Entre la contingencia y la necesidad, el pueblo zaragozano de Artieda contrata a un filósofo municipal

Candela Canales

26 de octubre de 2021 21:51 h

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Después de casi un mes trabajando como filósofo municipal en Artieda, en la provincia de Zaragoza, Miguel Mariñoso explica la importancia de esta disciplina en el mundo rural: “La filosofía está detrás de todo lo que hacemos y lo que vivimos en nuestro día a día, el medio rural como todo lo que se mueve depende de sus condiciones materiales y estas son algo básico de la filosofía”. Este estudiante en prácticas, enmarcadas en el programa de Erasmus Rural, trata de rescatar la memoria de los mayores y entender las condiciones materiales que definen las problemáticas rurales, entre ellas, la despoblación.

“El materialismo analiza las condiciones que atañen a un sitio para que la vida se desarrolle de una forma u otra y Artieda es un sitio muy particular porque tiene el pantano de Yesa que ya hizo marchar a mucha gente”, explica Mariñoso, que cuenta también como la localidad ha perdido más de 300 habitantes en los últimos años, hasta llegar a los 70 vecinos y vecinas actuales, “esa es la realidad, fruto de unas condiciones materiales basadas en las políticas hidráulicas, y todo eso también es filosofía”.

Por ello, Miguel ha estado haciendo entrevistas a las personas mayores de la localidad, para realizar “una recopilación de tradiciones, de cómo era la infancia, la vida en casa, el trabajo en el campo, la forma de socializar en la primera mitad del siglo XX”. Con toda esta información saldrá un documento que explicará cómo era la vida, el trabajo, el día a día de las familias o en la escuela, entre otras cuestiones.

La idea de solicitar un filosofo como estudiante de prácticas nació de Empenta Artieda, un proyecto participativo de desarrollo rural que trata de dar soluciones desde el municipalismo y la autogestión al problema de la despoblación que afecta a todo el medio rural. “Teníamos un trabajo pendiente de recuperar la memoria viva de la gente más mayor del pueblo, que también pensamos que estos años son clave para hacerlo porque la mayor parte de las personas que pueden narrar son bastante mayores”, cuenta Víctor Iguácel, uno de los portavoces de Empenta Artieda y tutor de Moriñoso en sus prácticas.

La memoria viva

Explica que la gente mayor del municipio puede aportar una visión clave en el ámbito de la despoblación, ya que “han vivido un proceso de transformación social y económico que ha sido el que en última causa ha generado la despoblación. Me estoy refiriendo a la llegada de la modernidad, la industrialización, el desarrollo del modelo productivo capitalista que fue el que llevó a una concentración de la mano de obra y esta concentración de la mano de obra generó las grandes urbes y despobló las áreas rurales, acentuó mucho la diferencia”, explica Iguácel.

Por todo ello, Miguel Moriñoso se está encargando de entrevistar a las personas mayores para analizar “los pormenores de todo este proceso histórico que al fin y al cabo está en el origen de la despoblación”. Miguel pregunta de las experiencias vitales y de esas se extraen las conclusiones.

“Hemos elegido un filósofo porque nos parecía que este trabajo encajaba dentro de la antropología, una de las ramas de la filosofía. Tener una persona que tiene muchos conocimientos de filosofía da cierta diversidad a un pueblo muy pequeño en el que estamos muchas personas de formaciones muy diversas pero ningún filósofo, ahora tenemos a Miguel que ha aportado su perspectiva en contextos más sociales”, explica Iguácel.

Ambos valoran la experiencia como muy positiva y, desde Empenta Artieda, aseguran que les gustaría ampliarla si hubiese presupuesto y que el año que viene continuarán con las prácticas rurales. Además de Mariñoso, también realizó sus prácticas un estudiante de Arqueología en un yacimiento reciente de la localidad.