“La Cincomarzada reivindicativa no ha muerto de éxito, ha revivido de éxito”

Los boletines meteorológicos prometen para la Cincomarzada un apacible día de sol y acudir al parque del Tío Jorge a disfrutar de la jornada festiva. Las casetas de las distintas asociaciones, actuaciones y la incesante megafonía están preparadas para la llegada de una multitud de zaragozanos y zaragozanas, familias y grupos de amigos dispuestos a tomar el parque.

Este 2019 se cumplen 40 años de la recuperación de la fiesta del Cinco de Marzo. Ricardo Álvarez, primer presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), estuvo en esa primera Cincomarzada: “Hay que entender el contexto en el que se produjo. La diferencia en 1979 entre democracia y franquismo aún era difusa y las asociaciones entendimos que teníamos que implicarnos en sacar una sociedad más democrática desde nuestra acción de barrios”, y continúa: “la idea de recuperar la Cincomarzada surgió de José Luis Martínez Blasco, miembro del secretariado de una aún incipiente FABZ. Por un lado, queríamos reivindicar el carácter liberal, en el sentido del siglo XIX, de ese episodio histórico en el que las fuerzas progresistas vencieron a las conservaduristas del Carlismo. En ese momento sentíamos que estábamos viviendo algo parecido, las fuerzas democráticas frente a las franquistas, y retomar la fiesta de la Cincomarzada podía servir de acicate; así que nos pusimos a ello”.

Álvarez narra un primer Cinco de Marzo en 1979 con sobresaltos, improvisación y, finamente, éxito. “Sabíamos que probablemente tendríamos problemas y así fue. La idea original era celebrar la fiesta campestre en la arboleda de Macanaz (actual parque) que era el lugar tradicional donde se hacía. Ahí estaban los ‘grises’ a caballo esperándonos. Conseguimos que no nos disolvieran, pero dejaron claro que no iban a permitir que se celebrara la fiesta”, cuenta Ricardo Álvarez.

Entretanto, tramaron una alternativa, “la gente del Arrabal que nos acompañaba propusieron que nos acercáramos al parque del Tío Jorge, donde siempre había gente los domingos”, explica, “no sé si se perdieron por el camino, pero los ‘grises’ no volvieron a aparecer. Celebramos la fiesta ahí y ya llevamos cuatro décadas haciéndolo”.

De 40 años a ahora la fiesta ha cambiado. “La primera Cincomarzada era un fin en sí misma, era poder celebrar algo que estaba prohibido por entonces, era ejercer el derecho de reunión que tan recientemente se suponía habíamos adquirido los españoles con la Constitución de noviembre de 1978, poco más de cuatro meses antes. Después ha ido evolucionando junto al propio paso de los tiempos”, expone Álvarez y explica que no solo hay que fijarse en que hoy día la fiesta tenga un mayor componente lúdico frente a sus orígenes reivindicativos, “los cambios han sido muchos a lo largo de todos estos años; en organización, en medios y en reivindicaciones. Antes tampoco había tantas casetas con reivindicaciones políticas y fueron sumándose nuevas cada año. Y por supuesto, desde el que el alcalde Sainz de Varanda asumiera la Cincomarzada como fiesta de la ciudad la afluencia de gente fue aumentando año tras año hasta la fiesta multitudinaria que es hoy”.

A la pregunta de si la fiesta reivindicativa original ha muerto de éxito frente a una fiesta lúdica, Álvarez responde: “No ha muerto de éxito, ha revivido de éxito”, y continúa, “a lo largo de los años se han acrisolado en esta festividad todo tipo de colectivos y la fiesta está más que asentada. Si nuestro objetivo era recuperar la Cincomarzada lo conseguimos. Además, las casetas siguen estando ahí para todo el mundo que quiera acercarse. Y si la gente simplemente quiere pasar un día festivo en el parque disfrutando con los demás pues me parece fantástico, para eso tenemos los espacios públicos, para crear ciudad y crear convivencia”.