Quién ha sido

El 12 de marzo de 2004 se manifestaron en España millones de personas en repulsa por los sangrientos atentados del fatídico 11M bajo el lema Con las víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo.

Esa tarde, al dolor y a la consternación por el golpe recibido se le añadía la indignación por la burda mentira sostenida por el gobierno del Partido Popular sobre los cadáveres de 192 víctimas mortales.

Esa indignación se transformó en un grito acusador. El ¿quién ha sido? que retumbaba obsesivo a lo largo de toda la manifestación de Madrid, más que una pregunta era una denuncia, era el rechazo más absoluto a la insoportable manipulación del Partido Popular, empeñado en evadir las consecuencias de la foto de las Azores.

Hoy, con Valencia, se repite la historia.

Hoy, al sentimiento de estar con las víctimas, de estar con Valencia y de exigir que nunca se vuelva a repetir una tragedia como esta, se le une una vez más ese ¿quién ha sido?.

Hoy, como el 12 de marzo de 2004, más que una pregunta ese nuevo ¿quién ha sido? vuelve a ser una denuncia y el rechazo más absoluto a la construcción de una mentira sobre más de doscientos fallecidos.

Una vez más, el Partido Popular vuelve a despreciar a los muertos colocando sus intereses electorales por encima del derecho de sus deudos y conciudadanos a saber por qué murieron.

Una vez más, el Partido Popular y sus terminales mediáticas tratan de sepultar el dolor y la rabia bajo un manto de división partidaria, destrozando no solo la convivencia sino la credibilidad de las instituciones y la ciencia.

Hay, sin embargo, una diferencia fundamental.

Por más que se pueda considerar que quien colocó a España como objetivo del terrorismo islámico fue la megalomanía de Aznar y su empeño patético de sacar a España del obscuro rincón de la Historia con el que justificó su apoyo incondicional a la injusta, ilegal e ilegítima invasión de Irak, la responsabilidad de los muertos es de Al Qaeda.

En Valencia, la responsabilidad de los muertos es de Mazón. Las medidas de protección adoptadas por la Universidad de Valencia, por la Diputación y por hasta 62 municipios antes de que se produjeran las inundaciones desmontan sus excusas, desmienten sus explicaciones y dejan en evidencia su criminal falta de respuesta.

Pero si hay un hecho que además de volver a desmentir a Mazón lo ridiculiza de manera brutal, es el aviso enviado por la Embajada de Japón en España a sus residentes la noche anterior, pidiendo a sus ciudadanos prepararse para situaciones de emergencia y verificar la seguridad antes de coger el coche.

Hasta la Embajada Japonesa disponía de la información de la que Mazón dice carecer con el respaldo cómplice de su partido.

El Partido Popular parece empeñado en darle la razón a Karl Marx cuando afirmaba que la historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa.