Después de meses de crisis interna, el Partido Aragonés (PAR) ha terminado en escisión. El sector crítico ha anunciado este jueves que abandona el partido y han anunciado un “nuevo espacio ideológico”, aunque no se aportan más detalles.
Elena Allué, ex directora general de Turismo y una de las caras más visibles del sector crítico con la dirección de Arturo Aliaga, junto a otros destacados militantes, han anunciado que a lo largo del día solicitarán su baja inmediata del partido ante la “absoluta falta de democracia interna y credibilidad” ante la sociedad y la “infame” lucha en la dirección, a la que responsabilizan de la “descomposición” de las siglas. Alcaldes, ediles y “relevantes” militantes históricos de la formación también se sumarán en los próximos días, tal y como se expone en el comunicado.
Acusan a la ejecutiva de “no ahorrar esfuerzos para arruinar” al partido “en beneficio propio” y de “arrastrar por el lodazal el nombre del PAR, en una guerra tan infame como inútil por sacudirse las culpas del amaño”.
El el mismo escrito recuerdan la sentencia del 28 de noviembre que anuló el congreso del PAR en el que fue reelegido Arturo Aliaga como presidente del mismo, “por considerar debidamente probada la existencia de graves irregularidades contrarias a la legislación vigente; un fraude electoral en toda regla del que son coautores en igual medida tanto el presidente como los miembros de la ejecutiva salida del Congreso anulado”. Se refieren a dicho congreso como el del “pucherazo” y afirman que “el presidente del PAR ha profundizado en nuevas heridas y divisiones que han sumido al partido en un escenario sin salida política interna y externa”.
“Cansados de esperar que Arturo Aliaga iniciara, con su Comisión Ejecutiva, un camino hacia la reconciliación interna del partido como le solicitaron”, los críticos dicen haber observado “absortos” cómo el presidente del PAR “ha profundizado en nuevas heridas y divisiones (ahora también entre quienes le apoyaron) que han sumido al PAR en un escenario sin salida política interna y externa”.
“La formación política que fundó Hipólito Gómez de las Roces, sin la que es imposible entender la historia del Aragón contemporáneo que renace con la Transición, no merece estar a merced de unos dirigentes que no han ahorrado esfuerzos para arruinarla políticamente en beneficio propio”, afirman desde el sector subversivo.
Por todo lo anterior, “quienes defendemos la mejor historia del Partido Aragonés —el que representan los tres primeros presidentes, varios centenares de cargos y representantes públicos que lo han servido con honor y miles de aragoneses que no han salido de su estupor al conocer la Sentencia— queremos hoy más que nunca reivindicar su papel central en la política aragonesa durante casi medio siglo y hacer votos por un aragonesismo que, libre de oportunistas, pueda seguir haciendo en la vida pública aportaciones decisivas para el bienestar y la prosperidad de todos los aragoneses”.
Los críticos del PAR dicen abandonar el partido “agradecidos por los momentos de compañerismo político vividos junto a alcaldes, militantes y concejales del PAR, pero profundamente decepcionados”.
Finalmente, quieren trasladar a sus excompañeros “que mientras quede ánimo aragonesista, la bandera de Aragón puede defenderse en nuestras familias, asociaciones, trabajos o en nuevos caminos y mantienen la ilusión y la confianza de que, con este paso, puedan crear nuevos espacios ideológicos donde Aragón sea punto de encuentro e ilusiones”.