formación o su estado de salud no les permitía acceder a otros y que, en ese periodo, el número de trabajadores que dejaron de hacer horas extraordinarias fue, cuando menos, de 70.000.
El 16,1% de la población aragonesa está en riesgo de pobreza
Y, paralelamente, estimaba en un 16,1% la población aragonesa que se encuentra en riesgo de pobreza. Los técnicos de CCOO achacan “la extrema vulnerabilidad de los trabajadores” a los efectos precarizadores de las reformas laborales, que han disparado “de forma evidente” la temporalidad y la parcialidad involuntaria. El desplome de los salarios “y la falta de protección social, han supuesto un aumento del riesgo de pobreza que afecta con más intensidad a las personas más vulnerables”, añade el informe.
Para el sindicato, que considera “insostenible” la situación de miles de hogares, “la debilidad de la regulación laboral y la negociación colectiva” han hecho que “la figura del trabajador pobre sea cada vez más evidente”, puesto que, con un sueldo medio que no alcanza los 19.000 euros brutos anuales, “el trabajo remunerado ya no es garantía de salvaguardia contra la pobreza y han aumentado las dificultades de muchos trabajadores asalariados para llegar a fin de mes”.