Al Ayuntamiento de Zaragoza se le atraganta la gestión del bus urbano: las protestas se extienden por los barrios
Las posibles supresiones de líneas de autobús urbano en Zaragoza han provocado movilizaciones en numerosos barrios de la ciudad. La chispa prendió el pasado 26 de septiembre, cuando el concejal delegado de Movilidad, José Miguel Rodrigo, habló sobre la puesta en marcha de una nueva línea de circular, Ci3/Ci4, en detrimento de las líneas 24 y 34, sugiriendo la extinción de las segundas en beneficio de la nueva circular.
El Ayuntamiento de Zaragoza, gobernado en solitario por el PP, y la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, han reiterado en varias ocasiones que el futuro de la línea 34 está asegurado y han negado que vaya a haber ningún cambio. No son tan claros respecto a la 24, que conecta Valdefierro con Las Fuentes, de la que aseguran que “no va a desaparecer” aunque “se van a realizar mejoras”. Los vecinos temen que esas mejoras consistan en la implantación del circular, que tendría un recorrido muy similar al del 24, y que esto acabe suponiendo la eliminación de esta línea. Jorge Navarro, miembro de la Asociación de Vecinos Valdefierro Aldebarán, explica que les surgen dudas “por la cuestión operativa” de mantener dos líneas de autobús con la frecuencia que tiene el 24, “cada seis o siete minutos”: “Harían falta 20 autobuses que hay que traer de alguna parte porque no hay ni conductores ni autobuses suficientes para mantener una nueva línea sin detraer el resto”, comenta.
El origen del conflicto está en un informe que se encargó durante la pasada legislatura, cuando la actual alcaldesa, Natalia Chueca, era la titular del área de movilidad. Este informe, realizado por una empresa externa, Taryet, analizaba la situación del transporte urbano en Zaragoza y proponía una serie de cambios para lograr cumplir los objetivos propuestos. En el documento se establecía que 2024 era la fecha de inicio de la concesión donde se implementarán las propuestas establecidas en un escenario inicial y el escenario final de 2026 a 2030. En este escenario final es en el que se proponen las actuaciones que han generado más polémica.
Se propone la eliminación de la línea 34 al solaparse el 50% con la 33; la sustitución de la línea 24 por el nuevo circular; el recorte de la línea 32; cambios en el recorrido de la 33, que llegaría hasta el Cementerio pero evitaría el entorno del Parque Delicias; el cambio en el recorrido de la 22 y en la 38; además, se propone la creación de dos nuevas líneas, la 27 y la 37, como resultado de los cambios anteriores.
Según explican desde el Ayuntamiento, este informe se hizo teniendo en cuenta el desarrollo de la ciudad y los proyectos urbanísticos, pero es “solo teórico” y “nada definitivo”. Fuentes municipales aseguran a este diario que, a día de hoy, este informe “se ha quedado anticuado” y que proponía cosas “que evidentemtene no se van a hacer por diferentes motivos”, haciendo referencia a la eliminación de la línea 34 que ya ha sido descartada por la Concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes. La posible eliminación de esta línea causo mucho revuelo entre la población del barrio de la Almozara, que logró que Gaudes se comprometiese con los vecinos en una asamblea en el mantenimiento del 34, que iba a ser sustituido por el nuevo circular. “No va a desaparecer de entrada ninguna línea, ahora mismo respecto a lo que se dicen en ese estudio se valoran cambios en las lineas de autobus, se quiere intrpducti una nueva circular que puede conllevar adaptaciones, pero una cosa son adaptaciones y otra que se diga que se van a eliminar líneas enteras”, explican desde el consistorio.
En la oposición, Elena Tomás, de Zaragoza en Común (ZeC) comenta que creen que “efectivamente la línea 24 va a desaparecer” debido a que los primeros cambios que aparecen en el proyecto en el escenario inicial, realtivo a la ampliación de las líneas 21, 23 y 41 “ya se han hecho, por eso entendemos que sí que es un plan que se va a seguir”. Desde la formación abogan por “hablar con los barrios” y “contar con los vecinos”.
En el PSOE consideran que “nunca se ha negado que se vaya a tocar la línea 24” y que, aunque conviva un tiempo con el nuevo circular se acabará eliminando porque “no se pueden solapar”. Además, explican que los actuales pliegos establecen una limitación de kilómetros que puede hacer cada año el conjunto de autobuses, por lo que “si se incluye una nueva línea circular de alguna otra habrá que recortar kilómetros”.
Barrios rurales
El informe encargado por el Ayuntamiento no contempla cambios en las líneas 25 y 28, las que van a la Cartuja Baja y Montañana respectivamente, pero los alcaldes de estos barrios rurales han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que estos autobuses salgan de la flota de autobús urbano y pasen a estar gestionados por el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza. Desde el Ayuntamiento sostienen que esto no va a ocurrir y que “hoy por hoy ambas líneas van a seguir con su funcionamiento tal cual”.
José María Lasaosa, alcalde de La Cartuja Baja, explica que en 2022 se firmó una gestión entre el Ayuntamiento y el Consorcio en el que se incluía la posibilidad de ampliar las líneas 25 y 28 y que dejasen de formar parte del autobús urbano. “Se hizo una prórroga de cuatro años con Avanza para que siguiese todo igual, pero el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) la tumbó”, por lo que el Ayuntamiento tiene que presentar unos nuevos pliegos en el primer semestre de 2025, “nuestra preocupacion es que al aprobar esos pliegos nos saquen y pasemos al consorcio”, añade Mariví Berrueta, alcaldesa de Montañana.
Berrueta explica que la salida de las líneas de la flota de autobús urbano supondría “un billete un poco más caro y menos frecuencia de paso, cuando aquí el 28 ya pasa cada media hora”. Añade también que, aunque los vecinos de Montañana están peleando por preservar la línea, no son los únicos afectados, ya que “también lo utilizan vecinos de Santa Isabel y la Avenida Cataluña, mucha gente de Zaragoza se beneficia”.
Lasaosa, por su parte, cree que “desde el Cuarto Cinturón para dentro van a dejarlo como transporte urbano; y, para afuera salvo San Gregorio, todos al Consorcio. Esto significa que nosotros no vamos a perder ni frecuencia ni trayecto. Pero ahí se habla ya de La Cartuja/Constitución, no plaza del Carmen, con lo que recortan el trayecto. Y luego, por otro lado, el Consorcio -actualmente- la frecuencia que presta es de 30 minutos (con más tráfico) y 1 hora (con menos)”.
Considera que “no merecen salir del autobús urbano” y que son “Zaragoza para lo bueno y para lo malo”. Los vecinos y vecinas de estos barrios están realizando asambleas para conocer la situación y planificar protestas: “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que cuando salga la concesión del transporte urbano la Cartuja permanezca como transporte urbano. Tenemos una coordinadora que representa a todo el barrio y vamos a movilizarnos. Si lo tienen decidido, que sepan que vamos a mostrar toda la resistencia posible”.
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