El Prismático es el blog de opinión de elDiario.es/aragon.
Las opiniones que aquí se expresan son las de quienes firman los artículos y no responden necesariamente a las de la redacción del diario.
El puré de patatas me provoca arcadas. De siempre.
Determinadas noticias de la prensa me aseguran el vómito. De siempre también.
No comer puré está en mis manos, que se publique basura periodística queda lejos de mi alcance.
Y es que, intermitentemente, desde el mes de julio del año pasado, aparecen enlaces de prensa en las redes sociales sobre la multiviolación a una mujer en sanfermines. Esta semana pasada ha sido uno de esos momentos. Momentos de puré de patata llevados a la compulsión.
Las mentes iluminadas de algunos medios de comunicación han decidido sacarle jugo “al tirón” de la noticia. El contador de “compartido”- en los diferentes iconos de las representativas redes sociales- se dispara cada vez que se postea o tuitea una noticia sobre el caso. Pasan los meses y se palpa la competición de los medios por contar algo nuevo que impulse la puntuación del contador.
Uno de los últimos artículos, que ha llegado hasta mis ojos, contenía palabras de este pelo en su titular: escalofriante, relato y violación múltiple. Me decidí a leer qué era eso tan escalofriante que no lo fuera ya desde el principio; qué relato nuevo ofrecen para incrementar lo que es, desde el primer día, detestable; qué datos se añaden para reiterar la condena y la obligatoria respuesta.
Se trata de un artículo virulento y tóxico. Una enumeración de cada una de las degradaciones sufridas por la mujer, con todo tipo de detalle. Detalles que no son necesarios para nadie. Detalles que sólo tienen el designio de justificar y dar crédito a la mujer agredida.
Un artículo, como tantos otros publicados la semana pasada, en el que se pormenoriza cuántas burlas, humillaciones, desprecios y ofensas recibió ella. Detalles que sólo tienen el propósito de emitir un veredicto de credibilidad por parte del medio y periodista en cuestión.
Os tengo que contar que ando muy intolerante con estos asuntos. Tanto como que me apetece tirarles un plato de puré a la cara a quiénes escriben esta mierda. Auténtica mierda innecesaria y paternalista, que nos da detalles del sufrimiento y el maltrato a una mujer para dar el beneplácito ante la denuncia interpuesta. Me parece hediondo que se entrevele juicios paralelos de esta manera, disfrazando lo que no deja de ser un relato de condescendencia hacia una mujer. Una mujer que no te ha pedido ni necesita nada de eso.
Si, de verdad, se quiere estar a la altura de las circunstancias, se me ocurren varias acciones: que difundan nítidamente sus caras, que el zoom se quede corto para ayudar a memorizar cada rasgo de su fisonomía, que los señalen. A ELLOS, A LOS CULPABLES. Que les quiten ese borrón de la jeta con el que aparecen siempre. Al parecer, ellos sí, tienen el privilegio de ser protegidos.
NO compartiré noticias que detallan, hasta lo mínimo, las vejaciones realizadas a la mujer agredida en sanfermines por la Manada. Sólo se explicitan para acreditar su razón. Venden basura para argumentar que están de su lado. Y NO. Punto.
No sé si queda meridianamente claro. Si necesito detalles, será sobre los criminales. No quiero olvidar nunca sus caras de puré de patata.
El puré de patatas me provoca arcadas. De siempre.
Determinadas noticias de la prensa me aseguran el vómito. De siempre también.