El equipo de Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) negocia con PSOE y CHA una nueva configuración del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que elimine las “vacaciones fiscales” de la gran empresa y aumente la recaudación sin dañar a las pymes, al tiempo que aplica una rebaja al medio millón de viviendas de la capital, la mayoría de las cuales dejarán de verse beneficiadas el año que viene por las bonificaciones que la ley permitió aplicarles los tres anteriores.
La propuesta, de salir adelante, elevaría de 152 a 172 millones la recaudación del Ayuntamiento por este tributo. El grueso de ese aumento vendría de los inmuebles que gracias al tope tributan como vivienda, que pasarían a pagar 14.768.791 euros cuando ahora solo aportan 549.948.
La Ley de Haciendas Locales obliga a aplicar el mismo tipo de IBI a todas las viviendas, con independencia de su valor catastral, y permite aplicar un tipo incrementado al resto de usos. Sin embargo, esa subida solo puede afectar al 10% de los inmuebles de cada tipo con mayor valoración teórica, mientras el 90% restante de edificios tributa como si fuera residencial.
Vacaciones fiscales para edificios de menos de un millón
En Zaragoza, las vigentes ordenanzas fiscales añadieron una nueva exención: el tipo aumentado solo se aplica a los inmuebles valorados en un millón de euros, lo que reduce claramente el número de paganos. La propuesta de ZeC consisten en eliminar esa exención y subir el impuesto del 0,73 % al 0,74 % del valor catastral a las 471 industrias con los edificios de mayor valor, elevar del 0,87 % al 1 % el tipo aumentado del resto de usos no residenciales y bajar del 0,64 % al 0,51 % el de las viviendas.
El aumento de impuestos por la eliminación de la exención afectaría en realidad, además de a 471 industrias (ahora solo 337 pagan el tipo agravado, que bajaría a un valor máximo de 332.773 euros), a 2.787 comercios (225) que ocupan inmuebles o bajos completos, a 46 centros culturales y de enseñanza, a 42 negocios de ocio y hostelería y a 572 bloques de oficinas. De no ser suprimida, instalaciones como el Alcampo de Valdefierro o la sede de la empresa de transportes Ágreda en la Gran Vía tributarían como viviendas.
Hay edificios exentos por distintas normas, como los 16 religiosos que deberían tributar con el tipo aumentado (hay 164) o el teatro Principal, único candidato al incremento pero que no paga por ser de titularidad municipal.
La propuesta de ZeC ha generado un intenso debate político y mediático con duras críticas por los eventuales efectos del aumento de tasas en el comercio y en otros sectores que crean empleo. Todas esas empresas pueden desgravarse el IBI en el Impuesto de Sociedades, ya que computa como gasto.
Fuentes del equipo de gobierno municipal califican de “moderada” la subida en el tipo diferenciado que pretenden aplicar a la industria: un 4%, al pasar del 0,734 actual al 0,7634, precisamente por tratarse de un sector clave para el empleo. El aumento del tipo diferenciados –el que pagan el 10% de edificios de más valor- del resto de usos se eleva al 14,46%.
El fin de las bonificaciones eleva el IBI en los barrios
La propuesta fiscal de ZeC contempla dos novedades en el apartado de la vivienda: catalogar como uso diferenciado los garajes valorados en más de 15.500 euros, que pasarían a tributar un 1 %, y aplicar una rebaja del 20 % a la vivienda, que pasaría de estar gravada con un 0,6491 a soportar un 0,5193.
Los efectos de esa rebaja, sin embargo, serán muy diferenciados al no poder prorrogar el consistorio las bonificaciones progresivas aplicadas en los tres últimos ejercicios, diseñadas por el anterior equipo de gobierno (PSOE, que las sacó adelante con el apoyo de CHA e IU) para paliar los efectos del catastrazo de 2013, que revisó los valores inmobiliarios al alza en plena crisis.
Ese sistema permitió, en la práctica, congelar el impuesto en zonas donde la ponencia duplicó con creces las valoraciones, como Delicias (150 % en la calle Santa Orosia), Oliver (134 % en Antonio Leyva), Las Fuentes (110 % en Miguel Servet) o San José (106 % en la avenida que da nombre al barrio). Su final hará que el recibo se dispare en ellas el próximo año, y pese a la rebaja, salvo que el Ayuntamiento de Zaragoza, u otro, halle una fórmula para evitarlo.