La digitalización como herramienta contra la despoblación: “La conectividad es un factor de atracción de nuevos pobladores”

Isabel Traver

16 de septiembre de 2022 22:51 h

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El acceso a Internet es un derecho humano. Así lo reconoce la Organización de Naciones Unidas desde el año 2016. Sin embargo, en España todavía existen las llamadas zonas blancas, donde la conectividad de banda ancha no ha llegado todavía. Otras muchas, tienen acceso a estas conexiones de nueva generación, pero, en clara desventaja con las áreas donde se concentra una mayor población, la conectividad que llega hasta allí suele ser de menor calidad, más inestable y más lenta. Es lo que sucede en muchos puntos del medio rural y en general, de la España Vaciada.

Varios expertos en telecomunicaciones y economistas se reunieron en el Campus de Teruel durante una jornada organizada por el Movimiento Ciudadano Teruel Existe sobre conectividad y España Vaciada para tratar los retos que supone la brecha digital y planteando si la apuesta firme por la digitalización de estas zonas podría ser clave en la reversión de la despoblación.

Gracias al tema de la primera mesa redonda, sobre “Soluciones técnicas para la conectividad en la España vaciada”, Manuel Sierra, Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Madrid hizo una breve presentación del informe de la Fundación Alternativas, “La digitalización de la España Despoblada”. En él, Sierra y otros autores trataron de discernir si las nuevas tecnologías y, por ende, la conectividad a Internet, podía o no revertir el fenómeno de la despoblación. 

Sus observaciones recogen que la brecha digital continúa siendo “muy pronunciada” entre el mundo rural y el mundo urbano y que no solo se debe a la falta de infraestructura, sino fundamentalmente a la falta de capacitación digital suficiente en las personas, es decir a una escasa formación en cuanto a nuevas tecnologías. A ello se suma que los servicios ofrecidos son, en su mayor parte, específicos para una realidad urbana, y señalan que la conectividad de 100 Mbps es clave para lograr un impacto económico determinante y transformador.

En lograr este último objetivo se encamina la Estrategia España Digital 2025 que busca llegar al 100% de la población con una velocidad de 100 Mbps en el año señalado. Sin embargo, los expertos encuentran en este plan algunas amenazas como es la falta de rentabilidad y de interés comercial de los agentes privados. 

Para José Antonio Herce, Doctor en Economía y coautor del informe de la Fundación Alternativas, es aquí donde entran en juego los operadores locales y la administración pública. “Los operadores locales son agentes que cubren esa carencia, pero necesitan que se les ayude, debe haber un esfuerzo nacional de solidaridad, a través de los presupuestos u otros recursos hasta que se instale y pueda convertirse esta conectividad en un factor de atracción de nuevos pobladores, ya sean personas físicas o jurídicas, y también en una barrera contra la despoblación”.

Posibles soluciones

En esta mesa redonda también participaron Javier Mateo, Decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de Aragón, Guillermo Azuara, Profesor de la Escuela Universitaria Politécnica de Teruel, y el Coordinador del grupo de Telecomunicaciones del Movimiento ciudadano Teruel Existe, Jose Ignacio Ardid. 

Mateo se refirió a un estudio realizado por el Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de Aragón junto al Movimiento ciudadano Teruel Existe sobre cobertura móvil en las carreteras de Teruel, entre cuyas conclusiones destacó que “la conectividad que había era peor de lo esperado y que existen muchas carreteras con puntos negros, donde ninguno de los cuatro operadores estudiados ofrecía cobertura ni siquiera para llamadas de voz”. Lo que evidencia que cuando se habla de conectividad, hay que diferenciar la cobertura en las poblaciones, y la cobertura en el territorio.

Ante los retos que plantea la brecha digital, los participantes pusieron sobre la mesa algunas posibles soluciones, como la regulación de la utilización del espectro útil, las llamadas “carreteras” de las redes móviles. Solicitando que los operadores locales tengan acceso al espectro que tradicionalmente no se emplea en el medio rural o, directamente, que se adjudique espectro para uso por parte de operadores locales o para el desarrollo de redes privadas. 

También la agilización de plazos administrativos, sinergias entre administraciones autonómicas y estatales para lograr llegar más lejos con sus respectivos planes, mayor sensibilidad con las zonas de menor densidad de población, etc. Además, plantearon la posibilidad de introducir un operador neutro para distribuir la fibra y combinar varias tecnologías (fibra, 5G de 700 megahercios, satélite, wimax…) para llegar a los lugares complicados por orografía, como la provincia de Teruel.

Perspectiva local 

En la segunda mesa redonda, “Iniciativas empresariales de conectividad en el mundo rural” participaron Fernando Molina, Managing partner de 5G Ventures, Juan Francisco Marco, director de operaciones de Embou, y Daniel Giner, director del Grupo Alternatic. Los agentes explicaron cómo el despliegue comienza en entornos urbanos, para después desarrollar la tecnología en zonas despobladas, que son menos rentables. 

Destacaron la importancia de acercar la fibra a todo el territorio y “aspirar a que las telecomunicaciones sean lo mejor posible en todas las poblaciones, porque producirá un retorno positivo en la economía y demografía del entorno”, señaló Molina.

También reivindicaron facilidades a la hora de optar a ayudas públicas y que se regule o bonifique el servicio de despliegue teniendo en cuenta la dispersión geográfica y la poca densidad de población. Giner secundó la opinión de los expertos al afirmar que en las zonas rurales debería existir un operador neutro, “que construya estaciones de base y después alquile los servicios a pequeños y grandes operadores para que todos lleguemos al mercado con las mismas condiciones y poder competir”.