La fijación de Vox con el trasvase del Ebro dificulta un acuerdo del PP con el PAR y Teruel Existe para la investidura de Azcón
Si la elección de la diputada de Vox, Marta Fernández, como presidenta de las Cortes de Aragón complicaba el apoyo del PAR y Aragón-Teruel Existe al PP para formar gobierno, la reafirmación de las intenciones trasvasistas de su líder nacional, Santiago Abascal, deja prácticamente fuera de cualquier posible acuerdo con los populares a estos dos partidos. Mientras se está perfilando discretamente el pacto entre los populares y los dirigentes de Vox para el Gobierno de Aragón, en estos momentos la batalla de la negociación se encuentra en la Diputación de Teruel, donde el PP tenía prácticamente hecho un acuerdo con el PAR y Teruel Existe para obtener la presidencia. Sin embargo, la contundencia con la que Santiago Abascal defiende el trasvase del Ebro ha provocado recelos en las dos formaciones que le deben dar su apoyo. Y todavía más en vísperas de una nueva campaña electoral en una comunidad autónoma donde cualquier posibilidad de trasvase del Ebro suscita un amplio rechazo social.
Mientras el PP autonómico muestra su sintonía con Vox, en la institución provincial turolense (donde Vox no tiene representación) tiene prácticamente cerrado un acuerdo con las dos formaciones de implantación autonómica, si bien observan con recelos los acuerdos que puedan alcanzar los conservadores con la extrema derecha a nivel autonómico. Por tanto, a unos días de constituir la diputación provincial, las conversaciones para ese pacto a tres bandas se han complicado. Asimismo, el PAR y Teruel Existe mantienen una mala relación que también hace más complejo un acuerdo que, sin embargo, se da por hecho.
El PSOE ha aprovechado estas circunstancias para responsabilizar directamente a Teruel Existe del acuerdo con el PP y Vox, e incrementa toda la presión hacia esta formación, con la que mantiene grandes desencuentros en Aragón. Lo ha hecho incluso en la formación de ayuntamientos, donde le ha reprochado que no apoyara al PSOE en los ayuntamientos en los que, como Alcañiz, los socialistas habían quedado en segunda posición y facilitaran los gobiernos de las listas más votadas. A pesar de que Teruel Existe no ha apoyado ni a los candidatos del PP ni del PSOE en ninguno de los municipios grandes de la provincia, los socialistas les reprochan la connivencia de Teruel Existe con el PP y permitir así un pacto PP-Vox. Se da la circunstancia que en el ayuntamiento de Alfambra el PSOE votó con Vox para evitar que gobernara la lista más votada, de Teruel Existe. Como telón de fondo están las elecciones del 23 de julio, donde el PSOE y Teruel Existe se disputan gran parte de su electorado y donde está en juego un escaño.
Distintas son las cosas en las Cortes de Aragón. El PP de Jorge Azcón, con 28 diputados, necesita el apoyo de seis más para obtener la mayoría parlamentaria. Los siete escaños de Vox se la garantiza, pero Azcón ha explorado otras fórmulas que le permitan gobernar en minoría y su acción de gobierno no se vea condicionada por las exigencias de la formación de Abascal. Esta fórmula solo pasa por el apoyo del único diputado del PAR o de los tres que tiene la coalición Aragón-Teruel Existe. Mientras el diputado parista ya indicó que su voto será negativo o positivo en función de las líneas rojas que se establezcan (y una de ellas es la del trasvase) en Aragón-Teruel Existe han reiterado en numerosas ocasiones que estarían dispuestos a negociar su abstención si con ella se impide la entrada de Vox en las instituciones aragonesas. El partido de Guitarte ha sido rotundo en su rechazo a la designación de la presidenta de las Cortes y también en mostrar su oposición frontal (como todos los partidos aragoneses salvo Vox) al trasvase del Ebro. Ante los ataques recibidos por parte del PSOE, Guitarte ha sugerido a los socialistas aragoneses que se abstengan para facilitar también el gobierno del partido más votado y evitar así la llegada de la extrema derecha. La reacción de Guitarte no es extemporánea. El todavía líder de los socialistas aragoneses fue uno de los que defendió con más contundencia que su partido se abstuviera en 2017 para facilitar un Gobierno de Mariano Rajoy. Ahora esas mismas condiciones se dan en la comunidad autónoma, pero en esta ocasión el PSOE aragonés ha modificado su discurso.
Esta semana, la presidenta de las Cortes comenzará a reunirse con los grupos parlamentarios para que estos propongan un candidato a la Presidencia de Aragón. De momento, el PP y Vox negocian con mucha discreción y sin que trasciendan los resultados de las conversaciones, para conformar un Gobierno en el que Vox estaría dispuesto a apoyarlo incluso sin tener consejerías. Se conformaría con direcciones generales y segundos niveles, pero ahora la clave está en saber hasta dónde llegarían sus imposiciones. La política lingüística (en una comunidad trilingüe), la agenda social, la ley de memoria democrática y la reducción de la administración autonómica son algunas de las condiciones que están encima de la mesa. Mientras Vox considera que el acuerdo se podría cerrar de forma inminente, en el PP los ritmos son un poco más lentos y el candidato, Jorge Azcón, insiste en gobernar en solitario. También influye, especialmente en el partido ultraderechista, las directrices que marca la dirección nacional, que ha estado muy presente en todos los pasos dados hasta ahora por Vox en Aragón.
Sorprendió que el PP cediera la presidencia de la Mesa de las Cortes de Aragón a Vox, cuando este partido además se conformaba inicialmente con una secretaría o, como mucho, la vicepresidencia. Aunque este acuerdo (del que no se conocen las condiciones) se ha intentado desvincular del pacto para la Presidencia de Aragón, sí ha dejado claro que el papel de Vox es determinante para lo que pueda ocurrir. El PP necesitaría más votos afirmativos que negativos para alcanzar la Presidencia del Pignatelli, y aunque trata de que estos sean los del PAR y Teruel Existe con la abstención de Vox, la influencia de ambos partidos se ha diluido tras alcanzar Vox la presidencia del parlamento. Por tanto, quedan todavía días de intensas negociaciones y sumas para ver hasta dónde está dispuesto a llegar el PP y hasta dónde está dispuesto a ceder Vox.
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