El barrio zaragozano de La Cartuja Baja “ocupará” el autobús 25 ante la amenaza de empeoramiento del servicio

El próximo sábado 30 de noviembre los vecinos y vecinas del barrio rural La Cartuja Baja van a colapsar la línea 25 de autobús como protesta ante los posibles cambios que pueden producirse en la misma. Esta protesta nace como homenaje a una que se hizo hace 29 años, en 1995, cuando, también en el marco de una reivindicación vecinal por el transporte público, se colapsó la línea de autobús: “En aquella ocasión, los vecinos y vecinas, hartos de tanta dejación y falta de sensibilidad, se organizaron y salieron a la calle a protestar y a pedir lo que les correspondía. En definitiva, a defender, una vez más, sus derechos”, exponen en el boletín informativo realizado para difundir esta acción.

Este sábado pretenden “emular” esta protesta ante el desconocimiento del futuro de la línea 25 de autobús urbano. El miedo de los vecinos y vecinas de La Cartuja es que esta línea salga de la flota urbana y pase a ser gestionada por el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza, lo que supondría “pasar de frecuencias de 10 o 12 minutos a 30 minutos en hora punta”, explica José María Lasaosa, alcalde del barrio.

El origen del conflicto está en un informe que se encargó durante la pasada legislatura, cuando la actual alcaldesa, Natalia Chueca, era la titular del área de movilidad. Este informe, realizado por una empresa externa, Taryet, analizaba la situación del transporte urbano en Zaragoza y proponía una serie de cambios para lograr cumplir los objetivos propuestos. En el documento se establecía que 2024 era la fecha de inicio de la concesión donde se implementarán las propuestas establecidas en un escenario inicial y el escenario final de 2026 a 2030. En este escenario final es en el que se proponen las actuaciones que han generado más polémica.

El informe encargado por el Ayuntamiento no contempla cambios en las líneas 25 y 28, las que van a La Cartuja Baja y Montañana respectivamente, durante los años iniciales de proyecto, en los que aún nos encontramos. Sin embargo, en sus conclusiones aparece que el escenario final se plantea para el año 2026 o 2030, “en ambos casos se considera que junto con la ampliación se suprimen las líneas 25 y 28 de la red de autobuses urbanos, ya que es requisito necesario para poder usar la flota liberada en la remodelación”.

Según explican desde el Ayuntamiento, este informe se hizo teniendo en cuenta el desarrollo de la ciudad y los proyectos urbanísticos, pero es “solo teórico” y “nada definitivo”. Fuentes municipales aseguran a este diario que, a día de hoy, este informe “se ha quedado anticuado” y que proponía cosas “que evidentemente no se van a hacer por diferentes motivos”.

Por otro lado, preocupa la encomienda que se firmó en 2022 “que dice que si el Ayuntamiento de forma explícita lo considera le comunicará al consorcio que La Cartuja pasa a formar parte del consorcio”, explica Lasaosa. Se refiere a la gestión que se firmó entre el Ayuntamiento y el Consorcio en el que se incluía la posibilidad de ampliar las líneas 25 y 28 y que dejasen de formar parte del autobús urbano. “Se hizo una prórroga de cuatro años con Avanza para que siguiese todo igual, pero el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) la tumbó”, por lo que el Ayuntamiento tiene que presentar unos nuevos pliegos en el primer semestre de 2025. “Una vez que estos pliegos se presenten ya no habrá nada que hacer”, expone.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha negado en todo momento que estos cambios se vayan a producir, sin embargo, desde La Cartuja exponen que, “hasta que no se revoque la encomienda” seguirán en riesgo. Lasaosa explica que ha solicitado de forma oficial varias reuniones con el equipo encargado del asunto en el Ayuntamiento, pero que no ha obtenido respuesta.