Un mapa de geolocalización permite crear redes vecinales de ayuda en barrios y municipios

Un mapa geolocalizado que pone en contacto a vecinos para crear redes de ayuda. Este es el nuevo recurso que se ha creado desde el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto (LAAAB). De esta forma, si una persona mayor, dependiente o que por cualquier otra razón no puede salir de casa manifiesta una necesidad, la plataforma le ayudará a encontrar a un vecino o vecina que se ofrezca como voluntario para hacerle la compra o ir a la farmacia.

Esta herramienta tecnológica facilita el contacto persona a persona y está pensada para llegar a aquellos lugares donde los canales e instituciones oficiales no puedan por saturación o falta de información. “Debemos hacer un ejercicio de detección en nuestro radio de acción, porque a veces sin salir de casa, en nuestras propias comunidades, hay personas solas, familias monomarentales, niños sin conectividad, y en general, familias en riesgo de exclusión por las que podemos interceder”, remarca el director general de Gobierno Abierto e Innovación Social, Raúl Oliván.

Las peticiones de ayuda y los ofrecimientos van creciendo día a día y, actualmente, hay acumulados más de 1.800 entre España y Latinoamérica. De hecho, como explica Oliván, “la plataforma nació a nivel local, en Aragón, pero rápidamente contó con colaboraciones de gente de toda España. A los 4 o 5 días había empezado a operar ya en Latinoamérica con grupos de autoayuda que conocemos gracias a los laboratorios de innovación abierta. Ahora mismo, FrenaLaCurva se ha replicado en 11 países, algunos de la talla de Argentina, Brasil, Colombia o Perú”.

Tercera fase de la web FrenaLaCurva

El mapa que ha sido recientemente incorporado funciona a través de chinchetas de cuatro colores. Las de color verde identifican ofrecimientos de personas, como comprar medicamentos o alimentos, llevar comida preparada, bajar la basura, pasear o acoger animales domésticos o acompañamiento telefónico, por ejemplo. Las rojas indican necesidades propias de gente que no puede moverse de sus viviendas. El color naranja significa necesidad con intermediación. Se corresponden con necesidades creadas por personas que saben de otras personas que necesitan ayuda y no disponen de acceso a internet para poder solicitarla ellas mismas. Y las azules señalan servicios públicos disponibles, esto es, mercados o farmacias con horarios modificados, veterinarios abiertos o centros sociales que proporcionan comida a domicilio.

Para colocar una chincheta solo hay que rellenar un formulario. Un grupo de 20 moderadores se encargará de comprobar que cada petición cumple los requisitos de seguridad y fiabilidad adecuados. Se trata de evitar conductas inapropiadas, anuncios comerciales u ofrecimientos por los que se pida dinero a cambio y controlar que no aparezcan datos sensibles, como la localización exacta de una persona. Los moderadores gestionan también que las necesidades urgentes sean resueltas cuanto antes.

La creación de este mapa constituye la tercera fase del desarrollo de la web frenalacurva.net. Como señala Raúl Oliván, el origen fue “canalizar toda la energía civil y la innovación ciudadana que se iba a producir en el contexto de la crisis”. Ideada desde el LAAAB, pronto se convirtió en una plataforma ciudadana que hoy día suma más de 570 intervenciones de todo tipo efectuadas por personas voluntarias. En segundo lugar, se utilizó como centralita de las donaciones de mascarillas elaboradas tanto por ciudadanos en sus casas como por makers. “Con este proyecto de impacto hemos podido recoger ya más de 11.500 mascarillas en la Plaza del Pilar”, concreta Oliván. En último lugar, es posible detectar a los colectivos vulnerables y sumar el esfuerzo y la generosidad humana de todos los ciudadanos para prestar ayuda a quienes más lo necesitan.