Parir para el sistema

Escucha, maña, que esta sí que es buena. Lo vi ayer con mis propios ojos y mira lo que te digo: aún se me arrasan los ojos de emoción al recordarlo. Mira, hazme el esfuerzo, ponte en situación. Venga, va, que para algo bonito que se ve en política. Sí, un spot electoral, claro, mujer, del PP, de quién te iba a contar yo si no. Pues eso, que te cuento de qué iba. Empiezo, reina, escucha:

Estampa idílica. Como de cine. Ponte en situación. El Mediterráneo, su inmensidad, los pececillos nadando por entre sus tobillos, el sol de cara, él, con su gorra de visera de la banderita de España calada hasta las orejas. La mano derecha levantada hacia el horizonte, y yo pensando, pero ¿a quién saluda este hombre? ¡Madre mía, si está saludando a la patera esa que dicen que lleva semanas a la deriva!

Mujer, pues claro que era un anuncio, cómo eres, que ya te lo he dicho antes. Pero que aunque sea por la campaña electoral él ya dejó claro en la presentación que hizo que lo haría cualquier día de su vida. Y sin cámaras ni nada. Qué el por España lo que sea.

Pues quién va a ser, chica, Pablo, nuestro futuro presidente. Qué sí, que el anuncio representaba como que iba él, como si fuera ya presidente, a recibirles cuando los traían hacía la orilla esos del Open Arms. Y él allí, saludando, con los pantalones arremangados hasta la espinilla. Chica, ¿cómo te quedas? Yo muerto, qué tipo más majo nos ha salido. Cómo es, qué humanidad, si es que es todo corazón, qué elegancia, mojándose por esas pobres personas que huyen de sus países aterrorizadas o hambrientas. Que también, chica, que qué mal está todo por ahí. Y luego aquí hay gente que todo son quejas.

Para que luego digan que el Pablo este no puede ser presidente porque es muy como los de antes del PP y eso. Y lo que yo digo, ¿cuándo ha tenido el Partido Popular un dirigente que se preocupa y acude a salvar vidas al Mediterráneo? Porque que yo sepa, y lo sabe todo el mundo también que salió mucho por la tele, los que teníamos antes mandaban que les dispararan con pelotas de goma o no les dejaban llegar a las orillas. Y les dejaban morirse ahí, en el mar, que daba hasta pena oye, todo esos cuerpos flotando. Sobre todo los niños y las niñas, que se le ponía a uno el corazón prieto, la verdad. Cuando lo ponían en el telediario yo aprovechaba para irme al baño. Qué sufro yo mucho con esas cosas. Cada vez que sacaban la imagen esa del chavalín boca abajo en la arena, ahogado y solo allí tirado, pues me ponía malo. Que uno tiene sentimientos. Porque es que es verdad que eso no puede ser, ¡con la necesidad que hay en este país de nacimientos y de juventud! Si mira cómo están los pueblos, si ya lo dicen en todos los sitios: que si la despoblación, que si no habrá para las pensiones, qué algo habrá que hacer, digo. Y el chavalín ese ahogado en la arena. Lo que yo te diga, que me cabreaba y todo oye.

Porque no hay que estudiar mucho ni tener un máster para darse una cuenta que si aquí andamos tan mal de natalidad y que si de verdad estamos ante un invierno demográfico, pues oye, por qué no ayudarnos mutuamente, ¿no? Total, esas madres no pueden mantener a sus bebés, y aunque pudieran ya sabes tú como los educan luego, que la mitad se convierten en terroristas o, peor aún, se quedan y nos quitan el trabajo a los de aquí. Y estoy seguro que será un alivio para ellas que alguien se haga cargo y le puedan dar a sus bebés una vida decente, sin pasar penurias y con una educación como Dios manda. ¿No lo ves tú así o qué? Mujer, tú que eres madre sabes mejor que nadie de lo que te hablo.

¿Cómo dices? ¿Las madres biológicas? Pues mujer, es que a todas no podemos mantener aquí, ya sabes lo mal que está todo, además si lo haces con una luego pasa eso del efecto llamada, sí eso de que te vienen todas las embarazadas aquí y eso tampoco. ¡Se quejarán de que les demos una vida mejor a sus hijas e hijos! A ver dónde has visto tú un gesto de generosidad igual. Lo que yo te diga, eso dijo Pablo ayer en una rueda de prensa. Que sí, que lo oí yo, que fui a ver si podía hacerme una foto con él o tocarle o algo. Qué sí, mujer, que estuvo en Zaragoza ayer. Y a mitad de la rueda de prensa puso lo del anuncio que te cuento, que es como una promesa electoral. ¿Sabes lo que te quiero decir, no? De verdad, si la gente pusiera un poquito más de interés por estar informada de las propuestas que hacen nuestros políticos otro gallo nos cantaría. Que es muy importante estar enterado de todo. Que hay que votar con conciencia de lo que se hace. A ver si no cómo vamos a sostener este sistema.

Bueno, te dejo, ya te iré contando. Sí, mujer, quédate la prensa, que ahí lo pone todo y te enteras mejor de lo que te cuento. Creo que en el yutube ese está colgado el vídeo. Pues imagino que sí, será un canaldeyutubedelpp, si lo pones así igual te sale directamente. Pero mientras, léetelo en la prensa y así te enteras mejor de lo que te cuento que es que hoy ando con prisa y no me puedo entretener más. Aquí, sí, dónde empiezan las comillas:

“Según esa propuesta —que Casado no pronunció en voz alta al presentar el proyecto de ley, el pasado domingo—, las mujeres inmigrantes embarazadas y en situación irregular que quisieran dar a su hijo en adopción no serían expulsadas durante el tiempo de gestación. Después, si cayeran en una redada por ejemplo y fuesen ciudadanas de los países con los que el Gobierno mantiene acuerdos de repatriación, serían devueltas. Dar a su hijo en adopción, insisten fuentes del PP, no supondría un ”blindaje“ que les evitara la repatriación.”

Escucha, maña, que esta sí que es buena. Lo vi ayer con mis propios ojos y mira lo que te digo: aún se me arrasan los ojos de emoción al recordarlo. Mira, hazme el esfuerzo, ponte en situación. Venga, va, que para algo bonito que se ve en política. Sí, un spot electoral, claro, mujer, del PP, de quién te iba a contar yo si no. Pues eso, que te cuento de qué iba. Empiezo, reina, escucha:

Estampa idílica. Como de cine. Ponte en situación. El Mediterráneo, su inmensidad, los pececillos nadando por entre sus tobillos, el sol de cara, él, con su gorra de visera de la banderita de España calada hasta las orejas. La mano derecha levantada hacia el horizonte, y yo pensando, pero ¿a quién saluda este hombre? ¡Madre mía, si está saludando a la patera esa que dicen que lleva semanas a la deriva!